El cuerpo de Wendy Martínez colgaba de una correa para perros en su propia casa. Los vecinos del barrio Morrislanding, en San Andrés (Colombia), sospechaban que habría sido un suicidio. El caso conmocionó a la isla, donde rara vez ocurre algo de esta magnitud y donde la mayoría de sus pobladores tienen algún vínculo familiar, de amistad o al menos distinguen quién es quién.
El caso sacudió a San Andrés en la noche del viernes 8 de julio del 2022. Una llamada al 123 de la policía alertó de un supuesto intento de suicidio de una joven isleña de 28 años. En su casa, se halló el cuerpo suspendido de la mujer, pero aún tenía signos vitales.
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El hallazgo lo había hecho Ángel Jiménez Narváez, expareja de Wendy, quien alarmado pidió ayuda a las autoridades. Para los investigadores, era extraña la impaciencia del hombre cuando le informaron que ella seguía con vida y que estaba siendo trasladada al hospital de San Andrés.
Wendy era patinadora y docente en San Andrés, representando a los isleños en competencias nacionales. Hacía solo unos días había estado en Cartagena y Santa Marta, donde participó en certámenes deportivos.
Mientras muchos de sus conocidos suplicaban que se salvara, por el valor que tenía para la comunidad, Wendy daba sus últimos suspiros en el hospital, donde finalmente murió a los minutos.
“Me hago más fuerte con cada dolor que se me presenta”
“No soy ni mucho, ni poco, soy lo suficiente para amarme tal cual. Me admiro por lo que he superado, me impulso para seguir adelante a pesar de las dificultades. Me hago más fuerte con cada dolor que se me presenta. Me acepto y me amo, eso me ayuda a no permitir que nadie me haga sentir lo contrario. Tu amor propio te impulsará siempre a ponerte de pie en cada batalla”.
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Este fue el último mensaje que compartió Wendy en sus redes sociales, dos días antes de su deceso. La joven vivía su propia batalla, pues estaba en proceso de separación de su expareja: Ángel Jiménez Narváez.
Wendy y Ángel ya no tenían relación amorosa y, según los investigadores, lo único que los acercaba eran las dos niñas que nacieron de la unión. Constantemente, la patinadora compartía mensajes de fortaleza: “La vida me enseñó que nada dura para siempre y que de lo malo siempre algo bueno se aprende”.
Incluso, desde hacía varios meses dejaron de vivir juntos y, por eso, a las autoridades se les hacía extraño que fuera precisamente Ángel quien les diera aviso del intento de suicidio.
La investigación
La noticia de la muerte de Wendy conmocionó a la isla. De hecho, varios de sus conocidos no creían que fuera un suicidio y, de inmediato, pedían que se investigara a fondo lo que estaba ocurriendo.
La primera clave para descartar la hipótesis de suicidio que había brindado Ángel la entregó Medicina Legal, que solo un día después del acontecimiento dictaminó que en las características de las lesiones no correspondían a un posible acto de Wendy contra su vida.
Por eso la policía y la Fiscalía se empezaron a mover para determinar qué había detrás del crimen de la patinadora. La coronel Doris Edith Manosalva, comandante de la Policía en San Andrés, explicó que la investigación fue con mucha cautela, pues el principal sospechoso era Ángel, quien incluso fue al sepelio de su expareja.
“Cuando la mujer falleció. Medicina Legal informó, de inmediato, que no se trataba de un suicidio, pues los signos que presentaba no eran los de una persona en esa circunstancia. La lesión no correspondía a una suspensión”, le dijo Manosalva a EL TIEMPO.
Con esta información, las autoridades rememoraron lo que hallaron en la escena del crimen: un lazo y una silla que le habrían supuestamente servido a Wendy, pero eran la manera en la cual, al parecer, Ángel intentaba encubrir su crimen. Incluso se empleó tecnología 3D para recrear lo que había ocurrido esa noche y, además, un seguimiento a entrevistas a personas que conocían la relación.
“Todo indicaba que era un feminicidio. En la recolección de pruebas se establece que Ángel era es supuesto responsable”, explicó Manosalva.
Pasados ocho meses del crimen, la policía abordó a Ángel cuando hacía su trabajo como mototaxista por la isla. La Fiscalía lo acusó el 30 de enero 2023 como responsable del feminicidio de Wendy Martínez y aunque no aceptó los cargos, las autoridades esperan mostrar en el juicio todas las pruebas que consideran irrefutables contra el señalado.
Para Manosalva, Ángel se confió “que no iba a caer. Estaba en la isla. Jamás pensó que lo fueran a capturar”. No hay crimen perfecto.