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Puente Miraflores-Barranco “no nos deja dormir”: el reclamo por luces intensas de la obra y lo que dice la norma
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Dolor de cabeza, fatiga visual e insomnio: es lo que afirman sentir los vecinos que viven en las primeras cuadras del Malecón Paul Harris, en Barranco, por la presencia de las luces blancas instaladas en el puente que une al citado distrito con el de Miraflores, así como otras de tonalidad azul colocadas en los alrededores. El intenso brillo de la iluminación afecta su descanso nocturno y la calidad de vida en la zona de la bajada Armendáriz.
A fin de ser escuchados, el último miércoles, durante la inauguración del corredor turístico Miraflores-Barranco, varios edificios lucieron letreros y carteles denunciando contaminación lumínica por la obra. Asimismo, realizaron un ‘cacerolazo’ en el extremo del puente que da al malecón Paul Harris. No faltaron las pancartas con frases que criticaban la intensidad de las luces.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.

Según la comuna miraflorina, la infraestructura peatonal de 112 metros de longitud, que conecta los malecones de la Reserva (Miraflores) y Paul Harris (Barranco), busca convertirse en un nuevo atractivo turístico frente al mar. Cuenta con una inversión de casi S/30 millones, financiados por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, a través del Plan Copesco. La obra se caracteriza por tener capas de vidrio transparente a los lados, una franja de vidrio en el piso y una iluminación con sistemas LED.
Desde adentro del problema
El Comercio llegó el pasado jueves hasta el epicentro del problema y pudo acceder a algunas de las viviendas de Barranco que resultan más afectadas por las luces, ya que les cae de forma directa. Las familias ratificaron los reclamos que durante varias semanas le han hecho llegar a su municipio a través de cartas y han dado a conocer en redes sociales.
Apenas al ingresar a una de las viviendas de la cuadra 2 del Malecón Paul Harris, ubicada en un piso superior, una luz atraviesa el balcón, las ventanas de la sala proyectándose en las paredes. Eran las 8 p.m. y pese a que la intensidad de las luces disminuyó un poco en comparación al día anterior, de igual forma se pudo notar una molestia visual.

En esta vivienda han optado por cerrar las persianas de las ventanas que dan al balcón en horas de la noche e incluso las de una habitación que apunta hacia el puente, ya que la luz se cuela por cualquier rendija. Fue cuando llegaron varios medios a cubrir estas demandas cuando, de forma repentina, se apagaron las luces de la base del puente y una de las dos filas a lo largo del paso peatonal.
En tanto, en la siguiente vivienda, situada a unos pasos de la anterior, la historia se repite. “Han bajado las luces, pero aun así se llega a percibir una molestia en los ojos. Los últimos días han sido terribles, no se podía dormir. Es una luz que está ahí, en el ambiente, que te da de lleno a los ojos”, comentó la residente. Y efectivamente. Pese a haber disminuido la intensidad, la iluminación blanca que se proyecta fastidia a quien le cae directo. Incluso, luego de unos minutos, se convierte en insoportable.

Ya en la tercera casa, ubicada en la cuadra 3 del malecón, la situación cambia levemente. Aquí el gran problema ha sido la intensa iluminación que desde días anteriores han proyectado las letras que dicen ‘Parque Bicentenario’, implementadas hacia el extremo del puente que da a Miraflores. Vale decir que el día de la visita estas letras lucían apagadas.
“Las luces nos daban literalmente en la cara. Mi sala estaba apagada pero con la luz todo se iluminaba. Ahora lo han apagado, pero no sé si será momentáneo hasta que bajen los reclamos”, manifestó la dueña de la vivienda. “Han puesto las luces y en ningún momento no han tenido el gesto de consultarnos ni comunicarnos nada“, agregó.

De igual forma, en la última vivienda visitada, el malestar es el mismo: fastidio en los ojos, dolor de cabeza e insomnio. “No es capricho, somos varios vecinos que nos hemos organizado y decidimos hacer sentir nuestro reclamo, no de ahora, sino desde hace tiempo, pero no nos han escuchado. La potencia de las luces no nos da paz ni tranquilidad", sostuvo.
En todo el tiempo que El Comercio permaneció en la zona sí pudo sentir el ruido visual que señalan los vecinos, aun en medio de un descenso de la intensidad da las luces. Además, algunos vecinos vienen analizando colocar cortinas blackout en sus ventanas, que son cubiertas especiales que bloquean la luz exterior, a fin de evitar mayor afectación.

