El alemán Mesut Özil denunció la presión contra una minoría musulmana en China. (Foto: Reuters)
El alemán Mesut Özil denunció la presión contra una minoría musulmana en China. (Foto: Reuters)
/ HANNAH MCKAY

Se queman Coranes … se cierran mezquitas … se prohíben las escuelas musulmanas … eruditos religiosos están siendo asesinados uno por uno … hermanos son enviados a la fuerza a los campamentos”. Esta fue la denuncia que, a través de un mensaje en turco en sus cuentas de Twitter e Instagram, lanzó el viernes pasado el futbolista alemán en referencia a la minoría musulmana uigur en China.

La furia del Gobierno Chino no tardó en manifestarse. Dos días después de esas publicaciones, el Arsenal -club en el que milita Özil- se enfrentaba al Manchester City por la Liga Premier inglesa. Era uno de los platos fuertes de la jornada dominical futbolera que millones de hinchas chinos siguen cada fin de semana. A todo esto, según reporta la agencia AP, China es el mercado de transmisión en el extranjero más lucrativo de la Liga Premier, con los derechos vendidos por US$700 millones para el período 2019-2022.

Nada de eso importó a la televisión estatal china CCTV, que en represalia por las palabras escritas por Özil decidió no transmitir el lance. Incluso el resumen con las mejores acciones del partido fue cancelado. Lo mismo hizo la plataforma de streaming PPTV

Además, la Asociación China de Fútbol expresó su “enorme indignación y decepción” por los comentarios del jugador germano de abuelos turcos, según consignó el diario “Global Times”, publicado por el Partido Comunista de China (PCCh), la única agrupación política permitida en el gigante asiático.

Pero la molestia de las autoridades de Beijing no quedó allí. El internacional alemán de 31 años fue borrado ayer de las versiones chinas del famoso videojuego Pro Evolution Soccer (PES) por sus “comentarios extremos”, según el conglomerado de videojuegos NetEase, que distribuye en China en los teléfonos móviles el PES.

Estas declaraciones han herido la sensibilidad de los aficionados chinos y violado el espíritu de amor y de paz de este deporte”, remarcó NetEase. “No entendemos, no aceptamos y no perdonamos este comentario”.

El drama de los uigures

¿Pero quiénes son los uigures y por qué se ha mostrado tan drástica China en su reacción? Los uigures, según consigna la agencia AFP, son una de las 56 etnias censadas en el país más poblado del planeta. Se trata de una minoría musulmana que habla una lengua emparentada con el turco y que constituye cerca de la mitad de los 25 millones de personas que habitan en Xinjiang, una de las cinco regiones autónomas ubicada en el noroeste de China.

Mujeres uigures pasan al lado de las fuerzas de seguridad chinas mientras patrullan una calle en Yecheng, en la región de Xinjiang. La imagen es de abril del 2008. (Foto: Reuters)
Mujeres uigures pasan al lado de las fuerzas de seguridad chinas mientras patrullan una calle en Yecheng, en la región de Xinjiang. La imagen es de abril del 2008. (Foto: Reuters)

En el 2014 ocurrieron ataques con arma blanca en la estación de Kunming (31 muertos) y otro con explosivos contra un mercado de Urumqi (39 víctimas fatales), la capital de Xinjiang. Beijing apuntó a militantes de grupos terroristas uigures como los responsables del atentado.

Desde entonces, China se ha enfrentado a una creciente condena internacional que acusa a las autoridades del PCCh de haber internado en campos de reeducación política a cerca de un millón de uigures en Xinjiang. Allí, según diversas organizaciones de DD.HH., los internos son sometidos a actos de tortura, golpizas y privación de alimentos, además de imposiciones religiosas.

Beijing desmiente ello y señala que se trata de campamentos o centros de formación profesional que tienen como misión ayudar a los uigures a encontrar un empleo y alejarlos de “las tentaciones del islamismo y del extremismo”.

Desconozco si el señor Mesut Özil ha visitado alguna vez Xinjiang. Tal parece que fue cegado y mal informado por algunos reportes falsos y comentarios incorrectos”, lanzó hace unos días Geng Shuang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.

