El tres de noviembre del 2018, el automóvil que transportaba a Luz Merly Santa Cruz y a su madre desde Abancay a la provincia de Grau cayó a un abismo de 100 metros de altura. El vehículo quedó destrozado y la artista ayacuchana, que representará al Perú en el Festival de Viña del Mar 2020, terminó con varios cortes en la cara, el tabique roto y contusiones en todo el cuerpo. Aquel día, “volví a nacer”.
“Fue una experiencia muy fuerte, muy dura, que me hizo reflexionar sobre lo que estaba haciendo con mi vida. Recuerdo que pedíamos ayuda y nadie nos escuchaba; fue un escenario horrible, mi madre y yo salimos caminando del lugar, en plena nevada, ayudadas por policías. Ahora valoro más a mi familia y a todas esas cosas que hasta ese día no valoraba”, comenta la cantante de 32 años.
Aquella traumatizante experiencia cambió la percepción que Luz Merly tenía sobre la vida. Convertida en una mujer más fuerte y decidida, capaz de superar cualquier adversidad, se dedicó a cumplir sus metas. Llegar a Viña del Mar fue una de ellas.
“Después del accidente decidí hacer realidad todos mis sueños. Le conté a mi mamá que quería representar al Perú en Viña del Mar y, como toda madre, me dio el impulso que en ese momento necesitaba. Entonces convoqué a colegas compositores ayacuchanos, como Manuel Barrón, para crear un tema que transmita fuerza, que motive. Así nació ‘Por un mañana mejor’”, precisa Santa Cruz.
El inicio de la aventura
En setiembre del 2019, Luz Merly envió el audio y el videoclip de “Por un mañana mejor” a la organización de Viña del Mar con la esperanza de representar al Perú en la categoría de folclore en la imponente competencia internacional de música. Tres meses después, una semana antes de Navidad, la buena noticia llegó vía email y whatsapp.
“No sabemos qué consideró el jurado para elegirnos, lo que sí sabemos es que pasamos la valla y ahora estamos en competencia. Llevaré mi música a un escenario de gran envergadura y lo haré con todo el corazón. Estoy segura, tranquila, esa experiencia de ver de cerca a la muerte me ha servido para fortalecerme mucho y no tenerle miedo a nada, ni al ‘Monstruo’ de la Quinta Vergara’ ”, refiere la artista peruana.
La cantante ayacuchana viene de una familia conocedora del arte y la música peruana. Su padre es profesor de música y sus hermanos integran una orquesta musical.
"Empecé cantando a los ochos años, en reuniones familiares, luego que mi familia detectara que en mi cantar había vibrato, afinación y melodía. Me inicié con rancheras, con “La de la mochila azul” y “La calandria. Es ahí que me presento a un concurso llamado ‘Buscando nuevas voces’ en Ayacucho, y gané en la categoría infantil. El premio fue el financiamiento de una producción musical”, destaca.
La intérprete nacional se enfrentará en Viña del Mar a Nahuel Pennisi (“Avanzar” - Argentina), Luis Fer Revollo (“Luz de la vida” - Bolivia), Sol de Río (“Somos Paraíso” - Chile), Alex y Juank (“Amates” - Colombia) y Andreé Galez (“Venezuela” - Venezuela).
“Me han hablado muy bien de Nahuel de Argentina, es un músico invidente que tiene una voz prodigiosa. La valla está alta para todos los competidores. El artista de Bolivia también tiene un estilo folclórico, pero un poco más moderno, sus videos son muy profesionales. De Sol del Río, un grupo de Chile, no he encontrado mucha información, y el joven del dúo colombiano también canta precioso. La competencia está reñida, pero a mí nadie me para", subraya.