Por otro lado, Roger Loayza, vecino miraflorino, también mostró su disconformidad con la iluminación elegida para el puente. Señaló, por ejemplo, que antes se podía ver a la distancia el brillo de la luna en el mar. Ahora, claramente eso ha desaparecido y ha generado un gran malestar entre los vecinos al punto de que muchos están considerando mudarse porque sienten que vivir allí ya no es lo mismo.
“La iluminación está afectando a los vecinos que están más cerca del puente. Entonces, lo que se solicita es una iluminación que se integre mejor, que sea cálida, no fría, que sea mucho más tenue. Algo que haga que este puente esté presente, pero no de una manera tan pesada visualmente“, indicó.
¿Hay afectación?: Expertos opinan
Jean Pierre Araujo, coordinador jurídico de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), dijo a El Comercio que con relación al recientemente inaugurado puente que une Barranco y Miraflores, tanto la intensidad de la luz, como su mal direccionamiento estarían generando que esta entre a los hogares de los vecinos, impidiendo que tengan un adecuado descanso. “Esta situación podría calificar como contaminación lumínica para lo que dispone la Ley Nº 31316, Ley de Prevención y Control de la Contaminación Lumínica“, precisó.
Asimismo, explicó que la contaminación lumínica se origina cuando un elemento con iluminación artificial presenta riesgo de generar impactos nocivos en la salud, integridad y vida humana, así como a la vida silvestre, la calidad ambiental y la belleza paisajística.
“El impacto en los humanos el está relacionado con la alteración de los ciclos del sueño y del rendimiento. También aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, aumento de peso y hasta puede afectar la salud mental. Además, causa la desorientación de miles de aves migratorias. También hay un impacto en el ciclo de anidación de las tortugas y eclosión de sus crías; mientras que en los insectos tiene un efecto devastador”, detalló.
Por su parte, Andrea Domínguez, docente de la Clínica Jurídica Ambiental de la PUCP, sostuvo que se habla de contaminación lumínica cuando la luz artificial nocturna se emite en exceso, en horarios, lugares o intensidades que afectan el descanso de las personas, la seguridad vial, la biodiversidad o el paisaje. En este caso, dijo que el puente sería un ejemplo típico: luces de alta intensidad, orientadas hacia las viviendas, encendidas en horario nocturno y que impiden el descanso de los vecinos y por tanto podrían estar configurando una contaminación lumínica.
“Los impactos están bien documentados. En las personas la exposición a la luz artificial nocturna altera los ritmos circadianos y la producción de melatonina. Afecta el sueño, genera estrés, pérdida de calidad de vida al impedir el descanso. A nivel urbano incrementa accidentes, distorsiona el paisaje nocturno y oculta el cielo estrellado", detalló.
Luis Chacaliaza, de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UNI, explicó que en iluminación existe algo que se llama luz intrusiva, que es aquella que va a entrar a las casas, por ejemplo, pero que no debería darse. En ese sentido, entra a tallar lo que técnicamente se denomina temperatura de color (tonalidades de luz). Dependiendo de qué temperatura se utiliza habrá un posible impacto.
“Puedes tener una luz cálida que es una luz amarilla, una luz fría y una luz intermedia o neutra, que es la que encuentras en un banco o en un centro comercial. Estas tonalidades de luz se diferencian por qué tanto porcentaje de luz azul tiene cada una. Mientras más amarilla menos azul, mientras más blanco más azul”, detalló.
En base a esto, Chacaliaza precisó que a mayor luz azul las personas estarán más alerta. Esto es perjudicial, ya que el cuerpo segrega ciertas hormonas con menor intensidad de iluminación, se relaja y le produce sueño. “La idea es iluminar donde se requiere la luz. El resto es desperdicio y es contaminación“, dijo.
Regulación
Jean Pierre Araujo señaló que para el caso de las ciudades, es recomendable revisar la “Norma Técnica de Alumbrado de Vías Públicas en Zonas de Concesión de Distribución”, aprobada por la Resolución Ministerial Nº 013-2003-EM-DM. La citada norma técnica tiene, establece entre otras cosas, los estándares del servicio de alumbrado público dentro de las áreas que cuentan con concesiones de distribución eléctrica, como es el caso de Miraflores y Barranco.
“El título 4 sobre alumbrado de zonas especiales establece que las zonas circundantes a los parques deben tener el nivel de iluminación equivalente al de la calle mayor. En cuanto a los puentes peatonales se debe evaluar el nivel de iluminación caso por caso, siendo el mínimo de 3 lúmenes por m2 (una luz tenue como la de la tarde). En el caso del puente de Miraflores y Barranco, la iluminación debería tener una similar a la del entorno, respetando la armonía de la ciudad, situación que no se habría dado", dijo.
Respecto del horario, la norma técnica establece que este debe brindar el servicio cuando el rango de visibilidad sea de 10 lúmenes por m2 y dejar de operar cuando la luz natural alcance los 30 lúmenes por m2. “También existe la Ordenanza 2522-2022-MML, que establece que los horarios de iluminación ornamental se encuentren en servicio entre las 23:00 y 7:00 horas. Asimismo, prevé que las luminarias tengan una orientación descendente para evitar la contaminación lumínica“, añadió.
Por su parte, Andrea Domínguez resaltó que la Ley Nº 31316 establece criterios de prevención y control. Sin embargo, una de las debilidades hoy en día es que aun no se ha aprobado el reglamento, lo que ayudaría a que se establezcan acciones más concretas. "La norma propone que los elementos luminosos deben apagarse entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana, salvo en carreteras. También se prevé restricciones de instalaciones cerca de viviendas, parques, playas o ecosistemas que pueden ser sensibles“, explicó.
Para Chacaliaza, la regulación en Perú sobre este tema aun es muy básica. Si hablamos de normativas de alumbrado, o sea, de sistemas de iluminación, hay la norma de alumbrado de vías públicas, que son las que utilizan las empresas eléctricas, que fue emitida por el Ministerio de Energía y Minas en el año 2002 y entró en ejecución en el 2003. “Esa norma te da niveles, más no te da estrategias de cómo iluminar”, precisó.
¿Qué han respondido los municipios?
Durante la ceremonia de inauguración del corredor turístico, el alcalde de Miraflores, Carlos Canales, respondió a las voces que critican la intensidad de las luces instaladas en el puente. Argumentó que estas ya estaban planteadas así en el expediente técnico, por lo que debían realizarse de acuerdo a este.
“Nosotros hemos escuchado también a través de la alcaldesa de Barranco las cartas que han remitido (los vecinos), pero teníamos que recibir la obra, dar la conformidad de acuerdo al expediente técnico. De acuerdo al expediente técnico esta es la luminaria que nos tenían que entregar", señaló.
No obstante, el alcalde informó que su gestión está evaluando la implementación de un sistema de luces inteligentes para que las mismas se puedan graduar durante la noche.

