Al menos diez terroristas armados, integrantes de una misma columna del Militarizado Partido Comunista del Perú –como se autodenominan ahora los remanentes de Sendero Luminoso, encabezados por los hermanos Quispe Palomino–, desertaron días atrás y ahora se esconden en alguna zona de la selva alta entre Junín y Ayacucho, en la margen izquierda del río Ene. Este territorio se ubica dentro del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Desde que esto ocurrió, hace dos semanas, otro grupo salió tras ellos, con la ayuda de narcotraficantes que operan en la zona. Al mismo tiempo, la policía y las Fuerzas Armadas realizan tareas de búsqueda en un área de alto riesgo.
Ambos grupos quieren encontrar cuanto antes a los desertores: las fuerzas del orden para capturarlos, incautar sus armas y convertirlos en eventuales informantes; las huestes de ‘José’ (Víctor Quispe Palomino) intentan atraparlos antes precisamente para evitar eso.
Esta información ha sido confirmada por este Diario a través de fuentes policiales de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) y del Comando Especial del Vraem.
Las fuerzas del orden supieron de este hecho a partir de las conversaciones por radio y celular detectadas por los sistemas de inteligencia. En estos diálogos interceptados, se menciona a los desertores con sus alias: se trata de ‘Wilder’, ‘Roger’, ‘Cirilo’, ‘Alejandro’, ‘Wilmer’, ‘Mauro’, ‘Martín’, ‘Luciano’, ‘Gloria’, ‘Lidia’. No se descarta que sean más, pues lo usual es que las columnas terroristas de la zona sean integradas por hasta 12 o 15 personas.
Ellos habrían estado encargados de vigilar una ruta de traslado de droga a pie, así como de insumos químicos hacia los laboratorios de droga en el Vraem.
En las comunicaciones interceptadas se preguntan entre ellos si han divisado helicópteros. También mencionan a una doctora o enfermera de nombre ‘Lina’. Posiblemente, haya heridos o enfermos en el grupo.
Este Diario también recogió el testimonio de dirigentes vecinales de los caseríos de Valle Hermoso y Alto Vizcatán (pertenecen al distrito de Vizcatán del Ene), quienes informaron que, en las últimas semanas, hombres armados bajo el mando de ‘Fernando’, el terrorista que opera en este lugar, incursionaron en la zona y reunieron a los pobladores para indagar si habían tenido contacto con los desertores. Después, se fueron y continuaron con su búsqueda.
–Duro golpe–
Pedro Yaranga, especialista en temas de terrorismo, explica que los subversivos que huyeron serían jóvenes de entre 18 y 28 años. “Ellos seguramente nacieron en cautiverio, son de los llamados ‘pioneritos’. Pero son inquietos, tienen más contacto con el exterior. En los pueblos adonde patrullan hablan con la gente. Ellos ya no quieren seguir en las condiciones en las que estaban”, asegura Yaranga.
Esto indica además que, muy probablemente, esa columna armada estaba encabezada por un mando intermedio, una persona de confianza de los Quispe Palomino. “A lo mejor este mando ha escapado con ellos, o lo han asesinado”, dice.
Desde 1999, año en que ‘José’ asumió el mando del grupo terrorista, tras la captura de Óscar Ramírez Durand ‘Feliciano’, nunca se había reportado la deserción de una columna completa. Sí han escapado de sus filas varios cuadros importantes, pero de manera individual.
Uno de ellos, cuyo alias era ‘Aquiles’, es un indígena asháninka que en 1992, cuando tenía 7 años, fue secuestrado y llevado a los campamentos de Sendero, donde fue formado como terrorista. Años después, cuando era adolescente, integró el grupo de guardaespaldas de ‘José’, e incluso era el encargado de cargar su fusil durante los patrullajes. En el 2002 huyó, se entregó al Ejército y, tiempo después, se hizo soldado.
No fue el único caso. En el 2007, un terrorista que usaba el alias de ‘Jorge’ aprovechó que tenía el turno de vigilancia y escapó en un paraje de Huancavelica. Portaba un fusil. Logró esconderse durante tres años pero, en abril del 2010, fue detenido por agentes de la Dircote. Pronto se convirtió en informante y colaborador eficaz, y participó en varios operativos.
Para ‘José’, aquel fue un duro golpe porque ‘Jorge’ es su hijo, a quien él mismo formó como senderista durante varios años en los campamentos del Vraem.