La Costa Verde lleva casi tres meses en estado de emergencia por peligro inminente ante derrumbes. Sin embargo, los reportes de caídas de rocas, piedras y tierra de los acantilados no son nuevos. Tampoco la tecnología que lograría mitigar los derrumbes: los andenes.
Ayer, luego del derrumbe ocurrido a la altura de la playa Los Yuyos de en Barranco, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, reconoció que la colocación de geomallas sobre los acantilados es insuficiente. Una intervención profunda incluiría un desquinchado [retiro de material con posibilidad de desmoronamiento] y andenerías que permitan “una verdadera contención”, según dijo a la prensa desde la zona del deslizamiento.
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Esta última es una propuesta que desde hace años viene siendo planteada por expertos.
El arquitecto y urbanista Jorge Ruiz de Somocurcio señala que, en el año 2016, presentó ante la Autoridad del Proyecto Costa Verde (APCV) un estudio que planteaba construir andenes en distritos como Barranco o Miraflores. Según explicó a El Comercio, el diseño fue elaborado junto al fallecido ingeniero Julio Kuroiwa, considerado padre de la ingeniería sísmica en el Perú.
“Se pueden hacer andenes donde el talud lo permita, donde no sea tan vertical. En otros lugares del mundo ha funcionado, pero cada ciudad debe tener soluciones de acuerdo a su propio ADN”, detalló.
Veinte años antes, la entonces directora del Instituto de Investigación de la facultad de Arquitectura, Urbanismo y Artes de la UNI, arquitecta Victoria Ramos, también hablaba de la construcción de andenes y terrazas como una solución a los continuos desprendimientos de rocas, en especial los de San Miguel y Magdalena del Mar. En una entrevista con este Diario, realizada el 17 de mayo de 1999, señaló que mediante este sistema los espacios podrían ser utilizados para áreas verdes, creando nuevos centros de esparcimiento en los mismos acantilados.
¿De qué se trata?
Manuel Vílchez, especialista del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet), explica que la andenería consiste en cortar el talud en forma de grandes escaleras, con lo cual se puede reducir la altura y pendiente de los acantilados para ganar estabilidad. Esta es una propuesta que también recomienda su institución, siempre que vaya acompañada de estudios de geotécnica e ingeniera civil que determinen técnicamente en qué sectores se pueden colocar.
Según indicó, se debe considerar la altura y ángulo de la pendiente, material de los acantilados, así como la presencia de edificaciones en la parte alta. “La construcción de andenes va a depender de cuán factible y viable es su aplicación. No solo es un tema de ingeniería sino también se debe incluir la parte social”, señaló a El Comercio.
Ruiz de Somocurcio coincide en que tanto los andenes como la colocación de otros elementos de protección tienen que ser estudiados con minuciosidad según las características de cada sector de la Costa Verde. Por ello, en su opinión, es necesario pensar proyectos integrales que involucren seguridad y uso del espacio público de todo el ecosistema marino del borde costero. De lo contrario, cualquier iniciativa que busque ordenar los acantilados o el Circuito de Playas será de carácter temporal. En esa línea, considera que la APCV no ha cumplido su función por lo que urge una autoridad autónoma al estilo de la Autoridad para el Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU).
“Como no existe una visión para la Costa Verde, hay una política de parches. La velocidad 40 y 60 km, los 120 metros intangibles o las geomallas no son soluciones definitivas”, indica Ruiz de Somocurcio.
Proyecto piloto
La Municipalidad de Miraflores plantea construir, desde el próximo año, andenes sobre el acantilado de la quebrada Armendáriz como parte del proyecto Parque Bicentenario.
Pedro Linares, vocero de la Municipalidad de Miraflores en Gestión del Riesgo de Desastres, informó que el expediente técnico de la obra estaría terminado en un mes, con lo que los trabajos empezarían en abril de 2020.
“Va a servir como plan piloto para garantizar la estabilidad de los acantilados. Ya los incas nos enseñaron cómo estabilizar cerros para que no se caigan”, dijo.
Según el vocero, el proyecto demandará una inversión de entre 20 y 25 millones de soles, los cuales serán financiados por el Gobierno Central. Tendrá 3 hectáreas, 5 plazuelas y un jardín botánico.
Otras propuestas
Debido a que los andenes solo podrían construirse en sectores específicos de los acantilados, el arquitecto Ruiz de Somocurcio propone que se aparte la vía del acantilado en tramo de Magdalena y San Miguel, así como la construcción de muros de contención en el borde de la vía Circuito de Playas de la Costa Verde.
“Todo esto le va a dar un elemento de seguridad en la Costa Verde, la cual debe ser intangible excepto en algunos puntos en los cuales la ciudad se conecta con el mar como las entradas y quebradas”, agregó.
Manuel Vílchez de Ingemmet agrega que cada propuesta debe contar con un proyecto detalle especifico por sectores. “No todo el acantilado tiene la misma configuración. Tiene diferentes alturas, pendientes y los materiales son distintos”, remarcó.