
Escucha la noticia
Mienta, mienta, que ya nada queda
Resumen generado por Inteligencia Artificial
Accede a esta función exclusiva
Resume las noticias y mantente informado sin interrupciones.
En unas horas, la presienta tendrá que hacer algo que no ha querido por más de 250 días: hablar. Sin embargo, esta vez lo hará desde la comodidad del papel, preparado con anticipación, no habrán repreguntas y ella podrá, a sus anchas, usar la retórica que mejor se acomoda a la fecha y a lo que se rehúsa en aceptar: que es la presidenta con mayor desaprobación en la historia en las últimas cuatro décadas, la última encuesta de CPI lo confirma con un 97% y probablemente siga en picada.
El año pasado fueron cinco horas y ochenta páginas de cifras maquilladas, promesas recicladas apelando a un elemento del que también somos responsables: el olvido. Porque sí, nuestro gran pasivo ciudadano es la memoria colectiva. Y aunque no nos culpo, hay que hacernos cargo porque el 2026 es nuevamente un retador año electoral.
Sobre el discurso de hoy, no deberíamos esperar nada diferente, cada palabra de la presidenta será una muestra más de la distancia abismal entre el Perú real y el que describe desde el discurso, ya lo ha hecho antes.
La presidenta no es la única con esa mirada irreal del Perú. Su discurso ha encontrado un aliado perfecto a sus intereses y a esta supervivencia. Me refiero al Congreso de la República, que este fin de semana eligió como presidente para este nuevo período parlamentario a nada menos que al congresista José Jerí, investigado por violación sexual, enriquecimiento ilícito. Y anoche Panorama puso al descubierto una denuncia más, esta vez por presuntos cobros irregulares cuando estuvo a cargo de la Comisión de Presupuesto.
Frente a tanta incoherencia, seguramente nos preguntamos ¿qué podríamos celebrar los peruanos? Y la respuesta es nuestra supervivencia. Si por algo debemos abrazarnos hoy, es por resistir a autoridades sin credibilidad que pisotean nuestra ilusión y esperanza. Porque, pese a esto, no nos alejamos de la convicción de que nuestro país merece más, y de que ningún mal gobierno puede apagar por completo nuestro anhelo de justicia y de un verdadero progreso.
Peruanos: ¡no dejemos de ser buenos ciudadanos! Nuestro país nos necesita participando activamente con actitud crítica y cada vez más conscientes de nuestros derechos. No dejo de mencionar que en este año pre electoral donde los partidos carecen de credibilidad y abundan candidatos con prontuarios éticos, nuestro voto se convierte no solo en un derecho, sino también en un acto de resistencia.
Presidenta, llegamos a este 28 de julio siendo un país exhausto, hastiado de discursos que ignoran los muertos, el hambre, la impunidad y la indiferencia.
Hoy, señora Boluarte, mienta, mienta, que ya nada queda…

:quality(75)/s3.amazonaws.com/arc-authors/elcomercio/7f8a330a-e391-4fdb-99b5-a097dea8b0aa.png)









