Julio César Huamán

Hoy en día, el mundo se encuentra inmerso en una transformación digital sin precedentes y la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un pilar fundamental de esta revolución. Ante este panorama, surge una interrogante: ¿es posible aplicar la inteligencia artificial como una solución innovadora y eficiente para mitigar el congestionamiento vial?

La respuesta es afirmativa y un claro ejemplo de ello es el caso de China. En ciudades como Hangzhou, el sistema de IA conocido como City Brain, desarrollado por Alibaba, ha demostrado cómo la tecnología puede transformar radicalmente la movilidad urbana. Mediante el uso de cámaras, sensores y algoritmos avanzados, este sistema analiza en tiempo real el flujo vehicular, ajusta los semáforos de manera dinámica y sugiere rutas alternativas a los conductores. ¿El resultado? Una reducción del 15% en el tiempo promedio de viaje y una disminución significativa de los embotellamientos que antes paralizaban la ciudad.

Ahora bien, si trasladamos esta realidad a Lima, y en particular a la avenida Javier Prado, la diferencia es evidente. Esta vía, que conecta distritos claves como San Isidro, La Molina y Ate, enfrenta una congestión crónica que puede extender un trayecto de 10 kilómetros hasta 90 minutos en horas punta. La implementación de un sistema similar al City Brain de Hangzhou podría transformar este escenario.

No obstante, aplicar una solución de esta magnitud en Lima enfrenta desafíos estructurales y normativos. La infraestructura debe modernizarse, la normativa debe actualizarse y la voluntad política debe alinearse con la innovación. Sin embargo, la experiencia de Hangzhou demuestra que, con visión y colaboración entre el sector público y privado, es posible superar estos obstáculos.

En definitiva, la IA es solo una opción, sino una urgencia para modernizar la movilidad en Lima. Si Hangzhou logró optimizar su tráfico con IA, ¿por qué no imaginar una Javier Prado fluida y eficiente? El futuro nos brinda las herramientas: el momento de actuar es ahora.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Julio César Huamán es estudiante de Ingeniería del Transporte en la Universidad Nacional Federico Villarreal

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