
Esta locución adjetiva se usa en el Perú y en otros países de América latina; para expresar que una situación ha empeorado o se ha hecho crítica; de color de hormiga se emplea con verbos como ponerse o estar. La alusión al color negro del insecto mencionado es clara como símbolo de peligro o gravedad, pues se basa en la inmemorial asociación del color negro con la desgracia y el infortunio, así como en los seculares usos negativos de ese adjetivo (El Comercio, Lima, 23/4/2008).

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