Jorge Salas Cuadros postula al Congreso por Tumbes con el partido de la lampa. En diálogo con El Comercio aclaró que no ha servido como asesor directo del congresista Manuel Merino, pese a que su nombre figura bajo esa denominación.
Además, habló sobre la crisis interna de liderazgos en Acción Popular, su respaldo al candidato presidencial Yonhy Lescano, el gobierno fugaz de Manuel Merino y sus posturas sobre eventuales proyectos de ley.
-Considerando la crisis interna en Acción Popular, ¿quién es para usted, en este momento, la persona que tiene mayor mérito para reclamar el liderazgo del partido?
En este momento, el partido no tiene un líder indiscutible, sino un grupo de altos dirigentes o ex dirigentes que, de alguna manera, representan al partido. Están Mesías Guevara, Yonhy Lescano, Edmundo del Águila, Víctor Andrés García Belaunde… Pero, lógicamente, Yonhy es preponderante ahora por ser el candidato presidencial. Es la figura partidaria en este momento.
-¿No tiene algún tipo de diferencia de ideas con Yonhy Lescano?
Ninguna. Al contrario. Con Yonhy somos muy amigos desde hace muchísimos años. Lo que sucede es que, en el partido, hay algunas diferencias entre dirigentes que se han hecho públicas. Pero son temas internos. Yo estoy bien con Yonhy Lescano. Obviamente, lo respaldo por completo como nuestro candidato a la presidencia.
-¿Comparte las críticas que Lescano hizo a la bancada de Acción Popular por su participación en la vacancia de Vizcarra? [18 de los 25 legisladores votaron a favor]
Hay cosas que, muchas veces, son legítimas pero no son legales y otras que son legales pero no legítimas. En el caso de la vacancia a Vizcarra, el comité político del partido recomendó, a pesar de que lo veían como un delincuente, que no lo vaquen porque la situación en el país era crítica. Pero los congresistas de Acción Popular creyeron que sacarlo era lo conveniente.
-¿Y usted cree que la vacancia, en ese momento y bajo las condiciones en que se hizo, fue justificada y legítima?
Yo creo que sí fue legítima porque ese señor [Vizcarra] era una vergüenza como presidente. Merecía que lo vacaran. Sin embargo, si yo hubiera sido congresista en ese entonces, habría tratado de evitarlo. Hubiera preferido que el propio presidente siga cometiendo sus errores porque iba a llegar el momento en que él solito se iba a ‘ahorcar’.
-¿Le pareció constitucional el gobierno de Manuel Merino?
Yo creo que fue un gobierno legal pero ilegítimo. Ilegítimo porque no contaba con el respaldo popular. Es un tema en el que se puede discrepar mucho porque, en ese contexto, los medios se sumaron a la defensa de Vizcarra, seguramente, por una cuestión democrática. Pero la verdad es que el país ya se estaba yendo al hoyo.
-¿Y cree que Manuel Merino es el responsable político de las muertes y los excesos en las protestas? Hasta hoy, no existe justicia por los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado.
Yo creo que se tienen que hacer las investigaciones pertinentes, con cabeza fría y desapasionadamente. Ahí se descubrirá si es que hay responsables políticos o no. No hay que descuidar que, con el gobierno del señor Sagasti también hubo muertes [en el paro agrario] y ahí no hubo mayor opinión ni investigación. Esperemos a que la historia nos arroje las explicaciones.
-¿Qué opina de esta denominación de ‘golpistas’ a la bancada de Acción Popular?
En todo caso, se le tendría que denominar así a todos los 105 congresistas que votaron por la vacancia. No fue solo AP. Pero, por lo demás, la trayectoria es la que manda. La trayectoria de Acción Popular, de más de 50 años, es una historia de lucha de la defensa de la democracia, de honorabilidad. Seguramente, ha habido errores, pero mayoritariamente hemos demostrado ser un partido serio y democrático.
-¿Usted diría que fue un golpe de Estado?
Yo no creo que haya sido un golpe de Estado. Yo creo que fue una acción que no debió llevarse a cabo. Debió pensarse mejor, pero los 105 no quisieron.
-Según información pública, usted fue asesor principal del señor Manuel Merino. ¿Qué funciones cumplía?
Eso no es exacto desde el punto de vista burocrático. Yo trabajaba a nivel del Congreso. He tenido una función administrativa, de atender a mucha gente que va al Congreso en busca de algún congresista, de hacer gestiones.
No tuve ninguna relación con Merino durante los meses que laboré en 2020. No despachaba con él. Incluso, yo estaba en otro edificio. No soy especialista político como para asesorar a un congresista. Mi labor era más de apoyo social. Manuel Merino es mi amigo, pero no tuve nada que ver en los manejos de su presidencia [en el Legislativo].
Yo trabajé como asesor del Congreso hasta el 20 de diciembre. Pese a la pandemia, había personas que iban al Congreso y que sentían que no los atendían. Entonces, mi trabajo era atender a esas personas. Sobre todo, a aquellas que llegaban de lugares lejanos.
