Williams, una apuesta por la línea, la forma y nuestra historia.
Williams, una apuesta por la línea, la forma y nuestra historia.
Enrique Planas

Pocas veces la pintura abstracta tiene tanto sustento real. Líneas, formas, espirales, le sirven al artista Armando Williams para encontrar el sentido de la ciudad, del desierto, de la amazonía. En los últimos diez años, es el paisaje de Máncora, balneario donde vive y pinta en los últimos años. "Lo que pasa es que es el lenguaje de la pintura lo que es abstracto. Es el medio al cual me aferro y en el que encuentro miles de posibilidades", explica. Así, adaptándose a las circunstancias, Williams busca traducir ciertos espacios y memorias en las dos dimensiones de la pintura.

“Niña maga”, óleo sobre tela inspirado en la joven víctima, ubicada al centro del sacrificio chimú.
“Niña maga”, óleo sobre tela inspirado en la joven víctima, ubicada al centro del sacrificio chimú.

Su colega, el pintor Ricardo Wiesse, escribe el texto de la muestra. Reflexiona sobre las formas de caracolas de sus pinturas, que emparenta con los brazos inconmensurables de las galaxias, los patrones de crecimiento de las plantas o las cadenas del ADN. "Simboliza la excelencia artesanal del Universo. Intuitiva o racionalmente", escribe. Para Wiesse, los artistas de todas las épocas se han visto fascinados por esa perfección espiral. "Todo lo orgánico va de un sentido macro a lo específico. La espiral está en todo", dice.

Arqueólogo limpia uno de los cuerpos hallados en la Pampa La Cruz, Huanchaco, en junio de 2018.
Arqueólogo limpia uno de los cuerpos hallados en la Pampa La Cruz, Huanchaco, en junio de 2018.

—Cuando me hablas de aferrarse a la pintura, se trata de una demostración de resistencia. Vivimos en tiempos en que no solo la pintura pierde terreno, sino que el mundo es cada vez más inorgánico y desvinculado de la naturaleza...
La pintura se ha mantenido a través de toda la historia de la humanidad. No hablo solo de los 500 años del óleo, sino desde las cuevas de Altamira. Además, es un lenguaje que va mutando y, sin embargo, siempre se mantiene anclado en ciertas cosas básicas: la línea, el color, el soporte, la aproximación del artista hacia el medio. Es una puesta en escena de larga tradición. Y, a la vez, uno está en el presente y tiene que reflejarlo.

"Pintura 2", parte de la serie sobre el paisaje de Huanchaco.
"Pintura 2", parte de la serie sobre el paisaje de Huanchaco.

—A veces, la tradición y la historia aflora literalmente. Es el caso de los sacrificios chimú de niños recientemente descubiertos. ¿Cómo llegó el tema a tu obra?
Cada tiempo descubro imágenes de las cuales me voy colgando. Ellas reflejan, de alguna u otra forma, una esencia de lo que es la historia de este país. En ese sentido, la pintura que yo llamo "La niña maga", está referida al descubrimiento de un entierro chimú cerca de Huanchaco. se trata de un gran sacrificio relacionado con el Fenómeno del Niño. Es una forma de pensar también en esas situaciones cíclicas por las que atravesamos, problemas recurrentes en toda nuestra historia. Hablamos de un sacrificio de 130 niños en la cultura chimú. Casi todos los cuerpos habían sido sacrificados abriéndoles el corazón. En todos los restos el esternón estaba partido. Sin embargo, la niña ubicada al centro del entierro era la única que había sido sacrificada con un golpe en el cerebro. Llevaba un tocado de plumas, demostrando su jerarquía.

En “Oído a la línea”, su nueva individual en Fórum, el artista inspira su propuesta abstracta en temas muy concretos: el paisaje de Máncora y el reciente hallazgo de sacrificios humanos chimú en Huanchaco.
En “Oído a la línea”, su nueva individual en Fórum, el artista inspira su propuesta abstracta en temas muy concretos: el paisaje de Máncora y el reciente hallazgo de sacrificios humanos chimú en Huanchaco.

—¿Qué simboliza ese sacrificio para ti?
Es una noción muy fuerte, el límite de la entrega. Pensar en un sacrificio de seres cuyas vidas recién comienzan...

Parte de la exposición "Oído a la línea" en la galería Fórum.
Parte de la exposición "Oído a la línea" en la galería Fórum.

—Hablamos de sacrificios motivados por algo inexplicable: la fe. Y sin embargo, a los antiguos peruanos no les sirvió de mucho. ¿Podemos traspolarlo a la situación social del país?
Sí, claro. Lo llevamos en el ADN. Es por eso que esas situaciones conectan con uno. Es una forma de cuestionarse. Antes he trabajado con otras imágenes. Por ejemplo, la imagen del grupo de reclutas en una playa de Marbella, que hace un par de años bajaron a hacer maniobras, muriendo cuatro de ellos. Tengo un cuadro que capta ese momento a partir de la fotografía del celular de uno de ellos. Es una imagen muy chocante, que tiene tanto que ver con lo que somos...

Parte de la exposición "Oído a la línea" en la galería Fórum.
Parte de la exposición "Oído a la línea" en la galería Fórum.

—Y que tiene que ver con el sacrificio sin sentido...
Claro, es lo mismo. Empujar a todos a algo que, ni ellos mismos, sabían si iban a salir con vida.

—¿Pintar es, hoy en día, también un sacrificio sin sentido?
Al contrario, es lo único que tiene sentido. Lo único que te permite encontrarle sentido a las cosas.

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