En 17 regiones de país, menos del 50% de centros educativos cuenta con agua potable, mientras que en dos regiones la situación es crítica: menos del 20% de escuelas tiene acceso a este servicio básico: Loreto (11%) y Ucayali (17%), según cifras del Ministerio de Educación publicadas en julio pasado.
En tanto, en 18 regiones menos de la mitad de escuelas tiene conexión a Internet, una herramienta clave en los aprendizajes. Las cifras más bajas se reportan en Amazonas (14%) y Loreto (18%).
Además, Loreto (22%), Amazonas (36%) y Ucayali (40%) son las tres únicas regiones en las que menos de la mitad de escuelas tiene energía eléctrica.
El acceso restringido a servicios básicos y condiciones idóneas en la escuela tienen relación directa con el desempeño escolar. Una de las conclusiones de la Evaluación Muestral de Estudiantes del año pasado –en la que participaron alumnos de primaria– fue que “se observan grandes desafíos en regiones como Loreto y Ucayali” en matemática, lectura, y ciencia y tecnología, pues obtuvieron los puntajes más bajos.
El exministro de Educación Daniel Alfaro explica que en las regiones amazónicas y de difícil acceso hay menos conectividad, lo cual puede impactar negativamente en los aprendizajes. ”En las zonas con mucha ruralidad se juntan varias brechas. Y estas, acumuladas, se traducen en resultados en aprendizajes realmente bajos”, asevera.
Por otro lado, la educación es un área transversal, en la cual participa no solo el Ministerio de Educación, sino otros sectores, así como los gobiernos regionales y locales.
“La salud y la educación en el Perú son servicios descentralizados. La responsabilidad es compartida: no debemos quitarle responsabilidad [de la situación actual] a los gobiernos regionales ni a los congresistas, pues fiscalizar es una de sus funciones. Además, representan a sus regiones”, asevera Norma Correa, antropóloga especializada en políticas públicas.
Inestabilidad y cambios
El exministro Alfaro comenta que las Direcciones Regionales de Educación (DRE), que dependen de los gobiernos regionales, “tienen mucha más importancia de la que le damos”, además de que manejan presupuestos importantes.
En la primera mitad del año, en siete departamentos hubo al menos dos directores regionales de Educación, mientras que en el Callao y Tumbes han sido nombradas tres de estas autoridades. ”La alta rotación genera inestabilidad y la pérdida de tiempo clave en la gestión pública. Si hay un eterno reseteo de autoridades, se pierde eficiencia y se desperdician talentos”, refiere Correa.
Finalmente, Alfaro destaca que muchas veces los nombramientos en las DRE se politizan, dejando de lado las competencias técnicas y especialización en el sector.
“Hablamos de figuras con muchísima responsabilidad, porque manejan el presupuesto educativo en sus territorios”, concluye el extitular de Educación.
ECData comprobó que en julio, cuando ya había concluido la mitad del año escolar, solo se había entregado el total del material educativo en dos regiones. “La distribución del material debería empezar en julio, no en diciembre. Así tendríamos un flujo continuo y los almacenes tendrían stock todos los meses”, remarca Alfaro.
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