Rolando Arellano C.

“Si no invierten, su se los va a comer a ustedes”, les dijo el presidente del BCR, Julio Velarde, a los en el reciente CADE Ejecutivos de Cusco. Con esas palabras les recordó que no solo deben preocuparse por la inflación, el PBI, la PEA y muchos otros aspectos de la jerga económica, sino también por la posible reacción de sus competidores. Como aporte a ese consejo, mostraremos a tres tipos de empresarios que deberían preocupar a sus colegas demasiado cautelosos. Veamos.

Existe el empresario autosuficiente que, conociendo que hubo un comienzo de año con protestas que paralizaron el país, sabe que hoy eso está más calmado. Es cierto, dice, que ni el Gobierno ni el Congreso emprenden las medidas que necesitamos, pero, habiendo sufrido al presidente Castillo, es ya una bendición que no tengan un discurso contra la producción. No espero que me den, reflexiona, pero mientras no me pongan muchas trabas voy pa’lante, aprovechando que mis colegas se sientan a esperar que alguien los ayude.

También conocemos al analista, que sabe que, así como en el 2020 llegó el COVID-19, en el 2023 tuvimos también influencias negativas externas que generaron inflación y devaluación en toda la región. Pero, basado en datos y no en opiniones, sabe que hoy en el Perú estos problemas están bastante controlados. Es cierto que, para muchos, sus ventas disminuyeron en volumen, pero sus ingresos sufrieron menos, pues, como la mayoría de los empresarios, ellos incrementaron sus precios para compensar los mayores costos del momento. Tienen, entonces, algo de capital para invertir.

El tercero es el competidor estratega, que, como lo aconsejan los especialistas en la bolsa, aprovecha para comprar cuando el precio baja y vende solo cuando este sube bastante. Nunca a la inversa. Por eso ya está invirtiendo en maquinarias e insumos, pues los vendedores apremiados les dan ofertas interesantes, y también empezó a desarrollar proyectos donde invertir, para tener ventaja cuando el mercado se recupere.

Algo común a estos tres tipos de empresarios, autosuficientes, analistas y estrategas, es que saben que el riesgo controlado es inherente a toda inversión rentable. Y, por ello, su ejemplo son los hermanos Rodríguez del grupo Gloria, los Flores de Topitop y los Wong, Carlos Rodríguez-Pastor de Intercorp, la familia Añaños de Aje e Industrias San Miguel, los señores Camones y los empresarios de Gamarra, entre tantos otros que surgieron cuando la economía y la política pasaban por pésimos momentos. Quizás en ellos también pensaba don Julio cuando, saliéndose de su tema económico, les habló de estrategia competitiva a los empresarios en Cusco. Les deseo una buena semana.

Rolando Arellano C. es CEO Arellano Consultoría para Crecer

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