Piero Quispe, el salvador de los Pumas bajo lupa: ¿Cuánto creció en la Liga MX y cómo se hizo figura?

LEE MÁS: “Yo era más apasionado por el fútbol que por la música”, Tonny Succar y la historia de cómo el ganador del Grammy se hizo hincha de Cristal

No es nuevo lo del desempeño de Quispe en México. Este es su tercer torneo corto en acción con los Pumas. En una etapa complicada para el fútbol peruano, es alentador que nuestros representantes sigan destacando a nivel internacional, como Piero Quispe en el último Torneo Apertura 2024 de la Liga MX. En el inicio de segunda temporada, el exjugador de Universitario demostró su talento y mantuvo un rendimiento constante, lo que le permitió ganarse un lugar en el prestigioso ‘Cuadro de Honor’ del torneo mexicano.

Este reconocimiento, que distingue a los jugadores más destacados del torneo tanto en la fase regular como en la Liguilla, llevó a Piero Quispe a inscribir su nombre entre los mejores. Su inclusión se debió a ser elegido el mejor jugador de la fecha 16, tras marcar ser figura y marcar un gol en la victoria 2-0 de Pumas sobre Querétaro.

La presencia de Piero Quispe fue clave para que Pumas superara la fase regular y alcanzara los cuartos de final de la Liguilla, donde finalmente fueron eliminados por Monterrey. El mediocampista peruano disputó 17 de los 19 encuentros del equipo en el Apertura, siendo titular en el 83% de los partidos.

En la nueva temporada, Piero Quispe se ha consolidado como titular en los cuatro primeros partidos y aunque los resultados no han acompañado a los universitarios (una victoria, un empate y dos derrotas), el peruano tiene el respaldo del comando técnico.

La evolución de Piero Quispe en México

En su primera temporada con Pumas UNAM (Clausura), Piero Quispe desempeñó un rol importante como mediocampista titular, participando en 17 encuentros, 14 como inicialista, y promediando 71 minutos por partido. A nivel ofensivo, su aporte incluyó un gol en 1206 minutos, con una efectividad del 7% en sus disparos. Aunque no registró asistencias, destacó con tres grandes oportunidades creadas y un promedio de 1.6 pases clave por partido, manteniendo una precisión del 89% en sus entregas.

En el Apertura, Quispe evidenció una evolución en su rendimiento ofensivo. Mejoró su frecuencia goleadora, marcando dos goles en 1290 minutos (645 minutos por gol) y sumando su primera asistencia. También incrementó su participación en ataque con un promedio de 1.2 disparos por partido y una mayor conversión del 10%. Su inclusión en el equipo de la semana subrayó su impacto en momentos decisivos, como su actuación ante Querétaro, donde anotó en la victoria 2-0.

A lo largo de estas dos temporadas en el fútbol mexicano, Quispe mostró una evolución positiva en aspectos clave de su juego, manteniendo un nivel sólido en otras áreas. Su progreso es evidente, especialmente en su contribución ofensiva y su rol dentro del equipo.

Mejoras

• Contribución ofensiva: Incrementó sus goles de 1 a 2 y añadió su primera asistencia. Su frecuencia goleadora mejoró significativamente (de 1206 a 645 minutos por gol), al igual que su precisión en disparos, que subió al 10%.
• Participación en el juego: Aumentó sus toques por partido (de 47.2 a 63.4) y mantuvo un alto porcentaje de precisión en pases (88%-89%), lo que demuestra un mayor protagonismo en la generación de juego.
• Impacto en el equipo: Su inclusión en el equipo de la semana refleja una mayor influencia en momentos decisivos.

Consistencias

• Rendimiento defensivo: Mantuvo cifras constantes en recuperaciones, intercepciones y entradas por partido, consolidándose como un mediocampista equilibrado entre defensa y ataque.
• Regularidad en minutos: Participó en 17 partidos en ambos torneos, 14 como titular, con promedios de 71-76 minutos por encuentro, reflejando la confianza del cuerpo técnico.

Aspectos a mejorar: Quispe aún debe ser más decisivo en la creación de grandes oportunidades (redujo su registro de 3 a 2) y mejorar en los duelos individuales, donde su efectividad ronda el 50%.

Deuda con la Selección Peruana

La principal deuda de Quispe con la Selección Peruana radica en su capacidad para replicar el protagonismo que tiene en Pumas UNAM. En México, su participación en la generación de juego y su contribución ofensiva son evidentes; en cambio, con la selección, se muestra más conservador y menos efectivo en ataque. Esto podría deberse a diferencias en el sistema táctico, la falta de adaptación al ritmo internacional o una menor confianza al jugar con la bicolor, factores que limitan su capacidad de impacto.

En Pumas, Quispe ha jugado principalmente como mediocentro ofensivo (7 partidos), pivote (4 partidos) y, en menor medida, como interior izquierdo (1 partido). En su rol de mediocentro ofensivo, su capacidad para distribuir el balón y participar en la creación de jugadas es crucial en el esquema 4-4-2 de los felinos. Su participación activa en la construcción de jugadas y en las transiciones ofensivas le permite ser más dinámico y relevante en el campo.

Sin embargo, en la selección peruana, bajo el sistema 3-5-2, Quispe ha sido utilizado principalmente como volante interior por izquierda. Este cambio de rol implica una responsabilidad más defensiva y menos libertad para llegar al área, lo que ha afectado su rendimiento ofensivo. La diferencia en los esquemas tácticos podría estar limitando su influencia en el juego, ya que no tiene el mismo protagonismo que en su equipo en México.

Además, la adaptación a un sistema de juego distinto al que está acostumbrado podría explicar en parte su rendimiento limitado con la selección. En Pumas, el 4-4-2 le permite estar más involucrado en la creación y distribución del juego, mientras que en la selección peruana, su rol más enfocado en tareas defensivas le resta protagonismo en la generación de oportunidades y en su capacidad para marcar goles. Sin duda, el sistema táctico ha jugado en su contra, y una posible salida de Jorge Fossati podría favorecerlo, brindándole la oportunidad de mostrar su mejor nivel y aprovechar su potencial ofensivo.