Acto seguido, invitó al jugador del Arsenal a visitar y “echar un vistazo” a esa región “para que haga una clara distinción entre lo correcto y lo incorrecto” si tiene sentido común.

Más parece, sin embargo, un discurso para quedar bien en vista de las acciones tomadas por la televisora estatal y la gigante de videojuegos. Encima, Özil puso de fondo en su texto la bandera del Turquestán Oriental o Uiguristán, como llaman a dicho territorio los separatistas uigures, para mayor irritación de China.

Desde Londres hasta EE.UU.

El Arsenal se ha apurado en tomar distancia de las “opiniones personales” de su jugador, aclarando que el club “siempre se ha adherido al principio de no involucrarse en temas de política”.

Manifestantes marchan en Estambul, Turquía, en apoyo a los uigures de China y en solidaridad con el futbolista Mesut Ozil después del furor causado por sus críticas a las políticas de China hacia la minoría musulmana. (Foto: Reuters)
Manifestantes marchan en Estambul, Turquía, en apoyo a los uigures de China y en solidaridad con el futbolista Mesut Ozil después del furor causado por sus críticas a las políticas de China hacia la minoría musulmana. (Foto: Reuters)
/ UMIT BEKTAS

Pero la entidad londinense no ha sido la única que ha reaccionado frente a la postura del jugador. El extécnico del Arsenal, Arséne Wenger, ha defendido su derecho a opinar. “Mesut se beneficia de la libertad de expresión como cualquier otra persona. Utiliza su notoriedad para expresar sus opiniones, que no son necesariamente compartidas por todo el mundo, pero tiene derecho”, afirmó el DT francés.

Desde la arena política, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aprovechó para pegar a su gran rival en el mundo. “Los medios de propaganda del PCCh pueden censurar los partidos de Mesut Özil y del Arsenal durante toda la temporada, pero la verdad prevalecerá”, tuiteó.

Luego añadió que Beijing no puede ocultar “sus graves violaciones de derechos humanos perpetradas contra los uigures y otras religiones”.

El Gobierno Británico también le mostró su cara larga al gigante asiático señalando que “regularmente reporta al Gobierno Chino” sus “preocupaciones sobre la cuestión de los derechos humanos en Xinjiang”.

Centro de otra controversia

No es la primera vez que Özil se ve envuelto en la polémica. En vísperas del Mundial Rusia 2018 apareció en unas fotos con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que no es precisamente un modelo de respeto a los derechos humanos y que ha tenido no pocos desencuentros con líderes de la Unión Europea.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante su encuentro con el jugador de fútbol del Arsenal, Mesut Özil, en Londres, el 13 de mayo del 2018.  (Foto: Reuters)
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante su encuentro con el jugador de fútbol del Arsenal, Mesut Özil, en Londres, el 13 de mayo del 2018. (Foto: Reuters)
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Ante las críticas recibidas en su país natal (Özil nació en Gelsenkirchen), el volante se defendió diciendo que se tomó las fotos porque, de haberse negado, se hubiera interpretado como “una falta de respeto” hacia sus “raíces turcas”. “Para mí, hacerme una foto con el presidente Erdogan nada tiene que ver con la política o con las elecciones, sino con el respeto hacia el máximo cargo del país de mi familia”, manifestó.

En aquella ocasión, la imagen se tomó como un apoyo a la campaña por la reelección del jefe de Estado turco, cuyas relaciones con la canciller germana Ángela Merkel no han sido precisamente distendidas.

En marzo de este año, la química entre Özil y Erdogan volvió a exhibirse. Nueva foto, esta vez con el mandatario turco como testigo de la boda del crack alemán con la modelo turca Amine Gulse.

Desde la cancillería alemana se evidenció el fastidio. “Nos entristece cuando alguien que ha llevado durante tanto tiempo la camiseta de la selección alemana, y que tuvo que encarar la reacción de la opinión nacional tras su primer encuentro con Erdogan, que acabe de esta manera es decepcionante”, se expresó Helge Braun, jefe del gabinete de Cancillería en entrevista para “Bild”.

No deja de ser curioso que el jugador a quien sus críticos, más allá de su innegable calidad, tildan de ‘pecho frío’ por sus actuaciones dentro de la cancha, desate tantas pasiones y calenturas con sus actos e intervenciones fuera de ella.

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