Luego de poco más de una hora de vuelo, la selección peruana llegó a Kansas City, ciudad donde este martes afrontará su segundo partido por el Grupo A de la Copa América, frente a la selección de Canadá. En medio de un buen ambiente, al que se sumó un buen número de fieles hinchas, la delegación liderada por el entrenador Jorge Fossati aterrizó sin problemas y con buen semblante, aunque con una preocupación que no ha podido aliviarse ni con el pasar de las horas. Se trata de Luis Advíncula, cambiado de emergencia frente a Chile y casi descartado para el siguiente duelo.
Fue un sábado de relajo y meditación para la selección peruana. La resaca emocional de lo que fue el duro partido ante Chile dejó un plantel distendido y tranquilo. Como lo expresaron tras el duelo, en zona mixta, el rendimiento del equipo ha dejado buenas sensaciones y en la interna todos están ilusionados por cómo es que Perú fue encontrando su mejor juego.
La mayoría coincide en que les faltó el último tramo de cara al gol y eso les preocupa. Se quedaron, sin embargo, con el sabor de que el empate era justo. Uno de los seleccionados me comentó que hay tranquilidad y que creen que el 0-0 fue el resultado más justo. Coinciden muchos en que el empate fue un buen inicio y que no haber ganado no implica desesperarse.
Advíncula preocupa
Y aunque las bromas, la chacota y las risas afloran en cada paso, la situación de Luis Advíncula es el gran dolor de cabeza para el entrenador. El lateral tuvo que ser cambiado frente a Chile debido a un dolor en el Talón de Aquiles del pie derecho. Este sábado fue revisado por el cuerpo médico de la selección y, aunque no se conoce con exactitud el parte médico, es muy probable de que el jugador sea descartado para el duelo ante Canadá.
Eso sí, esperan que con el pasar de las horas el dolor se reduzca y pueda ser tratado. Sin embargo, Advíncula sigue cojeando y su rostro serio, algo fastidiado, evidencia de que las expectativas no son muy buenas, al menos para este martes. Por lo pronto, este domingo se definirá formalmente si es esperado o ya su recuperación tiene como meta el siguiente partido ante Argentina.
Quien sí está fuera de peligros es Alexander Callens, quien más allá de un leve dolor y un obvio desgaste por lo exigido que fue el partido ante Chile, se encuentra en plenitud y totalmente apto para disputar el juego frente a Canadá.
Los más requeridos
Christian Cueva no pasa por su mejor presente. Sin equipo y sin minutos de juego hace ochos meses, el seleccionado se mantiene como uno de los jugadores más requeridos por la afición. A la llegada al hotel en Kansas, un grupo de 15 a 20 hinchas estuvo esperando a la delegación nacional y fue ahí que Cueva estuvo entre los más solicitados.
El primero en bajar del bus fue el técnico Jorge Fossati, quien amablemente se acer5có a los hinchas para el saludo correspondiente, accediendo incluso a tomarse fotos. Luego bajaron los jugadores y ahí los más aclamados fueron Gianluca Lapadula, Oliver Sonne, Christian Cueva y Paolo Guerrero.
A más de 33 grados y una sensación térmica de casi 35, los hinchas debieron esperar por casi una hora para ver a la selección peruana. André Carrillo, Paolo Guerrero y Christian Cueva fue quienes se detuvieron a firmar camisetas, polos y hasta banderolas, en una muestra de cariño y reciprocidad por las familias de peruanos.
Una de las curiosidades fue Oliver Sonne. Aún le cuesta entender el castellano y se notó cuando los hinchas lo saludaban y le pedían saludos. Eso sí, hubo mucho cariño hacia él de parte de la afición, un cariño especial, similar al que recibía Edison Flores hace unos años.
En Kansas City, aunque por la tarde hizo calor, por la mañana hubo una garúa que parecía anunciar una tormenta a unos 30 minutos de que el vuelo de la selección peruana aterrizara. este domingo, la delegación peruana entrenará por la tarde, a la espera de definir la situación de Advíncula y trabajar más a detalle el partido táctico frente a Canadá.