En los últimos días, la alerta ante un rebrote de coronavirus se extendió en las regiones del norte del país. El caso más apremiante es el de Piura, donde en las últimas cuatro semanas se ha registrado un incremento de casos y muertes, según informó el Minsa.
El impacto del repunte de Piura se evidencia en el registro de fallecidos elaborado por el Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef). Desde noviembre, hay un aumento de este indicador, tras una fase de descenso que duró desde junio hasta fines de octubre
Según el registro, las muertes por el COVID-19 aumentaron en los primeros días de diciembre. En las últimas cinco semanas, el número de fallecidos fue de 991, un 58% más de muertos de los que hubo en el mismo período del 2019.
En detalle
Otro signo que refleja el rebrote del COVID-19 es la saturación de las camas UCI. Hasta el viernes, el porcentaje de ocupación era de 95%, muy por encima del promedio del país (70%).
Un escenario similar se observa en la atención de consultas. La directora del hospital III Cayetano Heredia de Piura de Essalud, Milagritos Sánchez, señaló a este Diario que entre fines de noviembre e inicios de diciembre hubo un aumento del 30% en los ingresos por COVID-19, tanto en el hospital como en los locales Villa Cayetano y Villa Videnita, destinados a la atención de casos leves y moderados.
“Antes teníamos a tres o cuatro esperando por una cama crítica; hoy tenemos a entre 12 y 15 en espera”, precisó.
La funcionaria añade que la letalidad durante el rebrote alcanza a jóvenes con condiciones vulnerables. Asimismo, alerta que además de los equipos se necesita más personal especializado para atender las UCI.
El director general del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa, Luis Rodríguez, informó que el aumento de casos se observa más en la periferia de Piura, Sullana, así como en Morropón y el Bajo Piura. Si bien descartó el retorno de una cuarentena focalizada, anunció que se mantendrá el monitoreo.
¿Qué factores ocasionaron el repunte? Christian Requena, vocero del Colegio Médico de Piura, señala que el aumento está relacionado con la reanudación de las actividades comerciales y el relajamiento de algunas medidas sanitarias.
Añade que la situación podría recrudecer tras las fiestas de Año Nuevo y el ingreso a balnearios. “El escenario de riesgo para el 2021 es mayor con la apertura de playas. Lo más probable es que la tasa de ataque [probabilidad de que una persona se afecte] suba al 10%”.
En noviembre, la Asociación Cámara Regional de Turismo de Piura señaló a este Diario que los hoteles de la región presentaban una ocupación de 60% y preveían un incremento para fines de año.
En Lambayeque
La situación de las UCI es similar en Lambayeque, en donde 43 de las 48 camas están ocupadas. El gerente regional de Salud, Víctor Echeandía, señala que un gran porcentaje de los casos graves provienen de otras zonas del norte.
“Nuestro problema más grave también es la falta de especialistas. Tenemos equipamiento, pero necesitamos que el Gobierno nos asigne una partida transitoria para poder contratar”, dice Echeandía.
En Tumbes, las únicas siete camas UCI para COVID-19 están ocupadas.
Balnearios requieren presupuesto especial ante segunda ola
El principal reto que afrontarán los distritos costeros de Piura hacia fin de año será contener el avance del COVID-19 en las playas.
El alcalde del distrito de Máncora, José Ramírez Granda, señaló a El Comercio que la Dirección Regional de Salud de Piura evaluará un plan de acción ante la llegada de visitantes. A partir de ello, se establecerá un horario de ingreso a los balnearios durante el verano.
Aseguró que, según el plan que la comuna ha diseñado para afrontar una posible segunda ola, Máncora necesita unos S/830 mil. Explicó que estos recursos se utilizarán para la compra de pruebas rápidas, oxígeno y mascarillas, así como para la implementación de elementos de bioseguridad en las playas. El alcalde indicó que ha pedido al Ejecutivo que le asigne esa partida presupuestal especial.
De otro lado, Ramírez anunció que la Macrorregión Policial de Piura destinará hasta 200 agentes para garantizar el cumplimiento de las medidas de distanciamiento y el toque de queda en el distrito durante las fiestas.
El burgomaestre de Máncora indicó que se mantendrá un aforo máximo de dos mil personas en la playa El Amor y en la del centro veraniego, que reciben más bañistas provenientes de otros puntos de la región.
Contenido sugerido
Contenido GEC