El expresidente de Estados Unidos Donald Trump, la carta del Partido Republicano para las elecciones de noviembre, vivió los primeros meses de su campaña en medio de sus líos judiciales, pero en las últimas semanas el magnate se ha enfocado más en la contienda: ya confirmó que participará en dos debates contra su rival, el mandatario demócrata Joe Biden, y que asistirá a más mítines en estados estratégicos. Sin embargo, aún tiene pendiente un asunto clave: ¿quién será su compañero de fórmula para esta elección?
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La competencia para candidato a vicepresidente de Trump está reñida. Varios políticos republicanos han hecho campaña mencionando abiertamente al exgobernante y hasta se han presentado ante los tribunales para apoyarlo en su juicio penal en curso.
Eduardo Gamarra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida, considera que la elección del número dos de Trump es muy incierta y que probablemente no va a seleccionar un compañero de fórmula hasta la Convención Nacional Republicana de julio, aunque con el exjefe de Estado republicano cabe estar atentos a las sorpresas.
“Hay tantos contendientes que por ahora no se sabe. Hay que tener en cuenta que el candidato a vicepresidente es importante en el proceso electoral para atraer a ciertos grupos de electores que quizá no votarían por el candidato a presidente. Luego el compañero de fórmula deja de ser una figura relevante”, dice a El Comercio.
Más allá de su aporte a la candidatura, hay ciertos requisitos que deben cumplir los aspirantes a acompañar a Trump, cuyo vicepresidente en su primer mandato, Mike Pence, terminó dándole la espalda y acusándolo de querer pasar por encima de la Constitución.
Según el diario “The New York Times”, los asesores del expresidente generalmente coinciden en que cualquier currículum para el número dos en la lista debe incluir requisitos específicos entre los que están “la lealtad absoluta a la marca Trump y la voluntad de filtrar cada decisión y comentario público a través de una mirada servil”.
Estos son los políticos republicanos con posibilidades para ocupar el cargo.
1. Marco Rubio
El senador de Florida Marco Rubio, de 52 años, se ha posicionado como un aliado confiable de Trump. Es considerado un conservador veterano que podría conectarlo con la base más tradicional. A su favor tiene que es un rostro conocido y que habla español con fluidez, una de las herencias de su ascendencia cubana.
Rubio, quien en el 2016 fue rival de Trump y lo criticó duramente, es una figura republicana de peso en temas de política exterior e incluso fue considerado por el exmandatario como candidato a secretario de Estado.
En una entrevista del último fin de semana, Rubio se negó a comprometerse a aceptar los resultados de las elecciones presidenciales del 2024 y repitió las teorías de conspiración sobre los comicios del 2020 ganados por Biden.
When will the media start asking democrats if they will accept the outcome of the 2024 election if Trump wins? pic.twitter.com/9kGf9O3sTF
— Marco Rubio (@marcorubio) May 19, 2024
Pese a que trabajó con los demócratas hace años en la legislación de la reforma migratoria y calificó las deportaciones masivas como poco realistas, Rubio también respaldó los planes de Trump de arrestar a millones de inmigrantes y mantenerlos en campos de detención antes de deportarlos, señala “The New York Times”.
“Un nombre que suena es el del senador Rubio, que tiene mucho peso en el Senado y atrae el voto hispano, sobre todo el de Florida, aunque ese ya es un electorado garantizado”, dice Gamarra.
2. Tim Scott
El senador de Carolina del Sur Tim Scott es el único republicano afroamericano en la cámara alta y tiene amplio prestigio en el partido. Fue candidato a la presidencia en esta elección, pero ahora busca ser el nominado como compañero de fórmula. “Para Trump sería interesante en su búsqueda del voto afroamericano”, dice Gamarra.
Otro punto a su favor es su capacidad para recaudar fondos, que, según los expertos, podría aumentar sus posibilidades de ser seleccionado como número dos de Trump.
Scott será anfitrión en junio de una reunión en Washington en la que participarán donantes republicanos que hasta ahora no están públicamente comprometidos con la candidatura de la agrupación.
“Para Scott, el evento puede ayudar a indicar que es una figura política más aceptable para los donantes centristas y que agregarlo a la lista podría expandir la red de recursos financieros que Trump podría aprovechar este año”, dice “The New York Times”.
