Son horas difíciles para la selección peruana. Más allá de todo el buen ánimo que se transmite hacia afuera, en la interna el sentimiento se concentra entre preocupación y mucho compromiso. Todos son conscientes que si no hay un resultado positivo este sábado ante Argentina, las conclusiones de esta Copa América terminarán sumando más presión al grupo con miras al reinicio de las Eliminatorias en septiembre próximo, en un año muy duro donde la Blanquirroja debe enfrentar seis partidos.
Las buenas sensaciones que despertaron tras el 0-0 en el debut en la Copa América ante Chile, terminaron convirtiéndose en frustración tras la derrota 1-0 con Canadá.
La presión que no parece
Que Argentina haya decidido poner un equipo suplente no hace más sencillo el duelo de este sábado. Por un lado está lo obvio: los suplentes de Argentina serían titulares en casi cualquier selección sudamericana y un agregado es que todos buscarán mostrarse ante Scaloni para tentar dar el salto al equipo titular.
Por otro lado existe otro factor: la presión. Que Perú pierda ante la campeona del mundo sería lo normal, más si ese equipo argentino es liderado por Lionel Messi. De alguna manera, es la excusa perfecta. Sin embargo, que la Albiceleste haya decidido jugar con un equipo alterno le transmite la presión del partido un tanto más al cuadro de Fossati, que si no saca un buen resultado, tendrá una deuda mayor que perder ante el equipo A de Argentina.
Los jugadores lo saben y lo entienden así. Quizá por eso, aunque hay risas y buen humor, en el fondo también hay intento de estar muy concentrados, muy enfocados en lo que se jueguen. Parte de ese esfuerzo conjunto por lograr unidad es que decidieron resolver con apoyo incondicional a Miguel Araujo, quien fue expulsado ante Canadá y puso en jaque la posibilidad de un resultado positivo.
Sin embargo, la posibilidad de un posible milagro frente a Argentina también ilusiona. En medio de ese escenario, algo sobresale: la unión y solidaridad del grupo. Quizá esto último sea determinante a la hora de buscar un resultado que, a primera vista, luce imposible.
El mensaje de Fossati
El técnico Jorge Fossati tiene una lectura clara del complicado escenario en el que se encuentra Perú. Ante Argentina será el último ensayo pensando en Colombia, por Eliminatorias, en septiembre próximo. Sin embargo, más que pensar en probar un estilo con miras al duelo contra los ‘cafeteros’, hoy se necesita un buen resultado que deje buenas sensaciones que a la vez le permitan al plantel trabajar con más tranquilidad.
“Nunca cambie el discurso, íbamos a querer ganar cada partido, pero esto iba a ser la base para sacar un equipo fuerte para encarar las Eliminatorias. La gran meta es de setiembre para adelante, porque creo en el trabajo y que las cosas se crean paulatinamente, una realidad no se cambia de un día para el otro”, dijo Fossati en conferencia de prensa.
Fossati entiende que el hincha puede llegar a fastidiarse por tanto tiempo sin ganar y con ello, que el respaldo vaya siendo cada vez menor. Ahora, por otro lado el rival es Argentina, frente al que las estadísticas, la historia y el presente dice que son favoritos más allá de que jueguen con suplentes.
El hincha incondicional
Por lo pronto, esta selección peruana ha de ser una de las que mejor respaldo ha tenido en cada escenario que le ha tocado jugar. Los hinchas peruanos se han hecho sentir, ya sea en Dallas, en Kansas o ahora en Miami. Siempre hubo una bandera en el estadio, en el hotel o en la sede de entrenamientos.
Ante Argentina el apoyo del hincha será fundamental. Este viernes, hasta el cierre de esta nota, se esperaba un nuevo banderazo como cientos de aficionados bien organizados para expresarle todo el apoyo a la Blanquirroja.
Se espera que este sábado en el Hard Rock Stadium haya un muy importante número de aficionados peruanos desde muy temprano en la previa. Además del banderazo, se sabe que hay varios grupos de hinchas que se han organizado para que la barra se haga sentir.
Cambios a la vista
Respecto al once, se conoce que se verán dos cambios respecto al equipo que cayó ante Argentina. Uno por obligación, debido a la expulsión de Marcos López. Y aunque se pensaba que Anderson Santamaría sería el hombre elegido, finalmente sería Aldo Corzo quien asuma la titularidad.
Mientras que el cambio más llamativo se daría en ataque. Bryan Reyna, suplente en los dos primeros partidos, pasaría a ser titular para acompañar en ataque a Gianluca Lapadula. Quien perdería un lugar en el once sería Piero Quispe, de regular actuación en los dos primeros partidos. Edison Flores se mantendría, aunque ya no como pareja en ataque, sino en la posición que dejaría Quispe.
Así, el once estaría conformado por: Pedro Gallese, Aldo Corzo, Carlos Zambrano, Alexander Callens; Andy Polo, Sergio Peña, Wilder Cartagena, Edison Flores, Marcos López; Bryan Reyna y Gianluca Lapadula.