A tres horas de Chimbote, en Áncash, se ubica la ciudad de Cabana, una localidad que celebra la Semana Santa con gran fervor religioso.
En la 'Tierra de los Pashas', situada a 3.225 metros sobre el nivel del mar, la feligresía católica realizan procesiones, misas y concursos de capillas para conmemorar la muerte y resurrección de Cristo.
El jueves de Semana Santa, los feligreses participaron de la última cena y el lavado de pies, así como de la procesión de la imagen de Jesús Crucificado y la Virgen Dolorosa de Cabana.
La hermandad del Señor de Jueves Santo, conformada por 200 personas, entre ellos varones y mujeres de toda edad, se encargan de organizar las festividades de la mano con la parroquia y la Municipalidad Provincial de Pallasca.
Por la noche, unos 60 devotos descalzos, junto con una banda musical, recorren los barrios de la ciudad invitando a la población a sumarse a la procesión. Estos hombres cargan la imagen de Cristo en un anda que pesa más de una tonelada desde las 10 de la noche hasta la 1 de la mañana del viernes.
El presidente de la hermandad Jueves Santo, Enrique Sifuentes Reyes, comenta que se han iniciado los trámites ante el Ministerio de Cultura para que se declare patrimonio cultural del Perú a la imagen del Señor de Jueves Santo y sus actos celebratorios, ya que es una tradición religiosa que se mantiene desde 1758 en Cabana.
"Antes los indígenas conmemoraban la muerte de Jesús el jueves porque el viernes tenían que trabajar. Es una tradición que se perdura a través de generaciones", refirió.
Todos los años, la ciudad de Cabana, conocida como un balcón cerca del cielo, recibe a centenares de turistas para celebrar juntos Semana Santa.
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