Uno de los primeros en salir a hablar ante la sorpresiva ausencia de resultados de los caucus celebrados en Iowa fue Pete Buttigieg. El precandidato demócrata anunciaba en diversas entrevistas que había obtenido una “victoria clara” en el proceso que marca el arranque de las elecciones primarias.
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Según la página de Buttigieg, un conteo realizado por su equipo de campaña le daría el 24,7% de los votos tras haber contabilizado el 70% de asambleas electorales.
El equipo del también precandidato Bernie Sanders, por su parte, aseguraba que al 40% de precintos contabilizados este encabezaba la contienda con 28,62% de votos, seguido de Buttigieg, con el 25,71%.
En cualquiera de los dos escenarios, primero o segundo, lo que habría logrado Buttigieg lo pondría como la sorpresa de la jornada electoral, sobre todo si tomamos en cuenta que para marzo del 2019 apenas contaba con el 1% de intención de voto en ese estado.
“Hemos demostrado que nuestro mensaje y nuestra organización están ganando”, señaló Buttigieg en otra entrevista que brindó esta mañana, ya desde New Hampshire, segunda parada en las primarias demócratas.
Pero, ¿quién es y qué apoya este precandidato de 38 años, que sirvió en Afganistán y busca ser el primer presidente abiertamente gay de Estados Unidos?
De vuelta en casa... para gobernar
Nació en 1982 en la ciudad de South Bend, Indiana. Su padre era un migrante maltés y su madre oriunda de dicho estado. Antes de terminar el colegio fue presidente de su clase, llegando a recibir elogios de la hija del exmandatario John F. Kennedy, Caroline, gracias a su alto rendimiento académico.
Poco antes de graduarse magna cum laude en Historia y Literatura de la Universidad de Harvard, Buttigieg inició su vida política como parte de la campaña al Congreso del demócrata Jill Long Thompson.
Formó parte de la consultora del exsecretario de Defensa William Cohen y luego con el senador John Kerry durante su candidatura presidencial.
Estudió Filosofía, Política y Economía en Oxford, de donde también se graduó con honores. Luego trabajó en la consultora McKinsey & Co. con base en Nueva York durante tres años, antes de volver a su natal Indiana para postular al cargo de Tesorero de Estado por el Partido Demócrata.
Perdió la elección ante el republicano Richard Mourdock. Sin embargo, un año más tarde, en el 2011, fue electo alcalde de South Bend.
Según la página web de su campaña, durante la gestión de Buttigieg los ingresos por hogar aumentaron un 31% en la ciudad de 100 mil habitantes, mientras que la pobreza y el desempleo se redujeron en un tercio y a la mitad, respectivamente.
“El señor Buttigieg ha reposicionado South Bend, que es hogar de la Universidad de Notre Dame, como una ‘ciudad beta’ para nuevas tecnologías y políticas como el aprendizaje permanente”, destaca un artículo escrito por el diario Financial Times en diciembre del 2019.
En otro artículo, escrito en el 2014 por The Washington Post, el importante diario capitalino dijo que Buttigieg era “el más interesante alcalde del que podría escuchar basado en su juventud, educación y experiencia militar”.
Receso para ir a la guerra
Durante su primer periodo como alcalde, Buttigieg solicitó una licencia de siete meses para servir como oficial de contrainteligencia de la Marina Estadounidense en Afganistán.
Asignado a Kabul, formó parte de la ATFC, una unidad antiterrorista que identificó y bloqueó el apoyo financiero que recibían los talibanes, Al Qaeda y otros grupos insurgentes en territorio afgano.
Durante la campaña, Buttigieg ha mencionado las 119 veces en las que le tocó “cruzar la cerca”, en referencia a la seguridad que le brindaba la base militar a la que estaba asignado para trasladarse por la convulsionada capital.
“Sentí que volvía a mi época de entrenamiento en Camp McCrady, porque tenía que estar atento a las señales conocidas de que estábamos en riesgo de explotar”, escribió Buttigieg en su libro Shortest Way Home (El camino más corto a casa, 2019). “Un vecindario repentinamente desierto. Un conductor solitario de aspecto nervioso junto a un vehículo con una carga pesada en el maletero. Una mano obviamente masculina que sale de debajo de una burka azul para mujer”.
Regresó a Estados Unidos en septiembre del 2014 y al año siguiente encabezó las protestas contra la Ley 101 del Senado de Indiana, una polémica propuesta que discriminaba a la población LGBT según los críticos de la misma. Antes de iniciar su campaña por la reelección durante ese mismo año, Buttigieg anunció que era gay, pocos meses después ganó los comicios con el 80% de los votos.
En el 2018, además, Buttigieg contrajo matrimonio con Chasten Glezman, un profesor de escuela de Michigan. El 1 de enero del 2020 culminó su segundo periodo como alcalde de South Bend, tras llevar en paralelo por casi un año sus funciones como burgomaestre y precandidato demócrata.
De ser electo presidente, sería el primero en la historia política estadounidense que logra pasar directamente de una alcaldía a la Casa Blanca.
¿Qué apoya en esta candidatura?
Uno de los factores que mejor ha empleado a su favor este precandidato es el de la edad. Ser el contendor más joven en carrera -sus tres principales rivales son septuagenarios- le permite a Buttigieg ofrecerse como el puente hacia la nueva era en la política estadounidense.
Según The New York Times, una de las propuestas insignia en la candidatura de Buttigieg es la de incrementar el número de jueces que conformen la Corte Suprema. Con ello, el candidato buscaría despolitizar los procesos judiciales que hasta ahora se miden como un pulso entre demócratas y republicanos.
Esta es su postura frente a otros de los principales temas en la agenda estadounidense:
- Impeachment a Donald Trump: Apoya el juicio político contra el actual mandatario estadounidense por considerar que hay razones suficientes para ello. Sin embargo, también ha expresado que “sería más beneficioso” ganarle en las urnas en lugar de vacarlo del cargo.
- Aborto: A favor de los derechos abortivos y en contra de la Enmienda Hyde, que bloquea los fondos federales para servicios de aborto que no sean circunstancias extremas.
- Migración: Apoya el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y ha rechazado públicamente las medidas adoptadas por la policía de migraciones bajo la administración Trump.
- Cambio climático: Propone combatir el calentamiento global a través de tres pilares, la creación de trabajos de energía limpia, invertir en la prevención de desastres naturales y aumentar la participación de Estados Unidos en la lucha internacional contra el cambio climático.
- Sistema de salud: Se opone a la derogación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, mejor conocida como Obamacare, impulsada por los republicanos. Sin embargo, plantea una variante en la que se pueda ofrecer este seguro “a quienes lo deseen”.
- Control de armas: Se ha mostrado a favor de una nueva prohibición federal de las armas de asalto, además de un programa voluntario en el que el Estado compre las armas de asalto que posean los civiles, según detalló un portavoz de su campaña al diario estadounidense Político.