Quién es Omar al Bashir, el dictador que cayó por subir el precio del pan

Jartum. El presidente de Sudán, Omar al Bashir, 75 años, objeto desde hace una década de dos órdenes de captura de la Corte penal internacional (CPI), fue derrocado por el ejército el jueves, tras una inédita protesta popular que pone fin a 30 años de gobierno.

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En estas tres décadas, Omar al Bashir gobernó Sudán con mano de hierro tras llegar al poder por un golpe de Estado en 1989.

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La movilización de miles de sudaneses, desencadenada por la decisión del gobierno de aumentar el precio del pan el 19 de diciembre en un país en plena crisis económica, constituyó el mayor desafío desde su llegada al poder.

Decretó el estado de urgencia el 22 de febrero tras intentar reprimir el movimiento de protestas.

La magnitud de la protesta bajó, pero volvió a cobrar fuerza el 6 de abril, cuando una muchedumbre se congregó ante el Cuartel general del ejército en Jartum para pedir apoyo a los militares.

Miles de manifestantes acamparon día y noche durante seis días frente a la sede del ejército, que destituyó a Bashir el jueves.

Según un balance oficial, al menos 49 personas murieron desde el inicio del movimiento de protestas. La ONG Human Rights Watch registró 51 muertos, entre ellos niños.

- Órdenes de captura -

Omar al Bashir desafiaba ya desde hace tiempo a la Corte penal internacional (CPI), con sede en La Haya. En 2009, la CPI lanzó una orden de captura por "crímenes de guerra y contra la humanidad" en Darfur, región del oeste de Sudán afectada por la violencia, antes de agregar en 2010 la acusación de "genocidio".

El conflicto en Darfur causó más de 300.000 muertos y 2,5 millones de desplazados, según la ONU.

En diciembre de 2018, viajó a Damasco para entrevistarse con el presidente Bashar al Assad, convirtiéndose en el primer jefe de Estado árabe en visitar Siria tras el inicio del conflicto en 2011.

Bajo su presidencia, Sudán ingresó a una coalición encabezada por Arabia Saudita, que interviene desde 2015 en Yemen contra los rebeldes.

- Quiebra económica -

Acusado por los manifestantes de mala gestión de la economía, Bashir prometió en varias oportunidades desarrollar el país, sin convencer a los manifestantes.

Sudán está fragilizado por el embargo económico impuesto por Estados Unidos en 1997 por las presuntas violaciones de los derechos humanos y "terrorismo". El embargo fue levantado en 2017, pero no trajo los beneficios esperados.

Desde la independencia del Sur en 2011, el país sufre de la pérdida de las tres cuartas partes de los ingresos petroleros y además enfrenta una inflación de casi 70% al año y un grave déficit de divisas extranjeras.

- Carrera militar -

Nacido en 1944 en una familia de Hosh Bannaga, ciudad situada a unos cien kilómetros al norte de Jartum, fue fascinado desde muy temprano por la carrera militar.

El 30 de junio de 1989, el general Bashir y un grupo de oficiales derrocaron al gobierno elegido democráticamente de Sadek al-Mahdi.

El golpe fue apoyado por el Frente islámico nacional, partido de su mentor Hassan al-Turabi, quien murió en 2016 después de convertirse en uno de sus peores opositores.

Bajo la influencia de Turabi, orientó a Sudán hacia el islam radical. Sudán está compuesto por múltiples tribus y estuvo dividido entre el norte de mayoría musulmana y el sur poblado por cristianos.

Sudán se conviertió en centro de la internacional islamista y acogió al jefe de Al Qaida, Osama bin Laden, antes de expulsarlo en 1996 bajo presión estadounidense. Luego trató de alejarse del islamismo radical y congraciarse con adversarios y vecinos.

En 2005, firmó un acuerdo de paz con los rebeldes del sur que abrió la vía a compartir el poder y a un referéndum de independencia de esa región. En 2011 el sur logró la independencia y se creó Sudán del Sur.

Bashir tiene dos mujeres pero no tuvo hijos.

Tras ser elegido dos veces presidente en elecciones boicoteadas por la oposición, en 2010 y 2015, Bashir esperaba buscar un mandato más en 2020.

Fuente:AFP