El tiroteo perpetrado por un niño de 12 años al interior de su escuela en Finlandia, que dejó como saldo fatal la muerte de uno de sus compañeros y otros dos heridos de gravedad, ha encendido todas las alarmas en uno de los países que se enorgullece de la calidad de vida de sus ciudadanos. Pero lo cierto es que desde hace unos años la violencia escolar viene borrando la sonrisa en el que es considerado como “el país más feliz del mundo”.
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La tragedia se registró este martes 2, poco después de las 9 de la mañana, en una escuela de Vantaa, que alberga a unos 800 alumnos, cuando el menor disparó la pistola que pertenecía a un familiar cercano matando de inmediato a uno de sus compañeros e hiriendo a los otros dos, detalló la policía.
El incidente conmocionó de inmediato a un país que durante seis años consecutivos ha encabezado el Informe Mundial de la Felicidad, elaborado por el prestigioso Instituto Gallup, gracias a su ejemplar sistema educativo, su eficiente servicio de bienestar social y la confianza de sus ciudadanos tanto con sus connacionales como frente a sus autoridades.
Indicadores que, sin embargo, contrastan con un serio problema que el país nórdico ha venido enfrentando en los últimos lustros: los tiroteos en los centros educativos son cada vez menos infrecuentes.
“Es sorprendente porque Finlandia tiene fama de ser un país muy estable, con una sociedad acomodada, un sistema escolar casi ejemplar, siempre se habla de la educación finlandesa pero parece que hay una propensión a este tipo de actos que también sucede en otros países”, comenta a El Comercio el director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura (Udep), Enrique Banús.
- Más común de lo que se piensa -
En el 2007 se registró el primer ataque de este tipo en el país, cuando un estudiante de 18 años mató a ocho personas con una pistola en un instituto de enseñanza de Tuusula. Al año siguiente, otro estudiante de 22 años mató a tiros a nueve compañeros y un profesor en una escuela de formación profesional en Kauhajoki.
En el 2012 se registró tanto un tiroteo en Orivesi, protagonizado por un joven de 23 años y que no dejó víctimas mortales, como un ataque con arma blanca que, sumado a otro similar en el 2013, causaron en total la muerte de un estudiante y heridas en otras cuatro víctimas.
Entre los factores detrás de este fenómeno resaltan la gran cantidad de armas de fuego en poder de la población -hay 1,5 millones de armas registradas en un país con 5,6 millones de habitantes- y la salud mental.
“Hay una alta densidad de armas de fuego por la afición a la caza y al tiro deportivo. Además, hay una alta incidencia de problemas mentales psicológicos y psiquiátricos en personas jóvenes. Es un hecho difícilmente comprensible en una sociedad con una calidad de vida muy alta”, comenta Banús.
De hecho la preocupación por la salud mental está presente en los finlandeses desde finales del siglo XX, cuando el país contaba con una de las tasas más altas de suicidios en Europa, registrando un promedio de 30 muertes por cada 100.000 habitantes.
Una estrategia nacional integral llevó a que se redujera hasta las 13 muertes por cada 100 mil habitantes, cifra que aún así sigue siendo superior al promedio europeo de 10 por cada 100.000 habitantes.
“Está muy claro que demasiados jóvenes, hasta uno de cada tres, han sufrido problemas de salud mental en algún momento. Tenemos que ser capaces de intervenir antes”, dijo el primer ministro finlandés Petteri Orpo luego de la tragedia en Vantaa.
- Voluntad política -
Según Banús, la preocupación por atajar el problema es compartido por todos los espectros políticos en Finlandia. “En ese punto no hay una línea divisoria entre los partidos políticos. Es un tema muy difícilmente aprovechable para un posicionamiento político, a diferencia de Estados Unidos donde se separan muchos demócratas y republicanos. En Finlandia, Suecia o Noruega no encuentro voces que busquen aprovecharlo en una campaña electoral”, señala.
“Hay un tratamiento diferente porque la presencia de armas se ve de forma diferente a nivel cultural. En Finlandia es más un tema deportivo, en Estados Unidos se mantiene la idea de que debes estar preparado para protegerte. Además, los estadounidenses mantienen un debate sobre el derecho a tener o no armas. La sensibilidad es muy distinta. Van a tener que plantearse medidas, un hecho aislado puede suceder en cualquier parte pero acá se ve cierta frecuencia”, agrega el experto.
Para dimensionar la gravedad del problema tan solo hace falta repasar las declaraciones del director general de la policía finlandesa, Seppo Kolehmainen, quien aseguró que semanalmente se detectan distintos tipos de amenazas contra centros escolares.
En el 2020 la Corte Europea de Derechos Humanos declaró culpable al estado finlandés de haber fallado en proteger a sus ciudadanos del tiroteo escolar registrado en el 2008 en Kauhajoki. En castigo, el tribunal de Estrasburgo ordenó indemnizar con 30.000 euros a la familia de cada víctima.
Por ello, cada una de estas alarmas -la mayoría de las cuales termina siendo falsa- es tomada con tanta seriedad por las autoridades nórdicas.