El expresidente de Bolivia, Evo Morales, llegó la mañana de este jueves a Argentina como asilado político, pero para el mediodía ya se había convertido en refugiado. El cambio de estatus, que fue solicitado por el mismo exmandatario aimara, está sujeto a condiciones especiales y marcará los lineamientos que Morales deberá seguir en la tierra del asado.
Desde que renunció a la presidencia de Bolivia el pasado 10 de noviembre, Evo Morales permaneció casi un mes en México y después pasó unos días en Cuba, a donde dijo que se dirigió para exámenes médicos. Durante su estancia en el país azteca, el exmandatario tuvo la condición de asilado político por “razones humanitarias”. Sin embargo, en Argentina ha optado por tener la condición de refugiado.
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¿Cuál es la diferencia? Para empezar, el asilo político es otorgado por los gobiernos a individuos de otros países para proteger su integridad física y no es necesario que justifiquen su decisión. En el caso de los refugiados se considera un estatuto más amplio, tiene carácter humanitario y se deben argumentar las razones para otorgar esa condición que le dará al beneficiario mayores derechos, pero también más obligaciones.
“La condición con la que entra [a Argentina] es la que le concedí yo anoche, pidió asilo. Les he dado asilo para que entren al país pero están firmando el pedido de refugio. La condición de refugiados la da el Ministerio del Interior y está normada, en cambio el asilo no tiene normas”, dijo este jueves el nuevo canciller argentino, Felipe Solá, según consigna el diario “La Nación”.
Reglas para refugiados (y una adicional para Evo)
La Comisión Nacional de Refugiados de Argentina (CONARE) sigue las normas internacionales del acuerdo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el mismo que define al refugiado como “una persona que se encuentra fuera de su país debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, y no puede o no quiere, debido a dichos temores, acogerse a la protección de su país”.
Pero ser beneficiario del estatuto del refugiado tiene tantas obligaciones como beneficios. Según explica “La Nación”, la Ley General De Reconocimiento y Protección al Refugiado (Ley 26.165) indica en su artículo 16 que “todo refugiado que se encuentra en el país tiene la obligación de respetar la Constitución Nacional, las leyes y los reglamentos vigentes, así como las medidas que se adopten para el mantenimiento del orden público”.
Asimismo, el artículo 52 indica que los refugiados "tendrán derecho a la obtención de un documento de identidad que les permita ejercer plenamente sus derechos civiles, económicos, sociales y culturales, como cualquier otro extranjero residente en nuestro país”.
También tiene derecho a no ser devuelto, expulsado o extraditado al país donde su vida, integridad, libertad o seguridad estén en peligro; a permanecer y transitar libremente en el país que le dio refugio, a acceder a los sistemas públicos de salud, educación y a trabajar legalmente; a no ser discriminado por ninguna razón.
Además, el “reconocimiento de la condición de refugiado se aplicarán por extensión” al cónyuge o a toda persona con la cual el refugiado, en este caso Evo Morales, se halle ligado en razón de afectividad, o que dependan de él económicamente.
En adición a lo que establece la normativa, el expresidente de Bolivia deberá cumplir una petición especial del gobierno de Alberto Fernández. Según indicó el canciller Felipe Solá, a Morales se le solicitó “el compromiso de que no haga declaraciones políticas” sobre su país.
“El reglamento exige una serie de pautas, como el domicilio, etc. Queremos de Evo el compromiso de no hacer declaraciones políticas en la Argentina. Es una condición que le pedimos nosotros”, afirmó.
Al lado de sus dos hijos
Los hijos de Morales, Evaliz y Álvaro, llegaron a Argentina desde Bolivia el 23 de noviembre en un vuelo comercial, en medio de la convulsión en Bolivia por la renuncia de su padre y la asunción del gobierno de derecha de Jeanine Áñez.
Los jóvenes entraron a Argentina sin pedido de asilo.
El exmandatario, que llegó a Argentina dos días después de que Alberto Fernández asumiera el cargo, agradeció a este país por acogerlo con un mensaje a través de su cuenta de Twitter. “Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida, estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina, para seguir luchando por los más humildes y para unir a la Patria Grande, estoy fuerte y animado. Agradezco a México y Argentina por todo su apoyo y solidaridad”, escribió.