Just Fontaine tenía 24 años cuando se convirtió en el máximo anotador en la historia de los mundiales. En Suecia 58, la Copa en que apareció Pelé y Garrincha era un puntero indescifrable, el atacante del Rems marcó 13 goles. No pudo seguir inflando redes por una doble fractura que lo mandó al retiro a los 27 años. Desde entonces, nadie ha podido anotar más goles en un solo torneo ni ha habido un francés que, con más mundiales, se acerque a tan excepcionales números.
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Hasta que apareció Kylian Mbappé.
Aunque es poco probable que el delantero del PSG alcance la marca de Fontaine en Qatar 2022, con los cinco que suma, no solo ya es el goleador del actual Mundial sino que en total ya tiene 9 en dos Copas del Mundo y ha quedado a solo cuatro de su compatriota. A días de cumplir 24 años y en la plenitud de sus facultades, no es una locura predecir que tiene tiempo suficiente para convertirse en el francés más goleador de la historia y, cómo no, superar los 16 del alemán Miroslav Close, en la cima de los pichichis mundialistas en cuatro participaciones.
La novedad no es que la gacela francesa haya sido decisivo en el 3-1 del campeón sobre los polacos. El adjetivo que mejor define su actuación es uno solo: demencial. Como extremo por la izquierda superó en velocidad las veces que quiso a Cash y se convirtió en un fabricante de centros envenenados que confirmaron a Szczesny como el mejor golero del torneo. Cuando se dio cuenta del desgaste de la fórmula, se corrió como interior y a los 44′ habilitó a Giroud, quien con un movimiento de cuerpo se zafó de su marcador y anotó el primero.
Con este gol de Olivier Giroud al minuto 44, Francia 🇫🇷 está ganándole 1-0 a Polonia 🇵🇱 y por ahora se mete entre los 8 mejores de #CatarEnDIRECTV ⚽️.
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¿Merecida victoria parcial para el equipo de Didier Deschamps? 🤨 pic.twitter.com/56guVSZUqo
El caso del delantero del AC Milan es curioso. Hace cuatro años, en Rusia, parecía dispuesto a llevarse el mundo por encima. No se perdió ninguna celebración, pero solo apareció en los gritos o abrazando a sus compañeros. Su indiscutido aporte táctico nunca se concretó en gol. Hoy, a los 36 años, ya suma 3 en Qatar y es figura determinante. Su protagonismo, sin embargo, se ensombrece ante la gigantesca figura de Mbappé.
Con Mbappé no vale
Francia había dejado la presión alta y Polonia se daba un respiro. Corrían los 70 minutos y Kylian acababa de estropear una nueva escapada por la izquierda. Le puso mucha fuerza a la pelota y se le fue lejos. Se lo veía exhausto, algo frustrado, peleado consigo mismo. Hasta que, en una pelotera en el área de Lloris, el omnipresente Griezmann -el verdadero líder silencioso de Les bleus- reventó la pelota de un zapatazo, pronto le llegó a Mbappé en el área y este con la frialdad de un serial killer, acomodó el balón sobre su derecha y, sobre la marca de dos desesperados defensores, metió un zapatazo más colocado que fuerte que sentenció el encuentro.
Aquí está el tremendo golazo de Kylian Mbappé para anotar la segunda en el cotejo. ¿Huele a bicampeonato en #CatarEnDIRECTV ⚽️?
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Francia 🇫🇷 2-0 Polonia 🇵🇱 pic.twitter.com/kvXpu0y3ew
Meter algunos sustos no había sido suficiente para una selección polaca que enfrentó el partido con valentía, aguantando la asfixiante presión inicial y tratando de encontrar huecos por los flancos o el centro de la defensa francesa. Pero el segundo tanto los derrumbó. No había tiempo ni fútbol para ir por el milagro. Y en los estertores del encuentro, nuevamente Kylian encajó un zapatazo mortal al ángulo. El penal de Lewandoski, convertido tras una repetición ordenada por el juez, solo sirvió para maquillar un resultado que acaso debió ser más demoledor.
¡La gran figura del partido! 🌟
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Kylian Mbappé y su segundo gol para meter a su selección entre las 8 mejores de #CatarEnDIRECTV ⚽️.
¿Son los máximos candidatos al título 🏆?
Francia 🇫🇷 3-0 Polonia 🇵🇱 pic.twitter.com/ZXxgQlsaKF
Para ser campeón mundial no hacen falta solo máquinas afiatadas, capaces de imponer su ritmo y disfrazar sus fisuras. Se requieren también talentos que marquen diferencias en los momentos clave, que no se desesperen, que tengan claridad para sobrellevar los momentos complejos y golpear en los instantes precisos.
A esta Francia le sobran en cada línea. El ridículo ante Túnez (derrota en la tercera fecha de la fase de grupos), además, sirvió para sacudir sus egos. Si cuando se pone serio, el equipo de Deschamps es temible, contar con Mbappé es demasiado. Así no se vale.