Deshaciendo privilegios

Marianella Ledesma

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Marianella Ledesma

Pensión vitalicia presidencial en debate

Óscar Urviola Hani

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Óscar Urviola Hani

"Si se asume que la pensión vitalicia no es un derecho sino un privilegio o distinción, esta puede ser revocada".

Ningún ciudadano que haya ejercido el cargo dedebe contar con el privilegio de una igual a la remuneración de un congresista. Estoy de acuerdo con que se le brinde, de por vida, protección policial, apoyo logístico y un seguro médico, en retribución al cargo desempeñado, mas no otorgarle 15 sueldos anuales como lo perciben los congresistas.

No se le afecta su derecho a la pensión, pues, como todo ciudadano, gozará de ella según las reglas del sistema previsional en el que esté afiliado. Tampoco se queda desprotegido, pues al cese de su período laboral recibirá su CTS, que lo protegerá en tanto decida insertarse laboralmente o percibir su pensión de jubilación o cesantía, si lo desea.

La pensión vitalicia es un privilegio y no un derecho. Los derechos se reconocen para todos, a diferencia de los privilegios, que están pensados para beneficiar a una persona o grupo. No puede haber derechos que creen un beneficio respecto de los demás; sin embargo, sí puede haber privilegios que permitan una situación de ventaja o beneficio frente a los demás.

Si se asume que la pensión vitalicia no es un derecho sino un privilegio o distinción, esta puede ser revocada; situación que no sucede con los derechos, que no se otorgan, pero sí se reconocen y, por ello, no son revocables.

Recuerdo que el Congreso, en el 2021, aprobó la ley que eliminaba este privilegio; sin embargo, fue observada por el Ejecutivo de entonces. Se dejó pasar la oportunidad de poner fin a estos privilegios.

Espero que algún día cambie esta historia y que cada presidente –como todo ciudadano– tenga la pensión que merece según sus aportes al sistema previsional que haya elegido.

La permanencia o revocatoria de este privilegio debe ser sometido a un debate público y a la consulta popular (referéndum), para que sea el soberano ciudadano el que decida seguir manteniéndolos o no para sus exgobernantes.