Son casi 11.000 los miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, y 9945 de ellos los que votan para elegir a los nominados y ganadores de los premios (no votan los miembros eméritos, sin actividad actualmente). Para hacerse una idea: es una cantidad de votantes similar a la del distrito de Pucusana, uno de los más pequeños de Lima. Y, sin embargo, son los gustos y preferencias de este grupo de académicos los que cada año generan enorme expectativa entre cinéfilos de todo el mundo.

Los miembros de la Academia de Hollywood son trabajadores de la industria en sus diferentes áreas de especialización (directores, productores, actores, etc.). Cada año se suman nuevos integrantes: aquellos que alcanzan una nominación al Óscar, por ejemplo, automáticamente se suman a la Academia; pero también están aquellos que se integran por propuesta y nominación de otros miembros. El Perú tiene a dos representantes: Claudia Llosa, que se unió al selecto grupo luego de que su película “La teta asustada” fuese nominada como Mejor Cinta Internacional en el 2010; y Francisco Lombardi, que .

"Emilia Pérez" es la película más nominada de esta edición del Óscar (13 categorías), pero la controversia en torno a su protagonista, Karla Sofía Gascón (izq.), parece haber desinflado su campaña. (Getty Images)
"Emilia Pérez" es la película más nominada de esta edición del Óscar (13 categorías), pero la controversia en torno a su protagonista, Karla Sofía Gascón (izq.), parece haber desinflado su campaña. (Getty Images)
/ Natasha Campos

La conformación de este grupo no ha estado exenta de polémica, por supuesto. En el 2012, el diario “Los Angeles Times” reveló que el 77% de sus miembros eran hombres, y el 94% estaban identificados como blancos. Esa falta de diversidad se reflejaba, durante décadas, en la uniformidad de sus figuras y películas ganadoras. Ello ha motivado que, en los últimos años, por aumentar significativamente la presencia de mujeres y la inclusión de personas de distintas nacionalidades y grupos étnicos.

“Esto ha dado como resultado que, en los últimos cinco años, veamos un incremento de mujeres nominadas y ganadoras en las categorías de mejor película y mejor dirección; así como una mayor presencia de personas que representan esa voluntad de tener mayor inclusión y diversidad”, explica el crítico de cine Juan Carlos Ugarelli, que menciona casos resaltantes: el de Troy Kotsur, quien en 2022 se convirtió en el primer hombre sordo en ganar un Óscar de actuación; el de Lily Gladstone en el 2024, primera nativa americana en ser nominada como mejor actriz; o el de Karla Sofía Gascón, que (polémicas aparte) este año se convirtió en la .

PERO ¿CÓMO VOTAN?

A diferencia de otros tiempos, el proceso de votación para los Óscar es hoy por hoy completamente virtual, lo que ayuda a guardar mejor su secretismo. A los casi 10.000 electores, la Academia les pide ver la mayor cantidad de películas posibles de las nominadas, y votar solo por aquellas que hayan visto, aunque no existe un método que asegure al 100% que cumplan con esos requisitos.

Si bien todas los ganadores de casi todas las categorías se eligen por mayoría simple de votos, hay una sola que tiene un mecanismo diferente: la de Mejor Película, el premio mayor. En ese rubro existe el llamado “voto preferencial”, un sistema algo complejo, pero que Juan Carlos Ugarelli resume de esta manera:

“Aquí los miembros de la Academia no eligen simplemente a su película nominada favorita, sino que clasifican a las nominadas (en este año son 10) por orden de preferencia del 1 al 10. Si una candidata recibe más del 50% de los votos, gana. Si ninguna candidata obtiene la mayoría, la candidata con menos votos en total es eliminada, y las balotas se vuelven a tabular con las preferencias de segunda opción de los votantes. Y así el proceso continúa hasta que una candidata obtenga más del 50% de los votos”.

El mecanismo no es perfecto y ha sido cuestionado por varios especialistas. “En lugar de que las películas más audaces, innovadoras o creativas ganen el Óscar por mayoría simple, puede presentarse un escenario en el que la ganadora sea la segunda o tercera película favorita de la mayoría de los votantes. Una opción de consenso que no apasione particularmente a la mayoría, pero que tampoco ofenda ni disguste a nadie”, señala Ugarelli en diálogo con El Comercio. Ganadoras como “Moonlight”, “Green Book” o “CODA” podrían haberse visto beneficiadas por ese tibio consenso.

