El pasado 23 de marzo se reveló que tres congresistas viajaron en un vuelo humanitario a su región Cusco, y fue el mismo presidente del Parlamento, Manuel Merino (Acción Popular, Tumbes) quien anunció que los denunciarían ante la Comisión de Ética Parlamentaria. Un mes después, no existe denuncia y ni siquiera se ha instalado el grupo encargado de sancionar las inconductas de los parlamentarios.
Se trata del viaje de al menos tres congresistas en un vuelo realizado el 21 de marzo de Lima a Cusco, que tenía carácter humanitario y buscaba ayudar a personas varadas en la capital. Esto en medio del estado de emergencia como parte del combate a la pandemia del coronavirus (COVID-19).
Los representantes por Cusco en cuestión son Matilde Fernández (Somos Perú), Juan de Dios Huamán Champi (Frepap) y Rubén Pantoja (Unión por el Perú). Este último incluso llevó a sus familiares en el referido vuelo humanitario.
“Realmente [estoy] mortificado porque no puede ser que en un Congreso en el que estamos comenzando, donde hay toda la disposición de apoyar y darle un posicionamiento que debería tener, sucedan estas cosas”, dijo Merino tras conocer el caso. Sin embargo, hasta la fecha no se ha tomado ninguna acción al respecto.
Fuentes de la Mesa Directiva indicaron que se evaluó proponer una sanción a través del pleno, y así no esperar a que los plazos del grupo de Ética.
Al respecto existía el antecedente de una suspensión por 120 días que le impuso el pleno a Martha Chávez en el 2011. Sin embargo, la propuesta no prosperó debido a la posición de las bancadas, principalmente de los grupos donde pertenecer los congresistas que utilizaron el viaje humanitario.
Al caso de los congresistas que usaron un vuelo humanitario, se suma el del congresista Hipólito Chaiña (Unión por el Perú, Arequipa), quien fue intervenido por efectivos de la Policía Nacional del Perú por no respetar las normas de aislamiento social.
Sin apuros
Guillermo Aliaga (Somos Perú, Lima), segundo vicepresidente del Congreso, explicó que la conformación de la Comisión de Ética Parlamentaria sería visto la próxima semana, después de terminar con la instalación de las 24 comisiones ordinarias.
El lunes 27 termina el ciclo de instalaciones con Inteligencia, Producción, Relaciones Exteriores y Vivienda.
“Hemos solicitado el llamado al Consejo Directivo, lamentablemente en estas semanas se están avanzando, a pasos agigantados, con la instalación de las comisiones ordinarias. Se debe presentar la conformación tentativa del grupo de Ética ante el Consejo para luego ser elevado al pleno para su ratificación. Si no es aprobado en el pleno no tiene validez”, explicó Aliaga.
Para la realización del próximo pleno, que será virtual, no existe fecha. En la última Junta de Portavoces solo se obtuvo consenso para un único punto de consenso: la renuncia de la vicepresidenta Mercedes Araoz.
La Mesa Directiva espera que las comisiones puedan emitir otros dictámenes para ser añadidos a la agenda y realizar la sesión plenaria por videoconferencia.
Aliaga también indicó que no hay consenso aún sobre qué bancada presidirá la Comisión de Ética. El Consejo Directivo primero debe definir la conformación del grupo.
Es decir, cada bancada tiene miembros de acuerdo al cálculo de su proporcionalidad, o si decide -como en el periodo 2016-2019- que cada grupo tenga un solo integrante.
En el Congreso disuelto, la Comisión de Ética estuvo constantemente en el ojo de la tormenta por el blindaje o la demora en sancionar a los legisladores -sobre todo cuando la presidió un representante de Fuerza Popular.