
“Es muy arriesgado asumir que se conocen las razones que motivan a Rusia”, sostiene Rubens de S. Duarte, coordinador del World Political Analysis Laboratory. Porque si la guerra en Ucrania ha enseñado algo es a estar atentos y desconfiar de la información oficial, sobre todo la que sostienen el presidente Vladimir Putin y su canciller Serguei Lavrov.
MIRA: “El riesgo es enorme y va a empeorar”: ¿por qué la situación nuclear en Ucrania es insostenible?
El discurso del Kremlin parece haber estar diseñado para mareado a la opinión pública. Basta con revisar las declaraciones de Lavrov para probarlo.
Newsletter Vuelta al Mundo

Francisco Sanz analiza cómo los eventos internacionales transforman el mundo, cada martes.
Primero dijo que el mandatario ucraniano, Volodymyr Zelensky, buscaba que Rusia y la OTAN se fueran a las armas. Más tarde, lo comparó con Adolfo Hitler por compartir el origen judío.
TE PUEDE INTERESAR
Lavrov también sostuvo que “Moscú no busca un cambio de régimen en Ucrania”, que la prioridad en la invasión era “garantizar la seguridad” de la población que se siente “amenazada por la militarización y la nazificación”.
Y la semana pasada, el canciller sostuvo que el objetivo militar ruso había cambiado en respuesta a las nuevas armas que Occidente comparte con Ucrania.
“No podemos permitir que la parte de Ucrania que controlará Zelensky o quien le sustituya tenga armas que supongan una amenaza directa para nuestro territorio”, dijo como argumento para seguir conquistando Jersón y Zaporiya.
No fue lo único.

“Por supuesto que vamos a ayudar al pueblo ucraniano a liberarse del régimen que es absolutamente contrario al pueblo y contrario a la historia”, agregó.
¿En qué momento el Kremlin volvió a apuntar sus armas hacia Zelensky?
MIRA: Rusia dice haber frustrado secuestro de aviones de combate por parte de Ucrania

Idas, vueltas y más enigmas
El viernes 22 Ucrania y Rusia -junto a Turquía y la ONU- llegaron a un acuerdo para exportar los 20 millones de toneladas de trigo ucraniano a través del mar Negro.
Sin embargo, al día siguiente, Kiev denunció que el Kremlin bombardeaba el puerto de Odesa, clave para el envío de dichos recursos.
Es en ese contexto que Serguei Lavrov sostuvo que el objetivo ruso era derrocar a Volodymyr Zelensky. Sus palabras se escucharon el domingo 24, durante la cumbre de la Liga Árabe, donde agregó que ayudaría a que los ucranianos se liberasen “del yugo de este régimen inaceptable”.
“Occidente insiste en que Ucrania no debe iniciar negociaciones hasta que Rusia sea derrotada en el campo de batalla”, condenó.
Al respecto, Rubens de S. Duarte expresa sus dudas: “¿Por qué Zelensky se convertiría en un objetivo después de varios meses de guerra, cinco para ser exactos? “Creo que nunca estuvo en la mira, pero no deja de ser curioso que Rusia diga que lo es cuando ya ocupó bastante territorio ucraniano”.
El problema, sin embargo, es que se desconoce lo que sucede al interior del Kremlin.

¿Habría que suponer que las palabras de Lavrov están pensadas para distraer al mundo?
Duarte no se atrevería a apoyar esa postura. “Si bien es improbable que Zelensky se haya convertido en un objetivo, es posible”.
Él concluye: “El asunto es que nadie sabe cómo se toman las decisiones en Rusia. Quizás alguien de la cúpula tenga la percepción de que capturar a Zelensky ahora es muy importante, y esa idea haya ganado terreno entre los que toman las decisiones. En ese sentido, es una posibilidad”.
En todo caso, puede que Rusia lo quiera, ¿pero cómo lo logrará? De eso hay mucha menos información.
Por el momento, Lavrov sigue con su campaña:
“Lo sentimos por la historia ucraniana que se derrumba ante nuestros ojos. Lo sentimos por quienes han caído en la propaganda del régimen de Kiev y quienes lo apoyan y quieren convertir a Ucrania en enemiga eterna de Rusia. No lo conseguirán”.







