Escucha la noticia

00:0000:00
El voto antisistema
Resumen de la noticia por IA
El voto antisistema

El voto antisistema

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Accede a esta función exclusiva

Martín Vizcarra, Antauro Humala y Pedro Castillo tienen un capital político que no se va a poder ocultar en el próximo proceso electoral. Aunque legalmente no puedan ser candidatos, el electorado antiestablishment que representan no ha desaparecido. Tendrán un papel simbólico muy importante en las próximas elecciones. El establishment político ha reaccionado cerrándoles todos los caminos electorales, pero dudo de que puedan evitar que tengan una tribuna desde la que puedan hacer campaña. Aquí, el establishment político olvida que Goyo Santos, sin tener el reconocimiento ni el carisma de estos tres personajes, sacó 4% de votos radicales haciendo campaña desde la prisión.

Los ciudadanos saben que Vizcarra fue un político maquiavélico, más camaleónico que el mismo Talleyrand, que estuvo dispuesto a saltarse la cola de vacunación mientras gestionaba la pandemia de manera nefasta. Pocos recuerdan que Vizcarra nos dejó inermes, casi sin vacunas confiables. Pocos recuerdan ahora a Celia Capira, esa mujer que corría desesperadamente detrás de la camioneta de Vizcarra cuando la comitiva escapó del hospital Honorio Delgado en Arequipa. Cuánto será el odio de nuestros ciudadanos contra los políticos y el Congreso que, a pesar de la estatura moral de Vizcarra, la gente lo sigue acompañando en sus audiencias penales y en su desafío al establishment político.

Castillo no ha perdido el capital político más duro que lo llevó a una segunda vuelta. Si Goyo Santos logró apuntalar una campaña política desde la prisión, es evidente que Castillo va a ser un actor político muy dinámico. En sus audiencias judiciales, ya ha demostrado no solo que le interesa muy poco su situación jurídica adversa, sino que ha continuado lanzando eslóganes incendiarios que tienen un impacto en muchos de sus votantes. Aunque sea completamente inviable su candidatura, su activismo político será determinante para ungir a quien vaya a detentar al caudal de votos antisistema.

Antauro es quien, a pesar de estar fuera de competencia, tiene menos restricciones de movilidad. Ha entendido que movilizarse con prontitud es un error. No ha iniciado grandes desplazamientos regionales. Se ha encaramado, esperando el momento oportuno de saltar a la palestra. Pero si algo le ha enseñado Vladimir Cerrón a Antauro, es que a veces no es necesario postular para tener poder político. Desde las sombras, un actor político antiestablishment puede articular una campaña política con facilidad. Entre Guillermo Bermejo, Aníbal Torres o Guido Bellido podrían tranquilamente seducir al electorado enemistado con la institucionalidad tan desangelada.

En el Perú, los políticos antiestablishment como Vizcarra, Castillo y Humala saben que no hace falta ser elegido para gobernar. Aunque cueste asumirlo, puede suceder que el siguiente paso de la decadencia política en el Perú sea que se gobierne desde la prisión.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Gonzalo Banda es Analista político

Contenido Sugerido

Contenido GEC