Las repetidas incursiones de la sonda espacial estadounidense MAVEN en la parte superior de la atmósfera de Marte ha permitido que los científicos tracen un mapa sin precedentes de los vientos sobre la superficie del planeta rojo, según un artículo que publica la revista Science.
MAVEN, que son las iniciales en inglés de la aeronave Atmósfera y Evolución Volátil de Marte, fue lanzada en 2013 y desde que llegó a la órbita del planeta ha penetrado en las capas superiores de la atmósfera marciana para luego retornar a su órbita regular.
El equipo investigador, encabezado por Mehdi Benna, de la División de Exploración del Sistema Solar en el Centro Goddard de la agencia espacial estadounidense NASA, indicó que “los vientos neutrales medidos revelan patrones de circulación más simples que los de la Tierra, que persisten sobre las estaciones cambiantes”.
“La exploración de las atmósferas en Venus, la Tierra y Marte ha mostrado que la circulación global de gases neutrales e ionizados en las regiones de gran altitud de la atmósfera, domina el estado dinámico y la evolución de estos ambientes planetarios”, añade el estudio.
Como en otros planetas del sistema solar similares a la Tierra, la circulación de los vientos en la atmósfera superior de Marte; es decir, la termosfera y la ionosfera, es motivada por el calor solar que viene desde arriba y la energía que sube desde los niveles inferiores.
Gracias a las incursiones de MAVEN se ha podido observar la circulación local y global en la termosfera, o capa superior de la atmósfera que llega hasta unos 200 kilómetros de la superficie marciana y es una región con temperaturas muy altas causadas por el calor del sol. En ese nivel, los gases empiezan a separarse en lugar de mezclarse, como ocurre en las capas inferiores de la atmósfera.
La circulación en los niveles más altos de la atmósfera desempeña un papel importante en el transporte y redistribución de material y energía en todo el planeta, y los científicos señalan que si bien estos procesos se han estudiado por décadas en la atmósfera de la Tierra, la naturaleza de los vientos termosféricos de Marte permanece, en gran medida, sin haber sido caracterizada.
Una de las sorpresas para los científicos ocurrió cuando analizaron la variabilidad a corto plazo de los vientos en la atmósfera superior que resultó mayor de lo esperado.
“En Marte, la circulación promedio es sostenida, pero si uno capta una imagen instantánea en cualquier momento, los vientos son muy variables”, dijo Benna.
Y otra sorpresa fue comprobar que los vientos, aun a cientos de kilómetros de la superficie del planeta, responden a las variantes del suelo, como montañas, cañones y valles de forma que los flujos de las masas de aire sobre esa orografía crean ráfagas que se remontan a la atmósfera superior.
“En la Tierra vemos el mismo tipo de ondas, pero no a tales altitudes”, indicó Benna, quien subrayó que “esa fue la gran sorpresa, que pueden llegar hasta los 280 kilómetros de altura”.
EFE