Agencia EFE

La Defensa Civil de la ha rescatado por el momento este jueves 60 cuerpos en Shujaiya, tras la retirada ayer de las tropas israelíes, pero advierte de que quedan decenas de cadáveres atrapados bajo los escombros.

“Declaramos la zona de Shujaiya inhabitable y carece de elementos vitales, como servicios de salud, electricidad o agua”, indicó en una rueda de prensa desde el lugar el portavoz de la Defensa Civil, Mahmud Basal.

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El portavoz denunció que todavía hay zonas de Shujaiya, barrio en la periferia al sureste de ciudad de Gaza, que son inaccesibles para los equipos de rescate, por el nivel de destrucción o por el riesgo de ataques.

“Se halló una extensa destrucción, toda la zona se ha convertido en una ciudad fantasma y no es apta para vivir”, explicó.

Más del 85 % de los edificios de Shujaiya están derrumbados, indicó Basal, y la única clínica médica que quedaba en el barrio, y que brindaba servicios médicos a más de 60.000 personas, “fue totalmente destruida”.

Según los testimonios de los supervivientes del barrio, el Ejército atacó a los desplazados después de darles garantías de seguridad para marcharse.

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El Ejército israelí dio este miércoles por concluida su operación militar en Shujaiya, a donde regresó por segunda vez hace dos semanas ante el reagrupamiento de las fuerzas del grupo islamista palestino Hamás, y aseguró haber matado a unos 150 supuestos milicianos y destruido ocho túneles.

Las fuerzas israelíes ya llevaron a cabo en Shujaiya, bastión de Hamás, una intensa operación en diciembre que dejó el área prácticamente arrasada; y también volvieron brevemente en abril para evitar el retorno de efectivos de Hamás.

En diciembre, el Ejército mató allí a tres rehenes israelíes por error, cuando salieron con los brazos en alto y banderas blancas a pedir auxilio, pensando que era una trampa.

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Israel terminó la incursión en Shujaiya el mismo día que ordenó la evacuación de toda la ciudad de Gaza, donde sus tropas también han retornado en los últimos días para combatir con las fuerzas de Hamás, que están logrando recomponerse en áreas que el Ejército daba por controladas.

A la población gazatí se le ha pedido que se desplace a la “zona segura” de Deir al Balah, en el centro de la Franja de Gaza, pero las organizaciones humanitarias denuncian que no hay un lugar seguro al que ir.

Nueve de cada diez personas han vivido al menos un desplazamiento en el enclave desde que comenzó la guerra, mientras que la mayoría han tenido que moverse de un lugar a otro en varias ocasiones, según la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Nueve meses de guerra han dejado más de 38.300 muertos palestinos en la Franja y casi 88.300 heridos, según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.