3. J.D. Vance
James David Vance, de 39 años, es un político, empresario conservador, escritor de best sellers y actual senador por Ohio desde enero del 2023. Aunque años atrás fue un duro crítico de Trump, hoy es uno de los aliados más confiables y más férreos defensores del exgobernante.
Lidera un grupo que empuja a los republicanos del Senado hacia la derecha. Es partidario de la línea dura en materia de inmigración y se opone al aborto.
America’s front door is open.
— Steve Cortes (@CortesSteve) May 21, 2024
It’s Joe Biden’s fault.
Fairly simple calculus, explained well here by @JDVance1 https://t.co/ptekoFIf18
El empresario conservador ha venido siguiendo a Trump por todos lados e incluso ha sido una figura siempre presente en el juicio en su contra que se desarrolla actualmente en Nueva York.
4. Elise Stefanik
La legisladora por Nueva York Elise Stefanik, de 39 años, es la mujer de mayor rango en el liderazgo republicano de la Cámara de Representantes.
Ha apoyado cada una de las cruzadas de Trump y podría ayudarle a ganarse a parte del electorado femenino, entre el que su apoyo decae.
President Trump is dominating in the polls as a beleaguered Joe Biden continues losing support. Joe Biden’s failing campaign is in full desperation mode after his failed Far Left Democrat policies. pic.twitter.com/md2TZou11i
— Elise Stefanik (@EliseStefanik) May 21, 2024
Stefanik tuvo un momento protagónico en los últimos meses con su campaña para ejercer presión sobre las universidades de élite desde que comenzó la guerra entre Israel y Gaza. Entre otras cosas, presionó a los líderes académicos para que dijeran si los estudiantes violarían los códigos de conducta de sus universidades si pedían el genocidio de los judíos.
Otra mujer considerada por varios meses para ser compañera de fórmula de Trump fue la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem. Sin embargo, sus posibilidades se han desplomado desde que afirmó haber matado de un disparo a su perra porque era “indomable”.
5. Ben Carson
El neurocirujano afroamericano retirado Ben Carson se postuló contra Trump en el 2016 y luego sirvió como secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano del gobierno del magnate.
Es conocido por su devoción religiosa y por tener una historia de ascenso. Ha defendido públicamente a Trump de acusaciones de racismo.
Sin embargo, el historial de Carson en el gabinete de Trump incluye mucho material para sus oponentes, incluidas acusaciones de gastos estratosféricos y comentarios despectivos sobre las personas transgénero que enojaron a los miembros del personal, señala “The New York Times”.
Eduardo Gamarra
Profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida
Es muy difícil decir qué está buscando Trump para su candidato a vicepresidente. Por ahora, el mensaje de campaña se centra en el tema migratorio y todos los posibles candidatos a su compañero de fórmula están alineados en ese tema.
“The Wall Street Journal” publicó hace unos días un artículo que hablaba sobre la cantidad de gente que Trump tiene trabajando en el tema migratorio y el plan con el que supuestamente deportaría a 20 millones de indocumentados. Todos los candidatos a la vicepresidencia están en la misma sintonía, incluyendo a Marco Rubio. .
Los vicepresidentes generalmente son utilizados para atraer electorados específicos: afroamericanos, el voto de la mujer, etc. Pero los vicepresidentes en todos lados son básicamente la quinta rueda del carro. Ese es un problema del presidencialismo. En Estados Unidos tienen una función bastante ceremonial, más allá de que desempatan el voto en el Congreso. Por ejemplo, Mike Pence brilló por su ausencia, y lo mismo está pasando ahora con Kamala Harris.
En cuanto a lo que viene en la campaña, el debate del 27 de junio será trascendental. Será un riesgo para Trump y para Biden porque si bien Trump es un hombre muy hábil en los insultos no es muy ducho en el debate sobre políticas públicas, y Biden no está tan viejo como la gente piensa. La gran sorpresa del último mensaje a la nación es que todos pensaban que Biden no iba a conjugar dos palabras y dio un discurso magnífico.
Si a Biden le va bien en el debate, va a ser el gran ganador porque no solo va a demostrar que está cuerdo, sino que también tiene opciones de política pública. Las opciones de política pública de Trump son más consignas que políticas.