Crisis simultáneas y complejas se viven en dos distritos de la capital muy golpeados por la pandemia. En el asentamiento humano Manolo Castillo (Villa María del Triunfo) y la Agrupación Familiar Nueva Casuarinas (San Juan de Lurigancho), los vecinos han decidido organizarse para atravesar juntos el difícil momento.
Aunque estos dos centros poblados se encuentran en diferentes distritos, comparten la misma realidad: abandono, desempleo y pobreza. Similar situación se vive en muchas zonas de la periferia de Lima, donde la pandemia asestó un golpe muy duro. Los pocos ahorros que tenían se terminaron y no cuentan con los recursos necesarios para seguir subsistiendo. Si bien el Ejecutivo ha destinado bonos a los sectores vulnerables y ha distribuido un presupuesto para canastas a las municipalidades, ellos no han recibido nada.
—Manos a la olla —
Desde que los vecinos del asentamiento humano Manolo Castillo perdieron sus trabajos y dejaron de recibir ingresos diarios, decidieron organizarse para preparar una olla común.
Provistos de ladrillos, leña, palos y una carpa que donó una vecina, los vecinos del asentamiento humano –suman unas ochenta familias– reciben a diario los víveres que cada morador humildemente puede aportar. Solo entonces saben qué comerán, y para cuántos alcanzará.
“Si nos toca comer a una cucharita, lo hacemos. Aquí la situación es dolorosa, no sabemos qué comeremos al día siguiente y si alcanzará para todos. Hay mucha gente que solo come una vez al día”, cuenta Justina Torres, de 36 años y una de las encargadas de preparar estos alimentos en las ollas comunes.
En la Agrupación Familiar Nueva Casuarinas, el gas es un lujo. Por ello, cada vecino debe aportar dos palos de leña por día para cocinar los alimentos.
“Desde que empezó la cuarentena, en marzo, no imaginamos que pasaríamos por esto, confiábamos en que las autoridades iban a llegar para brindarnos el apoyo, pero nunca lo hicieron. Aquí hay muchas madres solteras y personas que han perdido el trabajo y no tienen ningún tipo de ingreso”, dice Mariela Buitrón, de 29 años y una de las mujeres que hacen hasta lo imposible por llenar las ollas.
¿Cuánto dura el período de incubación del COVID-19?
Primero hay que entender que el período de incubación es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad.
De acuerdo con estimaciones, el periodo de incubación de la COVID-19 oscila entre 1 y 14 días, y en general se sitúa en torno a los cinco días.
Por el momento se continúan analizando y actualizando estos datos para tener una información más precisa y detallada.
¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?
Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.
Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).
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