Ya ha pasado más de una semana desde la desaparición del  ARA San Juan, pero la búsqueda contnua. (Foto: Armada Argentina)
Ya ha pasado más de una semana desde la desaparición del ARA San Juan, pero la búsqueda contnua. (Foto: Armada Argentina)
Redacción EC

Micrófonos instalados bajo el agua del Atlántico Sur detectaron el miércoles 15 de noviembre, el sonido de un evento que coincide con una explosión. El registro se produjo en la misma zona donde horas antes el submarino había dado a conocer la que sería su última ubicación conocida.

El análisis de lo que se denominó una "anomalía acústica", fue entregado por servicios estadounidenses recién esta semana y la información fue confirmada el jueves.

"Recibimos una información del embajador en Austria (Rafael Grossi) sobre un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión", sostuvo el vocero de la Armada Enrique Balbi.

Sin embargo, poco después de que se dieran a conocer los hallazgos y que éstos tenían indicios de ser una "explosión", también surgieron versiones que indican que el evento tiene ciertos rasgos de "implosión". Pero ¿cuál es la diferencia?

Explosión

La explosión es un proceso en el que la energía se libera de forma violenta, irradiándose lejos de la fuente. Ello, genera una onda que se expande bruscamente y su choque con el entorno provoca un fuerte estruendo.

"Por tomar un ejemplo, la bomba atómica es una reacción nuclear. En esa reacción se libera energía y esa energía calienta el aire de alrededor a mucha temperatura. Ese aire caliente se expande bruscamente; esa expansión brusca es la explosión", explicó al diario Clarín el físico cuántico Alberto Rojo.

Aplicado a un submarino que se encuentra bajo el agua la situación es similar y una explosión se daría en caso de que haya una mayor presión al interior de la máquina que la que existe en el exterior. El ARA San Juan, que transportaba 44 tripulantes en su interior, pudo haber registrado una explosión si se considera que la falla eléctrica que reportó la tripulación poco antes de desaparecer, no fue subsanada como se creía.

Implosión

En tanto, se habla de implosión al evento en que la energía se comprime en vez de liberarse, generando una rotura hacia adentro de las paredes de una cavidad, consigna la Real Academia Española. Esto ocurre cuando la presión exterior es excesivamente mayor a la que existe al interior del objeto.

"La implosión es al revés (a la explosión): cuando algo de volumen grande se comprime a un volumen chico. Y eso puede provocar un gran ruido", afirmó Rojo al mismo diario trasandino. Si llevamos esta acción a un submarino, una implosión se generaría en caso de que cayera más profundo de lo que está preparado.

En el caso específico del ARA San Juan, éste podría descender a un máximo de 700 metros, según han indicado medios argentinos. No obstante, en la zona en la que se le ubicó por última vez, se ha detectado que la profundidad podría alcanzar, incluso, los 5.000 metros.

En caso de que un navío de este tipo caiga al fondo del mar y supere el límite de profundidad para el cual fue diseñado, lo que sucede es que el casco externo no logra resistir y colapsa, provocándose una implosión.

Fuente: Emol, GDA

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