Gladys Pereyra Colchado

El Penal de Barbadillo, famoso por albergar a expresidentes peruanos –Alejandro Toledo y Pedro Castillo en este momento–, puede convertirse, a pedido de la Policía Nacional del Perú (PNP), en un nuevo centro penitenciario para policías sentenciados o procesados en el ejercicio de sus funciones. Aunque la propuesta se vincula con procesos del fuero común, el proyecto se ciñe específicamente para el personal policial investigado por dos periodos concretos: la lucha antisubversiva y las protestas sociales tras la destitución de Pedro Castillo.

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