Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años en el penal de Barbadillo. (Foto: Lino Chipana)
Alberto Fujimori cumple una condena de 25 años en el penal de Barbadillo. (Foto: Lino Chipana)
Alicia Rojas Sánchez

Un audio difundido el último jueves, muestra las coordinaciones que hizo el expresidente de la República con un candidato de Fuerza Popular para las . Crisóstomo Benique, cuya postulación al final fue excluida por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), reveló que se comunicó con el exmandatario, actualmente preso en el penal de Barbadillo, y se reunió con él en dos ocasiones: el 21 de noviembre y el 4 de diciembre. Él postulaba en representación de la provincia de San Román, Puno, con el número 4 de la lista.

Tras conocerse este hecho, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) anunció que dio inicio a un proceso disciplinario sancionador contra Alberto Fujimori. “Toda persona privada de su libertad, en general, cuando tiene una condena, tiene restringidos sus derechos políticos. Los internos saben perfectamente qué cosas no pueden realizar dentro de los establecimientos penitenciarios. En virtud de ese parámetro, el proceso disciplinario determinará si hubo una infracción directa, sobre el incumplimiento o no de estas obligaciones que tiene una persona privada de libertad”, manifestó César Cárdenas, jefe del INPE.

Luis Lamas Puccio, abogado penalista, precisó que de acuerdo con el Código de Ejecución Penal, Alberto Fujimori habría cometido una infracción administrativa, que en la práctica significa que tiene que someterse a un régimen disciplinario.

“Su régimen carcelario debería ser modificado y debería aplicarse mayores restricciones, como sucede con otros presos, a quienes incomunican, les restringen las horas de visita, las horas de salida de celda. Debería ser sancionado”, dijo a El Comercio.

Indicó que una de las reglas bajo las cuales Alberto Fujimori está cumpliendo prisión es “no hacer proselitismo”. “Él está impedido de hacer proselitismo sin dejar de lado la existencia de una estructura política que tiene un doble juego: el mediático y político”, insistió.

“Desde el momento en que está en contacto con los candidatos está haciendo proselitismo, está haciendo política, por lo tanto está enviando un mensaje subliminal a la sociedad, que tiene más impacto que el propio voto”, sostuvo Lamas Puccio.

Para el abogado penalista Carlos Caro, “los únicos de derechos que no tiene (Fujimori) son los de votar y ser elegido; no puede ser candidato ni votar. En teoría, si quiere tener reuniones con gente que tiene una visión política, hablar de política, lo puede hacer”.

“En su condición de sentenciado, no tiene la posibilidad de ejercer su derecho político, pero conserva los demás derechos políticos. Lo mismo pasó con Antauro Humala, que hacía coordinaciones. No pueden ser candidatos ni votar, pero los derechos políticos los tiene a salvo. Tiene libertad de expresión, puede hablar”, opinó Caro.

Sin embargo, advirtió que lo escuchado en el audio “restringe la posibilidad de que gane un hábeas corpus -pendiente en el Tribunal Constitucional-. "Si está enfermo, ¿cómo hace política? Segundo, si declaró cuando estaba indultado que no iba a hacer política, entonces esto lo perjudica en su hábeas corpus”, señaló.

Adicionalmente, Lamas Puccio considera que el audio muestra que no es verdad que Fujimori esté enfermo o moribundo, "es un hombre que está pleno de sus facultades y liderando la fuerza política”.

Germán Small, abogado especialista en ejecución penal, dijo que al ser recluida una persona se debe ceñir a los códigos establecidos. “Desde el momento que es internada una persona, se somete a la regla de disciplina del establecimiento. En ese contexto, lo que dice la norma es que el interno puede usar el teléfono para comunicarse, pero está determinada solo para el carácter familiar. La razón política tiene que autorizarse”.

De acuerdo con el Reglamento del Código de Ejecución Penal, todo interno tiene derecho a “comunicarse periódicamente, en forma oral, escrita y en su propio idioma o dialecto, con sus familiares, amigos y organismos e instituciones de asistencia penitenciaria”.

En enero de este año, cuando reingresó a un establecimiento penitenciario luego de la revocación del indulto otorgado por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, Alberto Fujimori fue asignado al “régimen cerrado ordinario” por una junta técnica de clasificación. Este régimen le permite: tener un ambiente para recibir visitas y un patio, al que puede acceder de lunes a domingo entre las 6:00 a.m. a 6:00 p.m.

También cuenta con un servicio de salud permanente con un médico general (8:00 a.m. a 2:00 p.m.), tres técnicas en enfermería y un vehículo para emergencias. Fujimori, además, puede recibir visitas de 8 horas diarias tres veces por semanas y la de menores de edad cada 15 días, sábados o domingos. La dirección del penal es la encargada de asignar las visitas de hombres o mujeres.

Este viernes, la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Ana Revilla, dijo que ningún recluso debería participar en la conformación de una lista de candidatos y que el caso será investigado. Además, que las medidas deben ser tomadas por la dirección del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

Fuentes de El Comercio recordaron que si bien el exmandatario está privado de su libertad, puede opinar sobre cualquier aspecto político, pero sin declarar a un medio de comunicación, o realizar por teléfono coordinaciones de una agrupación política, que va más allá de una opinión.

Antecedente

En junio del 2015, cuando se reinstaló el teléfono público del penal de Barbadillo, Julio Magán, entonces presidente del INPE, dijo que no se permitiría al expresidente usar este medio de comunicación para hacer campaña política. Señaló que en ninguna normativa se contempla esta posibilidad.