Ciudad del Vaticano, Reuters
La Iglesia Católica debe ser menos moralizante y, aunque siga opuesta al matrimonio homosexual, debería recibir en la fe a los hijos de las parejas gay con la misma dignidad, señaló el jueves un documento del Vaticano.
Un escrito de 75 páginas realizado antes del sínodo de obispos católicos previsto por el Vaticano para octubre, en el que se debatirán asuntos de familia, también señaló que los 1.200 millones de católicos deberían ser menos excluyentes y más humildes.
El documento, conocido por su título en latín, "Instrumentum Laboris", subraya la gran brecha entre las enseñanzas oficiales de la iglesia sobre moral sexual, y su aceptación y comprensión por parte de los fieles de todo el mundo.
Se basa en las respuestas a una encuesta de 39 preguntas repartida a todas las diócesis del mundo de cara al sínodo.
Por primera vez en los preparativos para esta reunión, el Vaticano pidió a los obispos que compartiesen la encuesta con los curas y que éstos buscasen la opinión de sus parroquianos.
La posición católica tradicional sobre la homosexualidad ha llevado en algunos casos a la exclusión de los hijos de parejas del mismo sexo de las actividades de la iglesia.
Aunque el nuevo documento no apunta a ningún cambio inmediato en la condena de la iglesia a los actos homosexuales y su oposición al matrimonio gay y la adopción de niños por parte de parejas del mismo sexo, empleó un lenguaje menos moralizante y más compasivo que anteriores comunicados del Vaticano.
Indicó que aunque los obispos sigan opuestos a los gobiernos que "redefinen" el matrimonio permitiendo uniones del mismo sexo, la iglesia tenía que encontrar el equilibrio entre sus enseñanzas sobre la familia tradicional y "una actitud respetuosa y no moralizante respecto de las personas que viven en esas uniones".
Esa frase replica las ahora famosas palabras del papa Francisco sobre los homosexuales pronunciadas en el avión que lo llevaba de vuelta desde Brasil el pasado julio: "Si alguien es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, entonces ¿Quién soy yo para juzgarlo?"
LENGUAJE MÁS COMPASIVO
En el pasado, el Vaticano se ha referido a la homosexualidad como "intrínsecamente desordenada" y parte de "una moral malvada intrínseca".
La Iglesia dice que los actos homosexuales son pecaminosos, pero no las tendencias homosexuales.
Aunque los responsables del Vaticano han destacado que las enseñanzas de la iglesia contra la actividad homosexual no cambiarían bajo cualquier presión de la opinión pública, el documento señaló que "muchas respuestas" pedían "un estudio teológico en diálogo con las ciencias humanas para desarrollar un acercamiento de múltiples facetas sobre el fenómeno de la homosexualidad".
El documento reconoció que muchos católicos tienen un conocimiento superficial de las enseñanzas de su iglesia en asuntos como el control de natalidad, la homosexualidad, el divorcio, las segundas nupcias, la cohabitación y otros asuntos ligados a la familia.
Muchos de los que respondieron a la encuesta vieron a la Iglesia como demasiado excluyente, distante y carente de una mayor humildad.
El escrito añadió que los católicos de todo el mundo que respondieron a las preguntas mostraron preocupación por el hecho de que el abuso sexual a niños por parte de curas había debilitado "significativamente" la credibilidad moral de la iglesia, particularmente en Estados Unidos y Europa.
Los obispos debatirán el documento en octubre y podrían hacer recomendaciones sobre cambios en las enseñanzas de la Iglesia, algo sobre lo que finalmente decidiría el Papa.