Municipalidad de Lima taló árboles de plazuela Santo Domingo - 2
Municipalidad de Lima taló árboles de plazuela Santo Domingo - 2
Angus Laurie

Año 1500:  La zona que hoy es denominada Centro Histórico de Lima fue un área con árboles frutales, incluyendo lúcumos, paltos y pacaes.

1535: De acuerdo con el cronista Lizárraga, Pizarro eligió la zona del Centro Histórico de Lima para fundar la ciudad en parte por la presencia de árboles frutales. De acuerdo con el diario de Inés Muñoz, en la primera reunión de regidores de Lima –30 de enero de 1535– , ellos ordenaron que “ninguna persona, vecino ni morador, corte ningún árbol”.
 
1920: Según un artículo del arquitecto Alberto Sánchez Aizcorbe, en junio de 1997, durante el gobierno del presidente Leguía, las plazas del Centro Histórico estaban llenas de palmeras.

1935: El arquitecto Héctor Velarde, en una columna en “La Prensa” con el título “La Plaza de Armas, Pizarro y las palmeras”, cuestionó la existencia de las palmeras en la Plaza de Armas por ser plantas tropicales y fuera del carácter de Lima. Según Sánchez Aizcorbe, esto empezó un largo proceso de eliminación de los árboles del centro.

1994: La Municipalidad de Lima aprobó la Ordenanza 062. El artículo 96c de este documento efectivamente prohibió la arborización de las calles del Centro Histórico con las excepciones de Av. Abancay, Jr. Lampa y Av. de la Emancipación.

2016: Tres ficus septuagenarios fueron talados por la Municipalidad de Lima en la plazuela Santo Domingo por estar infectados con la “mosca blanca”.

Como resultado de una larga historia, el Centro Histórico de Lima es un lugar predominantemente sin árboles. La lógica usada para sustentar el artículo 96c es, por un lado, que en la época colonial las calles de Lima fueron “secas” (sin árboles).

Aparte de reducir el confort ofrecido por los árboles al darnos sombra y mitigar la contaminación del aire y sonora, la prohibición de calles arborizadas levanta cuestiones sobre nuestra búsqueda de una identidad “auténtica” de la ciudad. En la búsqueda de la verdad, uno puede también regresar hasta la realidad precolonial de Lima y reclamar que su carácter “auténtico” es como el de una huerta de árboles frutales.

Por otro lado, existe una preocupación que los árboles tapan la vista de las fachadas de los edificios históricos. Sin embargo, hay muchos ejemplos de monumentos de importancia internacional que tienen parte de su fachada escondida por árboles. Estos incluyen la fachada sur de Notre Dame en París, las fachadas norte y este del Monasterio del Westminster y la fachada sur de la casa de Somerset en Londres.

El artículo 96c representa una posición extremadamente conservadora sobre el paisaje histórico-urbano. Si queremos recuperar el Centro Histórico, hay que eliminar esta absurda prohibición no solamente por el reto de conservarlo, sino para el uso, aprendizaje y el disfrute de las personas.

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