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¿El diseño elegante del sedán o la practicidad del sportback? Probamos ambas versiones del Audi A3 1,4 TFSI y te contamos los detalles
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¿Sedán o sportback? Esa es la pregunta que muchos compradores se hacen al llegar al concesionario, incluso cuando ya han preseleccionado una versión tras ver imágenes o videos en internet. La respuesta, sin embargo, puede ser más sencilla si se tienen claras las necesidades personales. Un ejemplo ideal para entender las similitudes y diferencias entre estas carrocerías es el Audi A3, que se ofrece tanto en versión sedán como en sportback (la variante hatchback). En esta oportunidad, probamos ambas versiones de este compacto premium y te contamos nuestra experiencia.
En términos generales, ambos modelos comparten el mismo motor, esquema mecánico y nivel de equipamiento. Las diferencias sustanciales se encuentran en el diseño exterior, el espacio en las plazas traseras, la capacidad del maletero y ciertas sensaciones de manejo que se perciben, sobre todo, en carretera.
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Mismo corazón, distinto carácter
Ambas versiones del Audi A3 se fabrican en la planta de Ingolstadt, Alemania, y utilizan el motor 1,4 TFSI del Grupo Volkswagen, un propulsor turboalimentado de cuatro cilindros que entrega 150 hp entre las 5.000 y 6.000 rpm, y 250 Nm de torque entre las 1.500 y 3.500 rpm. Según la ficha técnica, tanto el sedán como el sportback alcanzan los 232 km/h y aceleran de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos, acoplados a una transmisión automática de ocho velocidades.

Aunque no pusimos a prueba la velocidad máxima, notamos una ligera ventaja del sportback en la salida desde cero. Esto se debe a su menor peso: cerca de 1.300 kg frente a los 1.365 kg del sedán, lo que le otorga una mejor relación peso-potencia. Por ello, en una arrancada de 0 a 100 km/h, el sportback podría ser apenas más rápido.
En cuanto al consumo de combustible, las diferencias también son mínimas. Durante nuestra prueba, el sportback registró un consumo combinado de 56 km/galón, mientras que el sedán alcanzó 54 km/galón. Ambos cuentan con un tanque de 50 litros, por lo que la diferencia de autonomía total no supera los 30 km.

Suspensión, dirección y frenos
En lo mecánico, ambos modelos comparten la misma configuración: suspensión McPherson en el eje delantero y un sistema multibrazo en el trasero. La dirección es asistida electromecánicamente, mientras que los frenos son de disco ventilado en las cuatro ruedas.
En este apartado, no percibimos diferencias notables. Ambos absorben con eficacia las irregularidades del camino, ofrecen una dirección precisa, suave en maniobras urbanas y firme en carretera, y una frenada contundente, gracias a sus discos de 18 pulgadas, sin llegar a ser brusca.
Equipamiento en común
Tanto el sedán como el sportback incorporan faros LED delanteros con gráficos personalizables desde la pantalla central. Las luces traseras incluyen intermitentes dinámicos. Los retrovisores son eléctricos, aunque no abatibles en esta versión.

En el interior, encontramos un volante multifunción forrado en cuero, con diseño de tres radios y levas de cambio. Los asientos están tapizados en tela y se ajustan manualmente. En términos de confort, ambos incluyen climatizador de respuesta rápida, control crucero adaptativo, asistente de arranque en pendiente (hold assist), cámara de retroceso, sistema start-stop, puertos USB tipo C, entre otras funciones. En resumen, no hay diferencias en cuanto al equipamiento.
Diseño y dimensiones: la verdadera distinción
Más allá del diseño frontal, compartido entre ambos modelos, el resto de la carrocería cambia por completo. Ambos mantienen el ADN clásico de Audi con líneas limpias y agresivas, especialmente al frente, donde se destacan la parrilla, las entradas de aire en negro mate y los faros con forma de búmeran, que acentúan su carácter deportivo.


La diferencia más evidente se aprecia en el perfil lateral. El sportback presenta una caída pronunciada del techo después del pilar C, propia de los hatchbacks, mientras que el sedán prolonga la caída hacia un tercer volumen: el maletero. En términos de dimensiones, el sportback mide 4.343 mm de largo, 1.816 mm de ancho y 1.449 mm de alto. El sedán, por su parte, es más largo (4.504 mm), igual de ancho, pero ligeramente más bajo (1.417 mm).
Por diseño, los sedanes suelen asociarse con una estética más elegante, debido a la complejidad de su fabricación, que requiere más pliegues y cortes para integrar un tercer volumen. En contraste, los sportback, al ser de dos volúmenes, resultan más fáciles de producir y apuestan por la versatilidad.
Maletero y espacio interior
La diferencia de carrocería también se traduce en capacidad de carga. El sedán ofrece un maletero de 425 litros, mientras que el sportback se queda en 380 litros. Sin embargo, este último tiene una apertura más amplia y permite abatir los asientos traseros para ampliar el volumen disponible, algo que el sedán también permite, pero con menor practicidad. Así, en el sportback es posible transportar objetos medianos, como un mueble o un juego de sillas, con mayor facilidad.


En cuanto a la habitabilidad, ambos ofrecen el mismo espacio en los asientos delanteros, con una distancia del asiento al techo de 1.025 mm. En las plazas traseras, el sportback tiene una ventaja en altura (955 mm frente a 933 mm en el sedán), lo que puede marcar la diferencia para pasajeros altos. No obstante, el sedán ofrece mayor espacio para las piernas, por lo que la elección dependerá de las prioridades de cada usuario.

Comportamiento dinámico
Ambos modelos se desempeñan con gran estabilidad en curvas tomadas a velocidad media-alta. Sin embargo, el centro de gravedad más bajo del sedán le proporciona una leve ventaja en términos de estabilidad. Además, al contar con una mayor masa en la parte posterior, su distribución de peso favorece un mejor comportamiento en curvas y a alta velocidad.
Eso sí, su mayor longitud también lo hace ligeramente más propenso al sobreviraje en maniobras exigentes. En ese sentido, el sportback, con una carrocería más compacta, resulta un poco más predecible y seguro para conductores menos experimentados.








