Como en muchas partes del mundo, Italia también está viendo cómo se disparan los casos de COVID-19 a causa del feroz avance de la variante ómicron y de las reuniones de fin de año. Ante este escenario el país europeo no ha dudado en endurecer su estrategia para contener los contagios. Las terribles escenas registradas en lo peor de la primera ola aún están muy frescas en las mentes de todos los residentes de ese país.
LEE TAMBIÉN | Italia suma más de 219.000 nuevos contagios de coronavirus, su mayor récord de toda la pandemia
Italia lleva varias semanas con los contagios al alza y con un aumento de la presión hospitalaria. Este jueves 6 sumó 219.441 nuevos casos de coronavirus, el mayor registro de toda la pandemia y que dispara las infecciones totales a casi siete millones desde febrero del 2020, cuando comenzó la pandemia en el país.
En una de sus medidas más drásticas, el Consejo de Ministros italiano aprobó el miércoles 5 por decreto ley la vacunación obligatoria contra el coronavirus para todos los mayores de 50 años, es decir la mitad de la población.
“Acá aprendieron del golpe que significó la pandemia hace un año y medio. En pocas palabras, están tomando mejores medidas. En Italia las cosas caminan muy bien en ese campo, están un paso adelante”, dice a El Comercio Mario Escobar, cocinero peruano que lleva 19 de sus 60 años en Italia, donde radica en la provincia de Viterbo, en la región del Lacio.
Agrega que la gran mayoría de la ciudadanía ha tomado bien esta medida, aunque existen quienes estás en contra. “El Gobierno tiene en regla a los que se oponen. A mí me parece magnífico que se exija la vacunación porque eso evita contagios. Acá murieron ciudades enteras, nadie quiere ver eso de nuevo. Vacunarse es la solución”, considera Escobar.
Desde Roma, la compatriota Yessica Calzada, que radica hace 16 años en el país de la bota, también opina que la vacuna es necesaria. Ella misma ha visto a familiares cercanos contagiarse de COVID-19 en estas últimas semanas.
“Ahora tenemos más contagios en Italia. Lamentablemente, durante las fiestas las familias se han reunido y ahí es donde ha habido un contagio importante. Está fuera de control y no hay modo ahora de cerrar todo de nuevo. Ningún país está preparado para tanto”, dice a este Diario.
La Fundación GIMBE ha advertido que los contagios en Italia se incrementaron un 153% entre el 29 de diciembre y el 4 de enero respecto a los siete días previos, mientras que la cifra de muertos subió un 8,9%.
Comenta que las noticias informan constantemente que la nueva disposición de vacunación implica que quien no esté vacunado será multado. “Hay bastantes personas que están en contra, pero yo pienso que el único nodo de combatir esta pandemia es con la vacuna. Los que no se han vacunado son los que tienen más riesgos de contagio. Lo único que nos puede ayudar en este momento es la vacuna”, apunta.
Severas medidas
Además de decretar la vacunación obligatoria para los mayores de 50 años, las autoridades también extendieron la medida al personal universitario, con independencia de su edad, equiparándolo así al personal escolar.
Italia ha vacunado ya al 89,18% de la población de más de doce años con al menos una dosis y el 86,13% ha completado el ciclo, mientras que la dosis de refuerzo se ha inoculado al 69,50% de la población que puede recibirla.
El ministro de Salud, Roberto Speranza, dijo que desde ahora se revisará a todas las personas de 50 años o más para ver si cuentan con un “pase súperverde” antes de ingresar a sus lugares de trabajo. Esa certificación está reservada para quienes cuentan con esquema completo de vacunación o que se han recuperado recientemente de COVID-19.
El requerimiento de acudir vacunado a trabajar tanto en el sector público como en el privado entrará en vigor el 15 de febrero. El diario italiano La Repubblica explica que 100 euros es la sanción administrativa para quienes no cumplan con la obligación de vacunación. Las multas son mucho más elevadas para quienes intentan entrar en el lugar de trabajo sin cumplir la obligación: de 600 a 1.500 euros.
Además, el Gobierno aprobó las directrices sobre cuarentenas en los colegios para garantizar las clases presenciales desde el lunes 10, cuando terminan las vacaciones de Navidad, con seguridad.
En respuesta, mil directores de colegios de Italia, de unos 8.000 en servicio, acaban de pedir que el Gobierno posponga las clases presenciales hasta el 24 de enero.
Se aprobó también un requerimiento para que todos los empleados o clientes de estéticas y establecimientos afines presenten una prueba negativa de coronavirus si no están vacunados o no se han recuperado recientemente de la enfermedad. La misma regla se aplicará para las tiendas de centros comerciales, bancos y oficinas postales. Los empleados de farmacias y tiendas de alimentos, y sus clientes, están exentos.
Calzada asegura que el monitoreo de las autoridades es constante y que los no vacunados están en un registro que permite su fácil ubicación y amonestación con multas.
En tanto, Escobar destaca que las normas vigentes se cumplen en el país y que no estar vacunado realmente dificulta integrarse a una vida con normalidad.
“No puedes salir sin el Green Pass. Es imposible caminar sin mascarilla, las multas por hacerlo son de 300 euros. Yo gano 100 diarios, no quiero una multa y acá sí se cobran. También es imposible trabajar si no tienes las vacunas. En ese sentido las medidas funcionan bien”, dice el peruano.
__________________
TE PUEDE INTERESAR
- “No se puede vacunar al planeta cada 6 meses. No es sostenible”
- La estrategia de Estados Unidos para sobrellevar las olas de coronavirus
- Francia identifica nueva variante del COVID-19 denominada IHU con 46 mutaciones
- Mueren de coronavirus con seis días de diferencia los hermanos Bogdanoff, los gemelos más famosos de Francia
- Coronavirus: Qué es “flurona”, el extraño cuadro de doble infección que pone en alerta al mundo