La crisis que afronta Liz Truss y por qué se preguntan si durará “más que una lechuga” en el cargo

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Truss está envuelta en una tormenta política por los controvertidos planes económicos de su gobierno que fueron recibidos de forma desastrosa por los mercados financieros, lo que obligó al Banco de Inglaterra a intervenir en el mercado de bonos luego de que las tasas de interés de la deuda pública británica se dispararan.

En un intento por salvar su puesto, Truss destituyó este viernes 14 a su ministro de Finanzas y gran aliado, el ultraliberal Kwasi Kwarteng, tras solo 38 días en el cargo. Un día antes Kwarteng había asegurado que no se iría “a ninguna parte”. En su lugar fue designado el exministro de Relaciones Exteriores y de Salud Jeremy Hunt, una de las figuras más estables y que goza de popularidad entre buena parte de los diputados conservadores.

Y no solo eso. La primera ministra también dio un importante giro y aceptó modificar su polémico plan económico con lo que accedió a incrementar el impuesto de sociedades, una medida del gobierno anterior que estaba decidida a suprimir. Truss sufría una presión intensa para revocar al menos en parte el plan de reducir impuestos en 43.000 millones de libras (48.000 millones de dólares).

Truss llegó al poder con la promesa de reducir impuestos para estimular el crecimiento, pero su capacidad de cumplir esa promesa está en duda.

“La crisis se debe a que apenas fue elegida hizo una serie de promesas con un sesgo determinado por una política económica muy liberal, con una reducción de impuestos para los grandes contribuyentes y una subida para las empresas. Esto llamó a todo tipo de protestas y de contestación, se vio que era muy impopular y que buena parte del Partido Conservador tampoco estaba de acuerdo”, dice Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Piura.

Considera que cuando empezaron a haber voces de crítica el gobierno quiso dar marcha atrás, pero lo hizo a la defensiva y de una manera poco convincente. “El núcleo de su programa electoral, muy orientado por el thatcherismo, se ha derrumbado”, considera el experto.

El analista internacional Francesco Tucci ve muy complicada la situación de Truss. “Se ha cuestionado mucho el corte a los impuestos a los ricos. La libra esterlina se ha derrumbado, hay un problema con los fondos de pensiones que están cerca de la quiebra. El Fondo Monetario Internacional ha criticado su política. Ella ha cambiado al ministro, pero no es suficiente. Muchos esperan su dimisión por todas las críticas”, apunta.

“Probablemente el gobierno de Truss tiene los días contados”, dice Tucci, quien cree que solo cambios sustanciales y un mayor liderazgo podrían salvar a la primera ministra de perder el cargo.

Crisis interna

Para los expertos es claro que el mayor problema de Truss es que su propio partido la está cuestionando. Según la prensa británica, diputados del Partido Conservador están intentando destituirla.

Con esa postura, los conservadores buscarían evitar una aplastante derrota de la derecha en las próximas legislativas previstas a más tardar para enero del 2025.

Tucci apunta que muchos en el Partido Conservador quieren la cabeza de Truss, como ocurrió con Boris Johnson. “Si ella no puede reforzar el liderazgo en su partido, que tiene la mayoría absoluta de los escaños en la Cámara de los Comunes, le van a pedir que dimita. Es una lucha de poder dentro de la misma agrupación”, señala.

Banús define la situación de Truss como “bastante dramática”. Una parte importante del Partido Conservador ya le ha retirado la confianza. La sucesora de Johnson ha prometido un nuevo plan económico, pero el experto estima dudoso que consiga convencer a quienes ya están pidiendo su renuncia o que quienes quieren su salida esperen a ese plan.

“Creo que las opciones de que salga del cargo están 50/50. Dentro de su partido se dan cuenta de que con eso la oposición y los ciudadanos se van a reír de ellos. Después de la salida de Boris Johnson tras una serie de acontecimientos vergonzosos, todo el dramático proceso para seleccionar al mejor candidato y ahora el fracaso de Truss, todo eso significa que el partido realmente va a sufrir. Hay quienes apuntan en esa dirección y quienes, pese a verlo así, defienden que la situación actual no es sostenible”, dice el experto.

Una interrogante que se multiplica es quién podría reemplazar a Truss. Banús considera que habrá que ver quién acepta. “Están sondeando a Rishi Sunak, que perdió con ella, y a Penny Mordaunt, quien ocupó el tercer lugar de la anterior contienda electoral. También se considera a Ben Wallace, antiguo ministro de Defensa, quien no quiso participar en el proceso anterior. Incluso hay quienes hablan del retorno de Boris Johnson, que ya ha dado a entender que no parece estar interesado. Tendremos que esperar”, concluye.