Ben Schneider

A los ejecutivos hoy en día se les exige más y mejores resultados y esto requiere se reinventen frecuentemente, adquiriendo nuevas competencias. La presión es tal, al igual que la incertidumbre, que muchos experimentan fatiga y paradójicamente, resistencia al cambio, aflorando la sensación de agotamiento severo.

En paralelo, el trabajo en la oficina ha estado evolucionando y ha pasado del extremo de hacerlo desde casa, en un ambiente poco adecuado, a regresar a la oficina ya sea en modalidad híbrida o total. Lo que empezó como una supuesta nueva forma de trabajar (‘home office’), ha terminado generando un ambiente de falta de pertenencia, identificación y cohesión.

Esto ha producido un distanciamiento entre directivos y colaboradores que ha devenido en un ambiente de suspicacia y aislamiento.

Una muestra de ello, es la modificación aprobada por el Congreso a la ley de teletrabajo prohibiendo a los colaboradores el realizar actividades personales durante su horario de trabajo.

No sorprende por lo tanto, que los líderes empresariales estén implementando programas de retorno a la oficina en forma intensiva con el propósito de recuperar vía el ‘coaching’ y ‘mentoring’, la necesaria interacción diaria ya sea formal o casual que es fuente vital para aprender nuevas competencias, aplacar la ansiedad y recuperar los reflejos, cualidad fundamental en entornos de alta incertidumbre y disrupción.

El doctor Daniel Laya, catedrático de la IE University, destaca como la ciencia del comportamiento da cuenta de que los individuos son influenciables por dinámicas de grupo, donde unos copian las buenas prácticas de otros y a través de múltiples interacciones presenciales, logran “inspirarse” y así abrazar el cambio sin resistencia, fomentando la “resiliencia”, competencia clave hoy en día.

Los centros de trabajo deben asegurarse de contar con espacios que incentiven la interacción entre colegas. Así, las oficinas se convierten en centros de aprendizaje, irradiando un clima que favorece la innovación, la tormenta de ideas, donde se premie el compañerismo y no se penalicen los errores bien intencionados.

Es importante que la alta gerencia se comprometa a generar un ambiente de apertura, seguridad y bienestar, solo así los colaboradores se encontrarán dispuestos a reconstruir el “tejido organizacional” seriamente afectado durante la pandemia y el trabajo remoto.

Si los jóvenes quieren progresar en sus líneas de carrera, deben mostrarse ante sus jefes, deben inspirarse con ayuda de sus mentores, deben aprender interactuando con colegas y para ello, el centro de trabajo les proveerá el ambiente adecuado para brillar con luz propia y así ayudar a que sus organizaciones se desarrollen en forma sostenida.

Ben Schneider PhD en administración de empresas, empresario y director del MBA de Pacífico Business School.