Una tranca que va de canto a canto (de una puerta) es el producto estrella que permitió a Víctor Raúl Cánepa poner los cimientos de Cantol, reconocida marca de seguridad que este año cumple 50 años. Sus hijos Patricia y Raúl, hoy reconocidos Líderes Empresariales del Cambio, están al mando de la compañía y buscan seguir el legado.
MIRA: Así perciben los peruanos y peruanas la distribución de las tareas en el hogar, ¿se ajusta a la realidad?
— La marca es icónica y muy tradicional. ¿Crecer empresarialmente con ese legado fue un desafío?
Patricia: Tiene sus retos. Si bien los peruanos estamos acostumbrados decirle Cantol a la tranca, nos ha costado que el consumidor entienda que también somos candados, cerraduras digitales y eléctricas. Romper ese patrón es difícil, pero es un hermoso paraguas de seguridad: sacamos un producto y el consumidor lo asocia a que es de buena calidad. Cuando tienes una marca ganada, año a año debes hacer un trabajo importante. Y nosotros apostamos en ser una marca conocida no solo en el Perú, sino también en Ecuador y Bolivia, que son nuestros dos grandes focos de internacionalización.
— Sus formaciones profesionales son distintas. ¿Cómo lograron involucrarse en el liderazgo de la compañía?
Raúl: En nuestro caso, al involucrarnos dentro de la organización, mi padre nos dio la libertad de ubicarnos en el área donde más nos sintiéramos con ganas de aportar. En mi caso, siempre ha sido producción y operaciones. Yo acompañé mucho a mi padre en la parte de innovación. Cada uno buscó su propio espacio y hemos aprendido mucho. Como toda empresa, hemos tenido discrepancias. Pero en ese aprendizaje también hemos aprendido a respetar los órganos de gobierno. Sabemos respetar los acuerdos entre nosotros.
— ¿Cuál es la cultura empresarial que buscan que predomine a lo largo de la organización?
Patricia: Somos muy creyentes que esto es un trabajo de equipo. Esa empatía es algo que mi padre nos dejó muy marcado. Eso sumado al respeto. Es importante cómo tratamos al equipo.
Raúl: Normalmente los fundadores como mi padre son muy apasionados y guerreros. Cuando entra una segunda generación y tienes que liderar a 400 personas, la fórmula –que nos la dio mi padre– es dar el ejemplo. Y hemos aprendido que, más allá de inspirar y dar el ejemplo, ser un líder es también formar a otros líderes. Llegar a los mandos medios y transmitir todo el ADN Cantol. Y no te hablo de cerraduras, sino de valores.
— ¿Cuáles son los objetivos comerciales a largo plazo?
Patricia: Queremos seguir innovando y hacer productos a la medida del Perú. El tipo de robo aquí es muy particular. Entonces, esas particularidades nos permiten trabajar en cerraduras que ofrezcan vivir tranquilo.
— ¿Cómo tomaron la noticia de ser reconocidos como Líderes Empresariales del Cambio?
Raúl: Estamos muy agradecidos. Tenemos un alto concepto de las personas que están atrás de la organización. Son personas que nos inspiran a seguir creciendo como profesionales y personas. El premio nos acerca a una red importante y eso me apasiona mucho. Son ‘networks’ muy potentes que pueden aportar mucho a las empresas, a las familias y al país.