(EFE)
El guitarrista Jimmy Page, antiguo líder de Led Zeppelin junto al cantante Robert Plant y protagonista de algunas de las historias de excesos más comentadas del rock, describe su vida, ya septuagenario, como la de un "hedonista responsable".
"Quise que mi vida fuese tan amplia como fuera posible. Disfruté de todas las facetas de todo aquello que se puede disfrutar", rememoró el músico, que conserva una memoria precisa de la década en la que Led Zeppelin recorría el mundo en "jet" privado -llamaban a su avión "The Starship"- y parece recordar dónde y cómo grabó cada línea de guitarra con el grupo.
Más de tres décadas después del último álbum oficial de la banda, con su cabellera ya blanca recogida en una coleta, Page se ha encerrado durante meses en el estudio para volver a escuchar cientos de grabaciones originales de Led Zeppelin y sacar a la luz nuevas rarezas y versiones inéditas.
Fruto de ese trabajo, los tres primeros álbumes del grupo -"Led Zeppelin" (1969), "Led Zeppelin II" (1969) y "Led Zeppelin III" (1970)- se reeditarán el 3 de junio, acompañados por un disco complementario que permite asomarse al otro lado del espejo de una banda en cuya historia no es fácil discriminar la realidad del mito.
Alrededor de Led Zeppelin, los relatos de sexo, drogas y cuartos de hotel destrozados se entremezclan con episodios sobre ocultismo y magia negra.
El propio Page alimentó esas leyendas en los 70 al mostrarse como un devoto seguidor del esoterista británico Aleister Corwley (1875-1947), algo así como un sacerdote del diablo, hasta el punto de que llegó a adquirir la mansión en el lago Ness que había servido de refugio a Corwley.
Su afición a ese lado oscuro fue el origen de todo tipo de teorías sobre mensajes ocultos en la música de Led Zeppelin, de las que Page ha tratado de mantenerse al margen durante décadas.
"No tengo paciencia para escuchar hacia atrás los discos de todo el mundo, pero estoy seguro de que también encontraría cosas interesantes si pusiera al revés, por ejemplo, los álbumes de Cliff Richard, un cristiano confirmado. Nunca sabes lo que podrías encontrar ahí", ironiza Page con buen humor, pese a su fama de rechazar preguntas sobre el tema.
Tras una pausa, matiza que encuentra "muy interesante la sonoridad de la música cuando la escuchas hacia atrás".
"Hicimos muchas cosas con ecos al revés, con guitarras al revés, estaba fascinado con eso", añade, sin cerrar la puerta a una leyenda negra con un tirón comercial que otras bandas también trataron de imitar.
Recostado en un sofá junto a una chimenea encendida, en el salón de un discreto hotel en el exclusivo barrio londinense de Knightsbridge, Page explica que solo siente nostalgia de los años de Led Zeppelin cuando recuerda a su compañero John Bonham, el batería del grupo fallecido en 1980 tras una noche etílica precisamente en Boleskine House, aquella enigmática mansión del lago Ness.
"Ahora mismo puedo decir que me siento triste al recordarlo, pero, cuando escuchaba las grabaciones, no. Podía notar la intensidad de aquellas sesiones. La atmósfera que se cortaba con un cuchillo", rememora Page, autor de diversos "monumentos arquitectónicos sonoros" -la expresión con la que se refiere a los temas del grupo- como "Kashmir" y "Stairway to Heaven".
De la nueva versión de "Since I've been loving you" que se publica ahora, con un largo y crudo solo de Page, el músico precisa que se trata de un ensayo distendido que el grupo ejecutó un día antes de grabar el tema final que se publicó en su tercer álbum.
A pesar de que Led Zeppelin ocupa desde hace décadas un lugar privilegiado en la historia del rock, Page continúa esperando la reacción del público ante su música con cierta inquietud.
"Cuando les dejé escuchar algunos de los nuevos temas a los periodistas, estaba sentado al final de la sala, fijándome en sus cabezas, para ver si se balanceaban, porque no podía ver su expresión. Cuando algunos de ellos aplaudieron al acabar 'Since I've Been Loving You', fue una gran sensación", relató el guitarrista.
"No es que tenga dudas. Durante décadas mucha gente se ha acercado a hablar conmigo sobre Led Zeppelin y entiendo por qué lo adoran. Simplemente no sabía cómo reaccionarían los periodistas", explicó.
"Me habían dicho que en ese tipo de escuchas a veces comienzan a hablar entre ellos. En esta ocasión nadie lo hizo", comentó Page días después de esa sesión con la prensa, en el mismo edificio a las afueras de Londres, donde la banda grabó sus primeros discos, que vuelven a salir ahora al mercado acompañados de un material que les aporta una nueva perspectiva.