-Entre 2017 y 2018, usted fue asesor del entonces alcalde de Aguas Verdes, Wilder More Tesén. More fue denunciado en su momento por corrupción...
Ese es un tema anecdótico. Yo estaba trabajando fuera de Tumbes. El señor More Tesén asume la alcaldía en 2017 y le recomendaron que yo era la persona indicada para apoyarlo en una gerencia. No como asesor. Y, cuando yo llegué a Tumbes, el señor More cambió de opinión.
La gerencia que me habían ofrecido se la designaron a otra persona. Entonces, me pusieron en otra gerencia, temporalmente, hasta que llegara otro funcionario. Estuve poco tiempo y, ya cuando llegó la persona, me preguntaron si podía asesorar a la alcaldía. Era un trabajo parecido al del Congreso, de atender a personas. Yo estuve hasta abril de 2018. Ya después el señor More tuvo problemas y, lógicamente, al ser él denunciado, mis contrincantes políticos creyeron conveniente involucrarme. Pero yo no tuve nada que ver.
-¿Qué propuestas concretas llevaría al Congreso si es que resulta elegido?
Yo quisiera enfocarme en el problema principal de Tumbes respecto al agua. Acá parece que no hubiera alcaldes ni gobernadores. El agua no llega a la ciudad o se pierde, bajo pretexto de que está contaminada. Eso debe solucionarse. Se puede descontaminar, almacenar o transportar y las autoridades no lo hacen. Yo apoyaría y fiscalizaría ese tema.
-¿Qué posición tiene frente a debates que eventualmente podrían llegar al Congreso, como el de la eutanasia, por ejemplo?
El tema de la eutanasia es un tema que no domino mucho por mi condición católica. Yo soy católico y hay cosas que, lógicamente, me llevan a pensar desde dos enfoques. El primero es que, sí, la gente debe tener una vida digna. Nadie merece vivir en sufrimiento. Hay que analizarlo bien. Si se trata de leyes, hay que dar las leyes más justas posibles. Creo que, siendo defensores de la vida, tenemos que ser también defensores de la vida digna. Entonces, estaría abierto al debate para escuchar a especialistas que defienden uno u otro enfoque.
-¿Y que posición guarda sobre la interrupción voluntaria del embarazo?
Para comenzar, soy defensor de la vida. Yo creo que, por encima de otras cosas -incluso de la felicidad- lo más importante es la vida. Si un embarazo pone en riesgo una vida, habría que tomar decisiones.
-El aborto terapéutico no está en cuestionamiento. Se habla de ampliar los supuestos, como por ejemplo, para casos de violación. ¿Cree que sí debe legalizarse para casos de violación?
No podría afirmar. Tendría que sentarme a escuchar a personas entendidas. Lógicamente, siempre tratando hasta donde se pueda, de defender la vida. No olvidemos que la condición de madre requiere de cierto nivel, cierta formación social, idoneidad física y mental.
No sé si llamar madre a una menor de 14 años, por ejemplo. Fisiológicamente y en la realidad, puede parir, pero sigue siendo una niña que merece todo el apoyo de la sociedad. Hablo de un apoyo efectivo y no propagandístico. Yo siempre he manifestado que hay dos tipos de leyes: las leyes que oprimen y las leyes que liberan. Y mi experiencia me dice que la mayoría de las leyes en el Perú son leyes que oprimen.
-¿Usted estaría de acuerdo con la unión civil? ¿Cree que las parejas del mismo sexo deberían acceder a una figura similar a la de un matrimonio?
Puede ser una figura similar a la del matrimonio pero no igual. Yo discrepo en que se equipare. No estoy de acuerdo en que un hombre se case con otro hombre ni una mujer con otra mujer. Puede haber algún tipo de convenio, contrato… Pero hay diferencias. Yo no sé cómo se sentiría usted de ver a su hijo besarse con su amigo. Es algo para lo que, yo creo, no estamos formados todavía.
No olvidemos que el Perú tiene una tradición de comportamiento familiar. Y, en los últimos años, pues, ha penetrado la globalización, otras costumbres a las cuales no todos nos hemos adaptado rápidamente. En ese aspecto, creo que debemos tener las cosas claras. Yo defiendo el matrimonio [entre parejas heterosexuales]. En la unión civil, estaría de acuerdo con ciertos reparos. Hay que respetar, finalmente.
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Salas Cuadros es ingeniero agrícola, pero lleva más de tres décadas relacionado con la política. En 1990, como acciopopulista, se sumó a la coalición Frente Democrático (Fredemo) para postular -aunque sin éxito- a la Cámara de Diputados. En 1998, fue elegido regidor provincial en Tumbes con la Alianza Democrática Tumbesina.
Para las elecciones del 2000 volvió a tentar un cargo de congresista y, en 2002, de regidor provincial nuevamente. Ambos intentos fueron con Acción Popular. Ya en 2014 se presentó como candidato a la alcaldía distrital para las elecciones en Áncash con el Movimiento Acción Nacionalista Peruano. En suma, esta es la sexta vez que Salas participa en un proceso electoral.
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