Redacción EC

Por más de dos años no admitió ningún caso de . Mientras el mundo sufría por la pandemia, el régimen de se vanagloriaba de su habilidad para mantener el virus fuera de sus fronteras. En un desfile militar en el 2020, Kim agradeció efusivamente a los ciudadanos y los militares los esfuerzos realizados para estar libres de esa enfermedad. En otro desfile similar realizado hace un mes un en la capital ninguno de los miles de asistentes llevaban mascarilla.

Pero el cuento de hadas llegó a su fin. Este jueves 12, Corea del Norte desde que inició la pandemia e impuso una cuarentena nacional. Usando por primera vez mascarilla públicamente, Kim Jong-un supervisó una reunión de emergencia de su buró político y anunció el despliegue de un sistema de control del virus de “emergencia máxima” ante el avance de la variante ómicron. El dictador norcoreano “instó a todas las ciudades y condados del país a confinar completamente sus áreas” para evitar nuevos contagios.

MIRA: Kim Jong-un ordenó confinamiento total en Corea del Norte tras confirmar primer brote de coronavirus

Según la Organización Mundial de la Salud, desde el 3 de enero del 2020 al 11 de mayo de este año, el país asiático no confirmó ningún contagio ni deceso confirmado por el virus o sus variantes, algo que causaba suspicacia debido a la alta transmisión del virus en Asia y al historial de poca o nula transparencia de Pyongyang.

El régimen realizó el anuncio de confinamiento después de que medios especializados como afirmaran, citando fuentes locales, que el pasado 10 de mayo se había decretado súbitamente un confinamiento en Pyongyang.

Por su parte, el Ministerio de Unificación surcoreano explicó en un escrito remitido a la agencia EFE que su postura pasa por cooperar “a nivel humanitario en todo momento” en materia sanitaria con el Norte y sus residentes. China también se ofreció a ayudar a Corea del Norte a combatir el coronavirus.

Una colegiala con mascarilla se desinfecta las manos antes de entrar en la Escuela Secundaria Kumsong nº 2 en Pyongyang, Corea del Norte, el 3 de noviembre del 2021. (Foto: AP)
Una colegiala con mascarilla se desinfecta las manos antes de entrar en la Escuela Secundaria Kumsong nº 2 en Pyongyang, Corea del Norte, el 3 de noviembre del 2021. (Foto: AP)
/ Cha Song Ho

En desventaja

Las preocupaciones por el virus en Corea del Norte no son gratuitas. Los expertos creen que ese país no ha vacunado a ninguno de sus 25 millones de habitantes.

Desde el comienzo de la pandemia, el régimen de Kim Jong-un había rechazado las ofertas de vacunación de China, pero también de Rusia y de la Organización Mundial de la Salud. Además, el deficiente sistema de salud del país plantea dificultades para hacer frente a un gran brote de COVID-19.

El peligro que representa un brote es mayor en Corea del Norte que en la mayoría de las demás naciones porque la mayoría de sus habitantes no están vacunados. Los expertos en salud externos han cuestionado durante mucho tiempo la capacidad del Norte para combatir un brote a gran escala, aunque su régimen es capaz de imponer un control totalitario sobre el movimiento de los residentes”, dice el diario “”.

El medio agrega que si no se controla rápidamente, el brote podría afectar aún más la economía del aislado país, que ya se había visto muy afectado por años de sanciones internacionales y su decisión hace dos años de cerrar su frontera con China, su único socio comercial importante, para evitar la propagación del coronavirus.

También podría afectar los esfuerzos del líder Kim Jong-un para expandir su arsenal nuclear“ a la mayor velocidad posible”, dijeron analistas.

El líder norcoreano Kim Jong-un reconoce a los oficiales y soldados que participaron en la celebración del 90 aniversario de la fundación del Ejército Popular Revolucionario de Corea, en Corea del Norte. (Foto: AP)
El líder norcoreano Kim Jong-un reconoce a los oficiales y soldados que participaron en la celebración del 90 aniversario de la fundación del Ejército Popular Revolucionario de Corea, en Corea del Norte. (Foto: AP)
/ Korean Central News Agency/Korea News Service via AP,

Peor de lo que se teme

También está el hecho de que, con una tradición de poca transparencia, la situación de la pandemia en Corea del Norte pudiera ser mucho peor de lo que divulgan las autoridades.

Durante más de dos años, Corea del Norte ha afirmado, de manera bastante dudosa, no tener un solo caso de COVID-19. Entonces, ¿por qué admitirlo ahora? Lo más probable es que se deba a que este brote es demasiado grave y demasiado difícil de ocultar”, dice en la Jean Mackenzie, corresponsal de ese medio en Corea del Sur.

Agrega que sin vacunas, atención médica deficiente y una capacidad limitada para evaluar a las personas, las opciones de Corea del Norte son muy limitadas en este momento. “Las autoridades han decidido claramente que no tienen más remedio que cerrar el país. Para hacer esto, simplemente tienen que decirle a la gente y al resto del mundo. No significa necesariamente que estarán más dispuestos a aceptar ayuda externa”, apunta.

Entre las medidas que se conocen está que a principios del 2020, el país había optado por cerrar aún más herméticamente sus fronteras y devolver a sus hogares a los extranjeros, incluidos los diplomáticos.