Hoy el cuerpo humano requiere del consumo de alimentos saludables para mantenerse en óptimas condiciones, llamando la atención algunos gracias a los beneficios que nos otorga. Sin embargo, y de manera muy particular, hoy vamos a referirnos a aquella fruta cuyo costo sorprende para lo que normalmente encontramos en mercados, por ejemplo, y curiosamente no se cultiva sobre tierras americanas, llegando incluso gracias a su exquisitez, a formar parte de conocida barra de chocolate como ingrediente.
Como parte de la dieta diaria que deberíamos llevar a cabo a fin de conseguir equilibrio alimenticio, y buscar vivir de la mejor forma, sin duda los frutos comestibles representan nuestro gran aliado gracias a diversos atributos, y la facilidad de poder obtenerlos.
Al respecto, hoy llama la atención el melón Yubari originario de Japón como aquella fruta cuyo costo puede ascender a los 40 mil euros, es decir, más de 100 mil soles exorbitantes para lo que comúnmente encontramos en puestos de mercado.
En relación a este curioso producto asiático, resulta importante mencionar que solo tienes la posibilidad de adquirirlo mediante subastas anuales realizadas como eventos únicos donde las siguientes características explican el porqué de su elevado precio:
- Sus semillas son altamente valiosas y se guardan en cámaras acorazadas para distribuirse a solamente 150 agricultores de la región japonesa.
- Dicha fruta se cultiva en suelos ricos en ceniza volcánica e invernaderos equipados con sistemas de tuberías de agua caliente para mantener la temperatura ideal.

- Su proceso de cosecha dura unos 100 días aproximados, y como símbolo de exclusividad, se le deja con un tallo en forma de «T».
- Es seleccionado el más perfecto de cada árbol a fin de reducir la producción al 3%, pero garantizar así la máxima calidad.
- Su capacidad para mantenerse fresco durante más tiempo en comparación con otras variedades de melones, la vuelven atractiva y costosa también.
Cabe resaltar, que si bien se cultiva en Japón, el melón Yubari como fruta híbrida, es el resultado del cruce entre el Cantaloupe americano y una variedad europea, y termina distinguiéndose del resto gracias a su forma perfectamente redonda, piel fina y rugosa, y además esa llamativa pulpa de un vibrante color naranja.