En tanto, Felipe Ojeda, subgerente de Deporte y Recreación del municipio de Miraflores, también se refirió a esta situación: “El tema con las luces es que se debieron a los ensayos en un inicio y a las luces puestas para la ceremonia inaugural. Estas ya han sido retiradas y las luces han venido siendo reguladas, están dentro de los estándares permitidos por la ley, dentro de lo que el ministerio manda. Estamos abiertos al diálogo con los vecinos”.
Por su parte, la alcaldesa de Barranco, Jessica Vargas, solo se centró en destacar la inauguración de la nueva estructura y lo ventajoso que será para promover más el turismo en la zona. “Es un ícono que permitirá a vecinos y visitantes vivir una experiencia única”, dijo.
Detalles de la obra
En el 2023, Incot S.A.C. ganó la licitación de la obra del citado corredor turístico y poco de tiempo después inició los trabajos. Sin embargo, en diciembre del 2024, la Municipalidad de Miraflores resolvió el contrato con la empresa debido a incumplimientos que impidieron su avance. Desde ese momento, pasaron unos meses en que el proyecto quedó paralizado.
Ya en marzo de este año, la Municipalidad de Miraflores confirmó la adjudicación del saldo de obra del Corredor Turístico al Consorcio Costa Verde, tras una invitación pública en la que cuatro empresas presentaron su interés en ejecutar los trabajos restantes. En aquella oportunidad, el municipio precisó que la obra culminaría en un plazo máximo de 90 días, es decir, a fines de junio. No obstante, la obra fue inaugurada recién el pasado 20 de agosto.

Cabe mencionar que a mediados de junio, un video publicado en redes sociales generó preocupación en los vecinos. Se trataba de un aparente desnivel en una de las uniones de la plataforma del puente. En el video se advierte que en una de las uniones las piezas no parecen encajar del todo, pues una se ubica unos cuantos centímetros por encima de la otra.
El Comercio llegó hasta la zona en aquel momento y comprobó efectivamente la existencia de dicho desnivel. Asimismo, se observó que en el punto en mención se había realizado un tipo de intervención a fin de tratar de emparejar la unión. Por su parte, el municipio de Miraflores respondió con un comunicado, donde señaló que la obra cumple con altos estándares de calidad que aseguran su solidez estructural.










