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“No quiero esconder que soy su hijo. Mi papá es un genio”: Fabián Zignago habla del desamor, de Gian Marco y de su primer álbum
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A los 16 años, Fabian Zignago lanzó su primera canción motivado por la necesidad de expresar sus emociones. Era un adolescente buscando su voz en un estudio cerrado, con más dudas que certezas. Hoy, con 22 años, lanza “Niño Bueno”, su primer álbum, un retrato íntimo de sí mismo, construido entre el amor, el desamor y recuerdos familiares.
“Desde niño, los papás de mis amigos me decían ‘tú eres un niño bueno’… tomé ese concepto para escribir desde un lugar honesto, fiel a mí mismo. Ahí nació todo”, cuenta el hijo de Gian Marco Zignago.

Melodías del alma
El álbum tiene siete canciones (más dos versiones alternas) y está dividido en dos lados, como los vinilos que tanto admira. En ese formato análogo encuentra una metáfora perfecta para su propia historia: un lado A que sueña y un lado B que recuerda.
Entre sus canciones, “Contraste” destaca como el reflejo de su presente: “La escribí tras ver a alguien del pasado en una fiesta. Me descolocó, me cruzó los cables. Escribí sobre eso”.

Hablar de amor también es inevitable cuando se explora el corazón propio. Fabian recuerda su primer gran desgarro emocional con honestidad.
“Sufrí la primera vez que me terminaron. Tenía 15 o 16 años. Llegué llorando a mi mamá, con ese llanto que te tiemblan los labios. Después de eso no me he hecho mucho rollo. Y ahora están mis hermanas, son mi fuente de apoyo, tienen los mejores consejos (ríe)”.
Pero hay también temas que no son del todo suyos y aun así duelen, como “Diecinueve”, inspirada en la historia de alguien cercano que estaba por perder a una persona amada. “Me costó una semana escribirla. Es sobre esas últimas horas con alguien que sabes que ya no estará”.

“Bajo la mesa”, en cambio, lo representa por completo. “Esa canción tiene un solo de guitarra… y yo soy guitarrista. Me fascina. Siento que me define”, asegura.

La música como refugio
Fabian ha vivido entre dos mundos. Se mudó de Lima a Los Ángeles a los 9 años. Hoy, desde Miami, crea un sonido propio, influenciado por el pop anglo, pero con alma latina. “Mi herencia peruana no siempre está en la letra, pero está en el corazón. Y eso se nota”, dice.
El hijo de Gian Marco
La sombra de un apellido famoso podría aplastar a muchos. Fabian, en cambio, la abraza con madurez: “No quiero esconder que soy su hijo. Mi papá es un genio, un crack, y siempre me ha dicho que yo ya lo superé en guitarra y producción. Pero sí siento presión en el Perú. Fuera, no tanto”, detalla.
Y aunque tuvo la oportunidad de abrir el concierto por los 30 años de carrera de Gian Marco en el Estadio Nacional —una experiencia que atesora profundamente—, Fabian considera que una gira juntos no sería lo más natural, simplemente porque sus públicos son distintos.

“Me encantaría salir de gira con artistas como Morat, Lasso o Sebastián Yatra. Siento que su público podría conectar con lo que hago”, comenta.
Horizonte claro
Firmado por Universal Music Latino —la única firma peruana del sello, según detalla—, Fabian sabe que el camino recién empieza. Pero ya tiene claro lo que quiere: tocar en vivo, encontrar nuevas audiencias, dejar el nombre del Perú en alto y, ojalá, ganar un Grammy.
“Estoy hambriento, emocionado, agradecido. Sé que es un privilegio poder hacer música. Apenas estoy comenzando”, subraya.












