En la ciudad de Andahuaylas, de la región Apurímac, los enfrentamientos entre manifestantes y efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) han sido altamente violentos y constantes. Así lo reflejan la cantidad de heridos y los siete fallecidos que han dejado las protestas en el lugar.
Incluso, el Estado se vio obligado a decretar a la región en Estado de Emergencia por los próximos 60 días. Las provincias de Abancay, Andahuaylas, Chincheros, Grau, Cotabambas, Antabamba y Aymaraes estarán bajo este ordenamiento. Cabe recordar que el lunes se atacó el aeropuerto de Andahuaylas y provocaron un incendio dentro. También se incendió una comisaría.
Policías son víctimas de estas armas
Algo que también ha resaltado durante la ola de protestas en Apurímac es el uso de armas hechizas o artesanales, utilizadas contra efectivos policiales. La PNP comunicó que el 12 de este mes, hasta 15 policías habían resultado heridos tras ser atacados con estos dispositivos.
La informe de la policía resalta que se usaron artefactos pirotécnicos, denominados comúnmente como “avellanas” y un “queso”, como se le conoce al explosivo artesanal que contiene dinamita y perdigones. Al explotar, la munición se dispara en diferentes direcciones. De los quince policías heridos, tres se encuentran con múltiples heridas y dos con pronóstico reservado.
Adicionalmente, a través de videos difundidos en las redes sociales, se identificó que algunos manifestantes lanzaban cohetes, similares a los fuegos artificiales, directamente hacia los contingentes policiales. Para guiar su recorrido, los vándalos emplean tubos para recrear el sistema de un lanzacohetes.
Según contó a El Comercio el capitán PNP Francisco Ángeles de la Dirección de Criminalística de la PNP, “la capacidad de dañar o lesionar [de estos artefactos] es la misma que aquella que produce un arma de fuego de fabricación industrial”. Además, añadió que estos artefactos “producen heridas contusas abiertas como toda arma de fuego. Este tipo de lesiones, según su ubicación y distancia, pueden constituirse en letales”.
Lanzacohetes hechizos
El Comercio pudo verificar que uno de los videos que circula a través de las redes sociales, donde se muestra a un grupo de personas lanzando un cohete a través de un tubo también es en la localidad de Andahuaylas. Específicamente, este Diario identificó que se trata de la cuadra dos del jirón Constitución.
Otro video viral de los enfrentamientos en el país también revela el uso de estas armas por parte de manifestantes. En este caso, son varios vándalos los que emplean estos proyectiles.
Estos artefactos “cuentan con un sistema de percusión simple, es decir que constan, por lo menos, de un elemento que permita la percusión de un fulminante y un tubo cañón que permite la propulsión de proyectiles. Entre ellos, los más empleados son aquellos conocidos de forma coloquial como chufla”, explicó el capitán Ángeles.
Constituye un delito
El capitán también advirtió que “la fabricación, comercialización, uso o porte de armas, prohíbe a aquellos que no cuenten con la debida autorización, la fabricación, el ensamblaje, la modificación, el almacenaje, el trafico, el uso, porta o tener en poder armas de fuego de cualquier tipo, como también municiones, accesorios o materiales destinados para la fabricación o modificación de estas”. La pena por ir en contra de esta disposición, referida en el artículo 279-G del Código Penal, es no menor a seis años.
Cabe precisar que el Articulo 4 de la Ley 30299, define a un arma como cualquier artefacto que conste de, por lo menos, un cañón por el cual una bala o proyectil pueda ser descargado por la acción de un explosivos y que haya sido diseñada para tal efecto.
Por último, Ángeles también recalcó que la sustracción o arrebato de armas de fuego, la cual se extiende a las municiones, granadas y explosivos a los miembros de las Fuerzas Armadas y PNP, tiene una pena no menor de 10 ni mayor a 20 años. En caso se lesionara a las víctimas o a terceros, la pena es perpetua.