La policía antidisturbios detiene a un manifestante durante una protesta contra el gobierno de Chile en Valparaíso, Chile. (Foto: Reuters).
Protest against Chile's government, in Valparaiso
Redacción EC

Santiago de Chile. Las respuestas políticas a las profundas demandas sociales que grita la calle en avanzan con lentitud, 40 días después de un estallido que lejos de apaciguarse se multiplica con focos de violencia, huelgas, y con el primer manifestante en quedar ciego por perdigones.

En otro golpe a la actuación de las fuerzas del Estado en esta crisis, la organización Human Rights Watch (HRW) constató “graves” violaciones a los derechos humanos por parte de la policía y recomendó una reforma de la institución.

La oenegé recabó “centenares de preocupantes denuncias sobre uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos contra detenidos tales como golpizas brutales y abusos sexuales que no pueden quedar impunes y deben ser pronta y rigurosamente investigadas y sancionadas”, afirmó en rueda de prensa José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW.

La Policía tomó con "humildad y responsabilidad" el informe de HRW dijo Karina Soza, directora de Derechos Humanos de Carabineros, quien admitió que agentes pudieron haber "cometido errores" que "son investigados".

El gobierno de Sebastián Piñera, que rechazó la semana pasada las denuncias de un informe de Amnistía Internacional, valoró el reporte y las recomendaciones de HRW.

CIEGO POR PERDIGONES

En tanto, el universitario Gustavo Gatica, se convirtió en el primer manifestante en quedar ciego por los perdigones que agentes de seguridad le dispararon el 8 de noviembre durante una protesta en Santiago.

"Gustavo Gatica Villarroel egresará de Clínica Santa María, tras 17 días en la Institución. La gravedad de sus lesiones determina que su condición sea visión cero bilateral permanente", indicó un informe médico difundido por la clínica.

El caso de Gatica se convirtió en un símbolo entre las más de 200 personas que sufrieron heridas oculares, muchas de ellas con la pérdida de la vista en un ojo por balines y perdigones que la policía disparó y que se comprometió a dejar de utilizar ante cuestionamientos de organismos humanitarios.

Pero la Cruz Roja de Chile informó que ha seguido atendiendo personas con heridas por estos elementos.

OTRO DÍA DE VIOLENCIA

La violencia nuevamente se repitió en todo el país. En la noche, encapuchados saquearon e incendiaron un lujoso hotel y una oficina pública de la ciudad de La Serena (norte), mientras que en Iquique (norte) robaron un supermercado, y también fue quemado el periódico El Líder del puerto de San Antonio (centro). En Valparaíso manifestantes instalaron barricadas y provocaron incendios.

Más temprano en Santiago, miles marcharon en el marco de una huelga que concluyó con disturbios de encapuchados que destrozaron las puertas de una estación de metro para armar barricadas.

En tanto, otros miles de personas se concentraron para manifestarse en Plaza Italia, en el centro de Santiago, donde se produjeron disturbios. La Policía dispersó las manifestaciones a nivel nacional con gases lacrimógenos y carros lanza agua.

Desde el inicio del estallido el 18 de octubre, los centros comerciales cierran más temprano por problemas del transporte público. En Santiago, de unos 7 millones de habitantes, el metro tampoco ha recuperado su ritmo al 100%.

Tras más de un mes de protestas, 67% de la población expresó su apoyo a mantener estas movilizaciones, según la encuesta de Cadem.

En tanto, la dirigencia de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP) decidió reanudar los campeonatos profesionales el próximo fin de semana, suspendidos desde hace un mes. Pero los futbolistas no quieren jugar por falta de seguridad en los estadios, indicó su sindicato.

Toda salida política a la encrucijada chilena luce imposible en el clima de desorden público, en una crisis que ha dejado 23 muertos y más de 1.000 heridos.

ACUERDO OPACADO

El histórico acuerdo en el Congreso para reemplazar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) arrancó optimismo hace más de una semana, pero las protestas, incendios y saqueos que no cesan opacan ese hito.

Hay demandas de largo plazo como la nueva Constitución vía asamblea constituyente; hay demandas sobre el derecho a salud, educación, vivienda, derecho a negociación colectiva, entre otras, pero también hay demandas muy precisas: un salario mínimo líquido de 500 mil pesos para el sector público y privado, una pensión mínima equivalente a este salario”, reclamó la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) Bárbara Figueroa.

Las propuestas de Piñera, el presidente de Chile más impopular desde el retorno a la democracia en 1990, con un 12% de apoyo, no logran apagar las protestas.

NUEVA POLÉMICA

El mandatario apura desde el domingo un proyecto de ley en el Congreso para que militares protejan infraestructuras públicas, sin necesidad de decretar el estado de emergencia.

El anuncio causó polémica debido a las críticas por la actuación de las fuerzas armadas durante el estado de emergencia en los primeros nueve días de crisis, cuando cinco personas murieron por agentes del Estado.

La Fiscalía elevó a 2.670 las investigaciones penales por violaciones a derechos humanos, entre ellos a 525 mujeres y 422 menores.

“No tenemos una suficiente institucionalidad para poder generar las condiciones de seguridad de la vida del país en términos eficientes”, dijo a la AFP Guillermo Holzmann, analista político y experto en Defensa de la Universidad de Valparaíso.

Fuente: AFP

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