(Foto: Archivo)
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Existe una alta dependencia entre el incremento de los ingresos tanto de las personas como del Gobierno con la expansión del .

Por ejemplo, cuando la ha crecido alrededor del 2,7%, los ingresos de los han aumentado menos que ese avance (2,5%); pero cuando la actividad ha registrado un aumento cercano al 3,6% –como ha sucedido en los últimos 10 meses–, el ascenso de los ingresos ha sido mayor a ese ritmo (4,3%).



A ello hay que agregarle el impacto que tiene el aumento del PBI en las cuentas fiscales. Según el , alrededor del 25% o 30% de los errores que se cometen en la proyección de los ingresos públicos obedece a la subestimación o sobreestimación del avance del PBI y del índice de exportaciones. Es decir, un bajo crecimiento de la economía puede conducir a un aumento de los ingresos del gobierno menor al esperado, y por ende, a un mayor gasto y un mayor déficit.

El recientemente ha actualizado su pronóstico de crecimiento de la actividad económica para el 2019 y lo ha mantenido en 4,2%. Sin embargo, los indicadores al primer trimestre muestran una debilidad de la economía y la necesidad de un crecimiento mayor en los próximos meses.

El Índice Mensual Económico de El Comercio () estima que la producción habría crecido alrededor del 2,5% en el primer trimestre del año, por lo que tendría que aumentar a un ritmo mensual de 4,8% en lo que resta del 2019 para alcanzar la meta oficial; una expansión de la que dudan los ex ministros de economía y .

Ambos economistas prevén que el PBI convergería a un crecimiento del 3,5% al cierre del año. Para lo cual la economía debería crecer en torno al 3,8% en los siguientes meses.

LAS CAUSAS

De acuerdo con el Imeco, la actividad habría crecido alrededor del 3,7% en marzo, en parte porque en comparación con marzo del año pasado registró dos días laborables adicionales, dado que las fiestas por Semana Santa acontecieron un mes después. Además, la producción del sector construcción registró una recuperación.

Con este resultado, la economía habría registrado una expansión anualizada de 3,82%, ligeramente por encima del crecimiento potencial.

El primer indicador para construir el Imeco consiste en ponderar el crecimiento sectorial a partir de los indicadores adelantados que reporta el Instituto Nacional de Estadística.

Este estimado muestra un crecimiento de 3,92% para marzo, superior frente al resultado de enero (2,5%) y de febrero (3,37%), impulsado por el avance de la producción en el sector construcción.

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Este último habría avanzado en marzo en alrededor del 5%, debido al incremento del consumo local de cemento (5,25%) –que explica el 74% de la producción de este sector– y al avance de la inversión pública en 3,6%. En el primer trimestre del año, la construcción habría alcanzado un aumento de apenas 1,9%, debido sobre todo a la caída de la inversión pública (-5,4%).

En tanto, el subsector electricidad aceleró su crecimiento al pasar de 5,33% en febrero a 6,35% en marzo.

En cuanto a los sectores primarios, la producción minera avanzó apenas 0,15%, después de cinco meses consecutivos de caídas. Pero todavía no se puede hablar de un rebote, debido a que registró un comportamiento parecido a mediados del año pasado. En el primer trimestre del 2019, la minería registró un retroceso en su producción de 0,6%.

Por el lado de la producción agropecuaria, esta habría registrado en marzo una expansión de alrededor del 4,2% –inferior en tres puntos porcentuales frente al avance de febrero–, lo que implicó un aumento del 4,9% en los primeros tres meses del año.

El segundo indicador del Imeco busca aproximarse al comportamiento de la demanda interna. Este estimado arrojó una tasa de crecimiento de 3,4%, superior en 0,6 puntos porcentuales frente al avance de febrero, explicado por el dinamismo del sector construcción, electricidad y el consumo de pollo. No obstante, contrarrestaron su crecimiento la caída de la importación de bienes de consumo (8,7%) y bienes de capital (6,7%).

En resumen, la economía sigue creciendo alrededor de su potencial, pero este ritmo es insuficiente como para alcanzar la meta oficial del 4,2%.

*ANÁLISIS

Un flojo primer trimestre, por Juan Carlos Odar, editor central de la sección Economía y Negocios

El Imeco calculado para marzo nos lleva a estimar que la economía peruana creció alrededor de 2,5% durante el primer trimestre. Considerando que en marzo el efecto estadístico de Semana Santa era favorable en comparación al mismo mesdel año pasado –por la presencia de un mayor número de días laborables–, el dato ha estado por debajo de lo esperado. Y sugiere que abril también tendrá una baja tasa de crecimiento.

Más allá del número, también es de destacar su composición. Si bien solo pesca, minería y manufactura se han contraído, es la primera vez desde el tercer trimestre del 2015 en que más de dos sectores han caído al mismo tiempo.

En este panorama, el sector construcción jugará un papel clave en los próximos meses. En particular, es de esperarse un mayor dinamismo de la inversión pública en sus componentes regional y local. Sin embargo, que el PBI crezca 4,2% en el año, como espera el gobierno, se pone cuesta arriba.

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