A seis días del golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, la ola de protestas en todo el país no ha cesado. Ayer, los actos de violencia escalaron a otro nivel, registrándose cinco fallecidos, dos de ellos menores de edad, elevando a 7 el número de víctimas mortales que han dejado estas manifestaciones en todo el país. También se han reportado decenas de heridos y vías bloqueadas, así como atentados a la propiedad privada e instituciones públicas.
En Apurímac, un grupo de vándalos atacó con piedras y prendió fuego a la sede del Ministerio Público, de Chincheros, así como a la comisaría del lugar. Un policía de esta dependencia fue tomado como rehén y llevado con golpes a la plaza del distrito de Uripa.
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La defensora del Pueblo, Eliana Revollar, indicó que debido a los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en varios puntos de Apurímac, Andahuaylas, Huancabamba, Chincheros, murieron ayer seis personas: Wilfredo Lizarme, Jhonatan Enciso, Beckham Quispe, Jonathan Lloclla y dos menores de edad. Todos murieron a consecuencia del impacto de proyectiles de armas de fuego.
En tanto, en Arequipa, la Defensoría del Pueblo confirmó el deceso de Miguel Aicama, de 38 años, producto de las acciones de protesta en esa ciudad. También precisó que la jornada de ayer dejó un total de 32 heridos, 24 de ellos policías.
Asimismo, en declaraciones a RPP, Óscar Arriola, jefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote), indicó que hasta el momento hay 119 efectivos policiales heridos por enfrentamientos.
Por otro lado, cerca de 600 personas intentaron tomar la estación de energía eléctrica de Friaspata, en Huancavelica. La policía logró disuadir a la turba con gases lacrimógenos. Según los reportes, tres manifestantes resultaron heridos. Previamente, un grupo más numeroso había apedreado las sedes del Poder Judicial y del gobierno regional.
Cabe agregar que 15 agentes policiales resultaron heridos tras ser atacados por un número indeterminado de personas cuando resguardaban la Dirección de Operaciones la División Policial Andahuaylas (Apurímac).
Los vándalos lanzaron artefactos pirotécnicos y un explosivo artesanal (queso), el cual contenía dinamita y perdigones. Dos de los afectados se encuentran con pronóstico reservado y tres con heridas múltiples. Todos ellos vienen siendo atendidos en hospitales de la zona y en las instalaciones de la dependencia policial.
En el caso de Lima, durante la tarde un grupo de manifestantes atentó con palos y piedras la sede de la fiscalía, ubicada en la Av. Abancay. Tras ser dispersados por la policía, arremetieron nuevamente y se produjo un enfrentamiento.
Respecto al estado de las carreteras y demás vías del país, se ha registrado un aumento de puntos bloqueados en regiones como Cusco, La Libertad e Ica. En las dos últimas hubo algunos enfrentamientos. Además, se registran varios piquetes en Huánuco, Amazonas, Ucayali, Puno, Moquegua, entre otras regiones.
Daño a la economía
En diálogo con El Comercio, el gobernador de Apurímac, Baltazar Lantarón, dijo que se ha solicitado la presencia del primer ministro Pedro Angulo para evaluar alternativas de solución, ya que viene perjudicando la vida y salud de los ciudadanos, así como la economía de la región.
“Hay protestas en Andahuaylas, Chincheros, Abancay, Cotabambas. No hay tránsito en la región. Solo circulan ambulancias. Hemos suspendido las labores escolares y actividades públicas. Esto produce un gran perjuicio económico a Apurímac”, subrayó.
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La afectación al tránsito de vehículos ha ocasionado que varias empresas de transporte terrestre suspendan sus servicios. Asimismo, el transporte interprovincial de carga viene registrando pérdidas millonarias.
“El último fin de semana se perdió medio millón de soles. Más de 7.000 unidades no están circulando. Prácticamente Lima está sitiada. No están entrando productos. Se tiene que establecer urgentemente el estado de emergencia en la red vial nacional”, expresó Martín Ojeda, director del Consejo Nacional de Transportes Terrestres.