Todo el proceso de conteo y escrutinio es realizado por una empresa externa a la Academia: PricewaterhouseCoopers (PwC). Por esa razón, hasta el mismo día de la ceremonia solo dos personas de dicha compañía son las que conocen a los ganadores, confidencialmente puestos en sobres y guardados en maletas. Dato curioso: fue uno de esos encargados quien, en el 2017, le dio un sobre equivocado a los presentadores Warren Beaty y Faye Dunaway, que provocó

Representantes de la empresa PwC, encargada del conteo de votos de los Premios Óscar, guardan bajo siete llaves los sobres con los ganadores de la gala. (Getty Images)
Representantes de la empresa PwC, encargada del conteo de votos de los Premios Óscar, guardan bajo siete llaves los sobres con los ganadores de la gala. (Getty Images)
/ Arturo Holmes

UNA CAMPAÑA FEROZ

La carrera por el Óscar muchas veces empieza desde el mismo momento del estreno de las películas (o incluso antes, pues hay estudios que se empeñan en producir cintas “oscarizables”). Los esfuerzos de los estudios apuntan a una fuerte exhibición de sus películas: mientras más votantes las vean, más chances habrá de que voten por ellas para su nominación.

Por esa razón, las campañas desplegadas para conseguir una estatuilla dorada son millonarias. Según estimados de la prensa especializada, cada año se gastan aproximadamente US$500 millones en promocionar las películas para el Óscar, un equivalente cercano al presupuesto combinado de las 10 cintas nominadas en el rubro Mejor Película. Un monto nada despreciable.

Ello ha motivado que se impongan ciertas reglas y restricciones en el proceso de promoción. Por ejemplo, ya no está permitido que las casas productoras envíen las película directamente a los votantes; en vez de ello, deben subirlas a una plataforma única, desde donde los miembros de la Academia pueden visualizarlas.

Otra restricción consiste en que, si bien se pueden organizar funciones de las películas e invitar a miembros votantes, está prohibido invitarles comidas o bebidas, pues ello puede ser visto como una forma de dádiva a cambio de votos.

Nada de lo cual evita que surjan ciertas artimañas no del todo honestas durante la campaña. “Lamentablemente, esto también incluye muchas estrategias y tácticas de guerra sucia”, resalta Ugarelli. Un caso emblemático es el del productor (hoy preso por una larga lista de denuncias de acoso y violencia sexual en Hollywood), quien era reconocido como un especialista en las malas artes para promocionar sus películas. sería una muestra de ello.

De hecho, la carrera por el Óscar 2025 ha estado plagada de pullas y puñaladas que poco han tenido que ver con la valoración estrictamente cinematográfica de algunas de las cintas nominadas: desde declaraciones polémicas hasta comportamientos personales cuestionables, pasando por publicaciones despectivas o violentas rápidamente viralizadas en redes sociales.

“Este año hemos visto cómo la conversación alrededor de las películas nominadas se ha centrado en factores que van desde , protagonista de ‘Emilia Pérez’, hasta el uso de ‘blackface’ por parte de las actrices nominadas Zoe Saldaña y Fernanda Torres años atrás, o la utilización de Inteligencia Artificial en la mezcla de sonido de ‘El brutalista’”, recuerda Juan Carlos Ugarelli. “Si bien es cierto que es importante hablar abiertamente de temas como el racismo, los discursos de odio y el uso ético de la tecnología en el cine, esos temas no deberían acaparar toda la conversación ni ser el factor determinante a la hora de premiar a una película o una actuación”, agrega. Para bien o para mal, las cartas están puestas sobre la mesa y este domingo se conocerán los resultados.

SEPA MÁS


  • Si vas a ver la entrega del Óscar este domingo, no te puedes perder la transmisión en vivo que desde El Comercio emitiremos por todas nuestras redes sociales. Desde las 4:30 p.m. Luciana Villegas, periodista de la sección Viú, comentará la alfombra roja acompañada del consultor de moda Stefano Ayubu, la comentarista de cine Eliana Vizquerra y el asesor de imagen Javier Rojo.


  • Y desde las 7:00 p.m. mientras se desarrolla la premiación, comentaremos todos los detalles de la ceremonia con Juan Carlos Fangacio, periodista de la sección Luces, y Leslie Arce, periodista de Saltar Intro de El Comercio, quienes serán acompañados por los críticos de cine María Alejandra Bernedo y Sebastián Zavala Kahn.